Llegaron a la sesión del último Pleno del Ayuntamiento sin hacer casi ruido. Fue la protesta silenciosa de una veitena de bomberos acompañados de carteles donde podía leerse «Incendio en el cuerpo de bomberos», «oposición digna y limpia» o «mayor número de bomberos por guardia». Querían 'dejarse ver', y lo consiguieron. Desde todos los grupos municipales, incluyendo el alcalde, José Mazarías, se hicieron eco de su 'sentada' en una de las gradas del Salón de Plenos que se debe, principalmente, al penúltimo conflicto laboral relacionado con procesos selectivos, ahora las pruebas para crear una nueva bolsa de empleo.   

El decreto de esta convocatoria lleva fecha del 16 de junio, un día antes de la toma de posesión de la nueva corporación; es decir, fue decisión del anterior equipo de gobierno, aunque el actual ha decidido seguir adelante por precaucación «lo que no significa que necesariamente se vaya a hacer uso de esa bolsa», según explica la concejala de Seguridad Ciudadana, Raquel Alonso.

Esta edil del PP comenta que «nos encontramos en una situación en la que no había nadie en las  bosas de empleo y estamos hablando de un servicio de emergencias, que ante una baja por incapacidad temporal  o una parternidad, etc., lógicamente hay que suplir ese puesto, por eso es mejor tener ahí esta posibilidad».

Una de las pruebas físicas realizadas el lunes por los aspirantes a entrar en la bolsa de empleo de bomberos - Foto: Rosa Blanco

Asegura, además, que la convocatoria había pasado  todo el procedimiento administrativo que prevé la normativa, incluyendo informar a la Junta de Personal, que en su momento no hizo ninguna reclamación formal; sí lo ha hecho el pasado septiembre, al recusar al tribunal. 

Alonso anuncia la convocatoria, «lo antes posible» de oposiciones dentro de la Oferta de Empleo Público de 2024, de la que podrá salir otra bolsa de empleo. En la actualidad son 45 las personas que integran la plantilla de este servicio municipal y la concejala indica que«nos gustaría ampliarla».

«Por responsabilidad». Por su parte, la ex alcaldesa y actual portavoz socialista, Clara Martín, explica que si se convocó la bosa de empleo en junio, cuando estaba en funciones, «fue por responsabilidad, porque había una situación de urgencia de cara al verano y podía complicarse la prestación del servicio ya que al menos siete efectivos de la plantilla se presentaron a una convocatoria de bomberos de la Diputación, que después no ha avanzado tan rápido como pensábamos. Yo no tenía un especial interés ni necesidad de quedar bien con nadie, ya se sabía que no iba a gobernar».

Martín incide en que, al tratarse de un servicio esencial, «está sometido a mucha presión», especialmente por los bomberos requeridos para las guardias. La propuesta del PSOE, pasaba por un lado por liberar a los bomberos de funciones como la gestión de la centralita y ocupar esos puestos con personal administrativo formado en emergencias, así como convocar una oposición para tres plazas.

Mientras tanto, las pruebas para la selección de integrantes de la bolsa de empleo se han ido realizando y el pasado lunes se llevaron a cabo las físicas, que los responsables de la protesta llevada a cabo en el pleno consideran «ridículas» porque dicen que se ha rebajado de forma sustancial el nivel de exigencia en relación con las de las oposiciones. 

Las responsables municipales señalan que en una bolsa de empleo es habitual rebajar ese nivel al tratarse de trabajo temporal. 

Por otro lado, tanto Alonso como la líder del principal grupo de la oposición municipal se muestran críticas con las sospechas o suspicacias lanzadas no solo desde la plantilla o sindicatos, sino también en cierto modo por el portavoz de Podemos, Guillermo San Juan, que pide un tribunal externo para los procesos selectivos. 

El actual gobierno municipal, como el alcalde y el concejal de Personal afirmaron en el último pleno, inciden en intensificar los contactos, ya de por sí numerosos, según el segundo, para resolver los problemas de una plantilla que ya en 2016 y 2022 vio como algunas sentencias judiciales tenían en cuenta sus denuncias, la última por el importe a recibir por las guardias.