Aulas en las que convivir

Sandra Segovia
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Los pueblos segovianos finalizan el curso de las Aulas Sociales y de Manualidades, lugares en los que además de hacer actividades, consiguen que los vecinos se integren socialmente

Participantes en las Aulas Sociales de Gomezserracín - Foto: Diputación de Segovia

Las aulas se han convertido en lugares en los que encontrarse, hablar, divertirse, aprender y, sobre todo, pasar el rato. Ese es el objetivo de los programas de Aulas de la Diputación de Segovia: convertirse en un lugar de integración social en el que los vecinos, generalmente mayores, puedan reforzar sus lazos.

Por un lado, los participantes de las Aulas de Manualidades ponen en marcha su creatividad con un programa que incluye todo tipo de técnicas: desde la pintura al óleo hasta la costura, pasando por la restauración de muebles, la decoración en seda o la escultura.

Durante el curso 2022-2023 se han creado 177 grupos en 160 municipios de la provincia de Segovia, lo que se traduce en un total de 1.353 inscritos. El coste para cada uno de ellos es de 60 euros, mientras que el coste para la institución provincial asciende a cerca de los 200.000 euros.

«El programa de manualidades tiene varios objetivos diferentes: por un lado interactuar sobre todo en los municipios pequeños y ser un punto de reunión para fomentar su vida social y, por otro, que las personas más mayores estén activas. Además de todo eso, hacemos cosas muy bonitas», desvela Puy Ignacio, monitora de las Aulas de Manualidades en el Centro Agrupado de Acción Social de San Ildefonso. Ella cuenta con seis grupos divididos entre los que forman parte del Centro Social de Ayuda Mutua y los de los municipios. «Los grupos sociales son aquellos en los que los participantes tienen o discapacidades físicas o intelectuales. La parte más social es fundamental para ellos, se trata de que se sientan más integrados y que participen en las actividades, que consisten en hacer cosas de las que piensan que no son capaces», explica. «El objetivo es que no se sientan frustrados ni desanimados. Por eso las clases son muy personalizadas y muchas de las tareas las realizamos en grupo. Alguien que está en silla de ruedas puede recortar, mientras que alguien con un alto grado de discapacidad intelectual puede colorear. Así se complementan».

Por otro lado, en lo que respecta a los grupos de los municipios, destaca su gran labor social. «Tengo alumnas con las que además de hacer manualidades me he tomado un café. Las aulas son un punto de unión. Aquí las mujeres, que son el 95 por ciento, te cuentan sus cosas. En muchos casos para las personas mayores que viven solas las aulas se convierten en su punto de encuentro, de conexión con el mundo, sobre todo en invierno. Por eso, más allá de las cosas que hacemos, ésta es la labor realmente importante».

Aulas sociales. Los grupos de aulas sociales ascienden a 195 ubicados en 161 municipios segovianos. En total, son 1.324 personas las que participan en actividades como fomentar la comunicación oral y escrita, habilidades sociales, memoria o hablar sobre temas de actualidad. La cuota de inscripción es de 30 euros por 48 horas de dinámicas.

Raquel García, monitora del programa de Aulas Sociales del Centro Agrupado de Acción Social de Prádena, apunta a que lo más importante es que los participantes «estén activos». «A las personas mayores les hace arreglarse, vestirse y salir. Para mí estos programas son fundamentales en los pueblos porque les hace estar dinámicos y juntarse. Si no existiese hay mucha gente que alomejor no se relacionaba con el resto, por eso ésto les ayuda y les motiva».