Julia Navarro

ESCAÑO CERO

Julia Navarro

Periodista y escritora


La cabeza de Ábalos

28/02/2024

Desde el PSOE le venían reclamando a José Luis Ábalos que colocara la cabeza bajo la guillotina y se la dejará cortar sin rechistar para salvaguardar el buen nombre del partido y la respuesta ha sido NO.

Sus compañeros le pedían la cabeza como cortafuegos para que el escándalo afecte lo menos posible a Pedro Sánchez.

Vaya por delante que, en mi opinión, el caso Koldo no va a acabar con la presidencia de Pedro Sánchez. Y no porque no debiera de ser así, sino porque nuestro Presidente ha aprendido a capear temporales. Ahí están sus "coros" desgañitándose de que ni el Presidente ni el PSOE van a permitir ni un gramo de corrupción venga de donde venga y caiga quien caiga. ¿Nos lo creemos? Bueno, allá cada cual.

Lo cierto es que el caso Koldo es un bache en el recorrido de Pedro Sánchez y naturalmente él y su equipo de confianza harán lo imposible por minimizar los daños y para eso necesitaban que el exministro Ábalos ofreciera su "cabeza" como responsable absoluto de todo lo llevado a cabo por el que fuera su mano derecha.

A lo que parece, el tal Koldo García, tenía mando en plaza en el Ministerio de Transportes, pero antes había sido hombre de confianza del actual secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, y desde luego no era ningún desconocido para Pedro Sánchez, ya que, según se ha publicado, fue el "guardián" de los avales que le ayudarían a convertirse en secretario general del PSOE. Esta parte de la historieta me resulta tan chusca como interesante.

Y cuando digo que "según se ha publicado" no me refiero solo a lo que se viene contando en los medios de comunicación sino que en ese libro titulado "Manual de Resistencia" firmado por el mismísimo Pedro Sánchez, cuenta que el tal Koldo García custodió día y noche sus 57 mil avales para su candidatura a la secretaria general de su partido. O sea que Sánchez debía de temer que alguien le "birlara" los avales y los puso bajo la protección de Koldo García. ¡Qué fuerte!

Pero a los que vamos. Ahora mismo, en los aledaños monclovitas, deben de estar que trinan al no contar con la cabeza de Ábalos para evitar que el escándalo salpique a Pedro Sánchez y también al secretario de Organización del PSOE, el señor Santos Cerdán, que es quién les presentó a Koldo García, y de rebote a la Presidenta del Congreso, Francina Armengol y al ministro de Política Territorial y expresidente de Canarias, Ángel Víctor Torres.

Naturalmente uno puede conocer a alguien y confiar en que esa persona es poco menos que un santo, en este caso un militante honrado y cabal, y que luego te den gato por liebre. Dicho esto, lo cierto es que en los últimos años, desde el Presidente, pasando por muchos de sus ministros y dirigentes del PSOE, desencadenaron una campaña implacable primero contra Mariano Rajoy, con moción de censura por medio, y después contra Isabel Díaz Ayuso por tener un hermano que había participado en una empresa que había venido mascarillas en aquellos días aciagos del Covid. El hermano de Ayuso fue investigado por activa y por pasiva en sede judicial sin que se le haya condenado por ningún delito. Pero ya saben el refrán: "Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces". Por cierto que el exministro de Sanidad, Salvador Illa, también tiene mucho que contar sobre a quién compró el Ministerio de Sanidad las mascarillas.

De manera que Sánchez y los suyos tanto de presumir de honrados para terminar salpicados por el caso Koldo García, mano derecha de José Luis Ábalos y desde luego de toda confianza del partido.

Porque el caso Koldo no es solo el caso Ábalos, es también el caso Sánchez. Lo que valía para Rajoy debería de valer también para Sánchez.

Todo el caso Koldo García lleva a preguntarnos una vez más porque en su día Pedro Sánchez decidió cesar de manera fulminante a su ministro.

Desde luego nadie podrá acusar a Ábalos de haber dicho hasta el momento una palabra de más. Aunque no cuela su intento burdo de querer señalar a la derecha como culpable de su caída en desgracia.

Lo que queda por ver en esta tragicomedia es si José Luis Ábalos va a contar todo lo que sabe. Solo queda esperar.