El no parar de la bronca política

Gonzalo Ayuso
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Los exparlamentarios segovianos Ana Agudíez y Félix Montes (PSOE) y Javier Gómez Darmendrail y Jesús Postigo (PP) analizan origen y evolución de la crispación dentro y fuera de las instituciones

El socialista Félix Montes durante un de sus intervenciones en el Senado. - Foto: DS

Un día sí y al otro también, la bronca política parece instalada en las más altas instituciones del Estado como el Congreso de los Diputados y el Senado y desde allí está impregnando, contaminando, otras capas tanto del ámbito político, desde los parlamentos autonómicos a los ayuntamientos, como de la sociedad. En redes sociales, en medios de comunicación, en grupos de chat como WhatsApp las descalificaciones al que no piensa igual, cuando no directamente el insulto, se están generalizando y no parece que la situación vaya a mejorar; todo lo contrario. Así  al menos puede deducirse del análisis que hacen para El Día de Segovia cuatro exparlamentarios segovianos, dos del PP, Javier Gómez Darmendrail y Jesús Postigo, ambos con escaño en la Cámara Baja, aunque en distintas legislaturas, y Félix Montes y Ana Agudíez, representantes del PSOE por la provincia en la Cámara Alta.

Dos de ellos además han sido alcaldes, Montes del Real Sitio de San Ildefonso y Agudíez de Cabezuela, mientras que Postigo fue el líder del Grupo Popular, entonces en la oposición, en el Ayuntamiento de Segovia durante uno de los mandatos de Pedro Arahuetes.

Montes es muy crítico con la polarización actual de la política nacional porque considera que se trata de enfrentar, "de dividir a la sociedad en función de tu ideología política y es un gravísimo error. Ese desacuerdo es fruto de la falta de visión de la clase dirigente que lleva a la falta de gestión ante los problemas que la gente quiere que le resuelvan, que es para lo que está la política, no para enfrentarse con el que piensa diferente".

Javier Gómez Darmendrail (izqd.), junto al también diputado por Segovia, Juan Muñoz (PSOE), con quien mantuvo Javier Gómez Darmendrail (izqd.), junto al también diputado por Segovia, Juan Muñoz (PSOE), con quien mantuvo "muy buena relación". - Foto: DS

El ex senador y ex alcalde granjeño cree que el nudo gordiano de esa crispación política que se cuenta y transmite por distintos medios de comunicación «viene dada por una especie de intento de supervivencia de los partidos políticos, en lugar de por un intento de confrontación de ideas que busquen la solución a los problemas de los ciudadanos».

Asegura Montes que en su época de senador no se vivían las situaciones que ahora se muestran. "Hubo enfrentamientos pero creo que no de la manera que estamos viendo ahora, con esa virulencia; al menos no lo viví así".

Defiende la capacidad de alcanzar acuerdos por encima de todo y lo enfrenta a las estrategias actuales en las que parece que «lo que vende, si se me permite la expresión, es el desacuerdo con el otro como un triunfo, como la justificación de la tarea política de los representantes públicos».

Ana Agudíez durante su etapa de senadora socialista por la provincia de Segovia. Ana Agudíez durante su etapa de senadora socialista por la provincia de Segovia. - Foto: DS

Desde la distancia que dan los años retirados de la primera línea política (fue senador en tres legislaturas, hasta marzo de 2019), afirma que se ha producido un alejamiento paulatino de los intereses de la ciudadanía por la política, y lamenta que «tanto el PSOE como el PP se han echado en brazos de los extremos que han irrumpido en los últimos años, tanto desde la izquierda como desde la extrema derecha».  

Veteranía. Javier Gómez Darmendrail fue diputado del PP por Segovia nada menos que en seis legislaturas, hasta septiembre de 2011 y asegura que recuerda con satisfacción "la época en la que los políticos éramos adversarios, no enemigos irreconciliables como ahora, cuando hablábamos y llegábamos a acuerdos; es verdad que no con todos y no siempre pero había bastante mejor ambiente que ahora".

A su juicio, la crispación política de los últimos años, que se ha incrementado recientemente, se ha producido "por la evolución del PSOE" y califica como "una de las grandes tragedias de España, que haya dejado de ser constitucionalista y ahora es el partido sanchista, que no el Partido Socialista".

Jesús Postigo (PP), durante una de sus intervenciones en el pleno de la Cámara baja. Jesús Postigo (PP), durante una de sus intervenciones en el pleno de la Cámara baja. - Foto: DS

En este sentido, Gómez Darmendrail insiste en que "estamos asistiendo al desmantelamiento constitucional de España y vamos a pagar un precio muy alto para salir de esta situación, porque el daño institucional es muy grande".

Para este exparlamentario segoviano la gravedad de esta situación que describe trasciende a la calle, "porque lo que quieren hacer es una división entre españoles. Eso es tremendo, es muy duro y, como he dicho, es porque el PSOE ya no es constitucionalista, tiene socios, es cómplice, de quienes quieren destruir España".

