Una plaza con 3.000 años de historia en el subsuelo

M.Galindo
-

El trabajo realizado por el arqueólogo Ricardo de Cáceres Sastre durante la remodelación de la plazuela del Alcázar documenta vestigios que alcanzan la primera Edad del Hierro

Una de las zanjas excavadas durante el trabajo de investigación. - Foto: Ricardo de Cáceres

Por su morfología y ubicación, la plazuela de la Reina Victoria Eugenia es uno de los lugares que conviene visitar en Segovia si se quiere tener una visión casi panorámica de la capital y, por supuesto, conocer uno de sus monumentos más importantes como es el Alcázar, cuya impresionante estructura jalona este recinto.

En enero de 2019, el Patronato rector de la fortaleza emprendió la que   será una de las obras más importantes vinculadas al monumento como fue la completa remodelación de los espacios de este recinto para dotarle no sólo de un aspecto exterior acorde con la magnitud del monumento, sino también para modernizar sus sistemas de comunicación y seguridad conforme a las más modernas tecnologías.

La obra fue aprovechada también para llevar a cabo una compleja intervención arqueológica asociada a las obras de urbanización, que con carácter preventivo tenía el doble objetivo de lleva a cabo el control del movimiento de tierras y la salvaguardia de las estructuras que pudieran ir apareciendo de acuerdo a la documentación previa.

La intervención debería tener en cuenta que el Plan Especial de Areas Históricas (PEAHIS) declaró este recinto como zona de Reserva Arqueológica, lo que limita las posibilidades de intervención, que deben basarse en un proyecto de investigación detallado.

Con estas limitaciones, el arqueólogo Ricardo de Cáceres Sastre fue el encargado de esta intervención, todo un reto para un profesional ya que en el exiguo espacio de la plazuela se concentran cerca de tres milenios de historia que van desde la primera Edad del Hierro hasta nuestros días.

El trabajo de documentación y conservación realizado durante la intervención ha sido  ya finalizado y dado a conocer al público en una charla que tuvo lugar la pasada semana en el Museo Esteban Vicente, en la que De Cáceres expuso al detalle las líneas maestras del trabajo realizado de forma paralela a las obras, que concluyeron en marzo de 2021.

Los estudios previos contemplaban la posibilidad de documentar la canalización del Acueducto, la de hallar algún vestigio del que fuera palacio Episcopal del obispo Arias Dávila y de la antigua Catedral de Santa María,  edificios estos últimos que se sitúan al este y al oeste de donde hoy se ubica el monumento a los héroes del 2 de Mayo diseñado y creado por Aniceto Marinas.

Siendo estas las líneas de trabajo más claras, la intervención ha permitido también constatar la evidencia de que el emplazamiento sobre el que hoy se asienta la plazuela y el Alcázar «ha estado ocupado sin solución de continuidad en los últimos 3.000 ó 4.000 años».

Así, se  ha encontrado un foso celtibérico  que habla de una posible estructura defensiva anterior al Alcázar. El estratégico emplazamiento de esta zona hace posible una anterior fortificación que se puede situar en la edad del Hierro, presumiblemente protegiendo un castro que podría ser la génesis de la ciudad, conforme a las hipótesis formuladas por autores que De Cáceres ha documentado en su trabajo. 

El arqueólogo va mas allá y asegura que «no sería extraño pensar» que hubiera algún edificio religioso vinculado al cristianismo desde el siglo VI, pero el paso del tiempo impide realizar con detalle un estudio que pueda sustentar esta teoría.

Con respecto a la antigua catedral, destruida en la Guerra de las Comunidades, la intervención ha permitido hallar trazas de muros que permiten delimitar su ubicación, aunque precisa que desde que se conoce el fin de las obras en 1114, el que fuera primer templo de la diócesis «fue una obra siempre inconclusa, con una amalgama de fábricas y estilos bastante pintoresco que pudiera haberse construido sobre una iglesia anterior».

Asimismo, se han hallado entre los materiales de aluvión empleados para el relleno en su día de la plaza piedras calizas con la marca del cantero que se emplearon a tal fin extraídas de la antigua catedral, que se realizaron bajo el reinado de Felipe II.

El estudio realizado también ha documentado algunos de los muros y vanos del que fuera palacio Episcopal del obispo Arias Dávila, sepultados por el relleno realizado en época del monarca coincidente en el tiempo con su boda con Ana de Austria, que tuvo lugar en Segovia.

De igual modo, se han descubierto varias zanjas de drenajes de la muralla, asi como un importante aljibe medieval cerca de la Casa de la Química y un desarenador, lo que lleva a pensar que la canalización original del Acueducto que se ubica en el centro dio lugar a canalizaciones posteriores para redistribuir el agua a diferentes zonas habitadas próximas.

Para De Cáceres, el potencial investigador que tiene la zona es «muy grande», y reconoce que el trabajo de intervención «nos deja con la miel en los labios». «El carácter preventivo del trabajo realizado nos ha impedido profundicar más en los detalles y hallazgos encontrados,  que podrían abrir interesantes vías de investigación, pero no hay que olvidar qu ees una zona de protección de reserva arqueológica, y cualquier estudio debe venir avalado por un proyecto de investigación».