El Ayuntamiento de Segovia aprobaba el miércoles, en Junta de Gobierno Local, la concesión de licencia urbanística para un proyecto privado de construcción de un edificio de dos alturas y 2.500 m2 de superficie sobre rasante que se destinará a residencia de estudiantes; previsiblemente, orientada a acoger a alumnos de IE University. Se ubicará en la calle Donantes de Sangre, en una parcela que se extiende hacia Radio Segovia, donde quedan restos del antiguo convento de San Agustín que serán demolidos, y propiciará una reordenación urbanística que «mejorará todo este entorno», valoró la alcaldesa, Clara Martín. Se creará un viario nuevo por la cesión de 310 m2 entre las dos calles citadas, así como una plazuela pública de 516 m2 bajo la cual se construirá además un garaje con capacidad para «un centenar» de vehículos, aparte de trasteros, que abarcarán 3.542 m2 bajo rasante y contribuirán a paliar el notable déficit de plazas de aparcamiento en superficie que sufren los vecinos del recinto amurallado, ya que a pesar de que la residencia y el garaje son parte del mismo proyecto privado, se gestionarán de forma independiente.
De la magnitud de esta operación da buena cuenta que su presupuesto de ejecución material ascienda a 4.050.000 euros; y el tiempo que podrían prolongarse las obras, «unos veinte meses», según Martín, a contar desde que el Ayuntamiento dé luz verde al proyecto de ejecución que la parte privada ya está «rematando», una vez concedida la licencia urbanística con proyecto básico.
Sobre los restos afectados del antiguo convento de San Agustín, «han sido estudiados arqueológicamente y los paramentos que se conservan no se consideran de valor», afirmó Martín, con lo cual se prevé su demolición, «ya autorizada por la Comisión de Patrimonio de la Junta».
Para la alcaldesa, por tanto, el proyecto será «positivo» en la medida que «se mejorará un entorno degradado»; los vecinos del casco ganarán plazas de aparcamiento; la ciudad, espacio público; y con las plazas en residencia, un descenso de la demanda de alojamiento en pisos por parte de estudiantes que, por su alto poder adquisitivo, disparan desde hace años los alquileres en el recinto amurallado.