Desde la 'barrera' política, más de una década después de que causara baja en su escaño, este político del PP confiesa que le da mucha pena "lo que veo desde fuera, porque ya juego en otra liga y he viajado mucho por Europa y en ningún país he visto lo que está pasando aquí, que se hable del futuro de España fuera de España con un prófugo de la justicia. Esto lo cuentas por ahí, tengo familia en Francia, y te dicen que estarás de broma".

Punto de inflexión. No hace ni un año que la socialista Ana Agudíez dejó el Senado pero cree que la polarización política ha ido a peor si cabe, aunque indica que el punto de inflexión se produjo cuando, tras las elecciones autonómicas de Castilla y León, en febrero de 2022, el PP de Alfonso Fernández Mañueco alcanzó el primer acuerdo para gobernar una Comunidad Autónoma con VOX, "coincidiendo con la llegada de Alberto Núñez Feijóo a la Presidencia del Partido Popular".

"No es nuevo que el PP utilice la estrategia de la crispación cuando no consigue gobernar pero el año pasado estaban convencidos de que iban a hacerlo y no lo soportan", añade, al tiempo que alerta sobre la desafección que eso produce entre la ciudadanía, "algo muy peligroso: donde no hay argumentos, que haya ruido; no miden las consecuencias quienes hacen de la política una especie de batalla campal".

Agudíez considera que los políticos del PP prefieren «embarrar la política» a debatir sobre economía porque hay buenos datos: crecimiento del empleo, de la contratación, de cotizaciones a la Seguridad Social, de las pensiones... En este sentido, cree que "todos debemos hacer autocrítica" e incluye a los medios de comunicación "porque da más titulares embarrar el debate político".

Ella, que ha sido también procuradora socialista en las Cortes de Castilla y León defiende "los grandes debates con discursos interesantes" de la época de Juan Vicente Herrera, porque, aunque admite que había momentos de enfrentamiento y de diferencias, nunca se había alcanzado el nivel de ruido y de bronca que ahora marca también muchos debates en las Cortes.

"Ya no estoy en política pero quiero decir que no todos son iguales y me encantaría que los ciudadanos asistieran a un pleno para que vean quién grita. Es la bancada del Partido Popular. Empezó VOX pero ahora es el PP y me resulta tristísimo porque los parlamentarios son los representantes de una sociedad diversa donde cada opinión tiene su valor, y hay que dialogar y escuchar al otro", concluye.

Por su parte, Jesús Postigo, que también fue diputado hasta 2023, pone el inicio de la polarización política en el conocido como Pacto del Tinell, en Cataluña, que propició un gobierno tripartito en esa Comunidad y la reforma de su estatuto de autonomía, que echó atrás el Constitucional.

"Zapatero fue el iniciador, pero el ejecutor ha sido Sánchez", sostiene Postigo, quien argumenta que el primero fue el que decide "mantener al margen al PP, la otra fuerza constitucional" con ese pacto en Cataluña.

Esos "errores gravísimos" abrieron el camino a la polarización, apostilla, porque hasta entonces PP y PSOE habían caminado juntos "en tres cuestiones fundamentales: la unidad de España, la separación de poderes y la independencia judicial", algo que a partir de ahí se rompe y se sustituye por "por una concomitancia permanente y constante con aquellas fuerzas políticas que quieren que desaparezca el Estado español y paradójicamente separarse o independizarse de España, cargándose el espíritu del 78 y la propia Constitución".

Por otro lado, Postigo no niega cierta teatralización en las intervenciones de ciertos parlamentarios, que salen a la tribuna pensando en la frase que van a decir para la televisión y dirigen el discurso a sus simpatizantes o seguidores.

Se jacta, sin embargo, de que durante dos legislaturas (ninguna de ellas completa) tuvo oportunidad de compartir "muchas conversaciones con gente de otros partidos y creo que he tenido la enorme suerte o la virtud de llevarme bien o hasta bastante bien con gente del PSOE, de Esquerra, de Podemos... Y he tenido muy buenas relaciones personales más allá del ámbito político, aunque en muchos temas coincidamos muy poco o con algunos en ninguno".  

Contextualizar. Valora, por lo tanto, este ex parlamentario del PP "conversaciones más sinceras y más profundas" con políticos de otro signo "porque ayudan a comprender y a contextualizar las cosas".

Una contextualización que, como los otros tres ex parlamentarios, considera que puede faltar a gran parte de la ciudadanía, que se guía por lo que ve en la televisión o en redes sociales, teniendo en cuenta, dice Postigo, "que se hacen declaraciones dirigidas a los sentimientos".

Frente a eso su consejo es que "en esta vida lo peor es no racionalizar las cosas, y en política también".