El cielo de José Luis Cuerda en Pedraza

A.M.
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El director de cine José Luis Cuerda rodó en la villa medieval segoviana 'Así en el cielo como en la tierra' con la que Luis Ciges ganó el 'Goya' al mejor actor de reparto, en 1995

El cielo de José Luis Cuerda en Pedraza

En su trilogía de carga surrealista, compuesta por ‘Total’ y ‘Amanece que no es poco’ –la de más éxito–, el director de cine José luis Cuerda, fallecido este martes,  incluyó ‘Así en la tierra como en el cielo’, la mayor parte rodada en Pedraza, en 1994, donde el espacio celestial en el que se encuentra todos los personajes biblícos es España y, concretamente, la villa medieval que ofrece un paraiso convertido en un pueblo de la posguerra, incluido el cuartel de la Guardia Civil en cuyo acceso se leía ‘Todo por la patria celestial’, sobre los colores de la bandera roja y gualda.  

La sinopsis de la película, con la que Luis Ciges consiguió el ‘Goya’, en 1995, como mejor actor de reparto,  presenta el cielo como una copia absurda de la tierra, donde Dios Padre (Fernando Fernán Gómez), Jesucristo (Jesús Bonilla), la Virgen María (Mary Carmen Ramírez), San Pedro (Francisco Rabal), también sargento de la Benemérita; San Isidoro de Sevilla (AgustínGonzález), el maestro, y otros personajes bíblicos conviven al más puro estilo de vida castellano de posguerra. En general, ofrece una visión más humana de estos personajes, con las mismas miserias y deseos que tienen los seres humanos en vida. Por otro lado, deja entrever la supuesta evolución de la tierra desde los tiempos bíblicos y cómo ha llegado a convertirse en algo que ni un apocalipsis es capaz de corregir.

El también director de obras como ‘El bosque animado’, ‘La marrana’, ‘La lengua de las mariposas’ o ‘Los girasoles ciegos’, sostenía que cada cielo es distinto y el cielo español es similar al de cualquier pueblo de Castilla. 

El cielo de José Luis Cuerda en PedrazaEl cielo de José Luis Cuerda en Pedraza - Foto: NIETETerminadas las fiestas en honor de la Virgen del Carrascal de aquel  año del rodaje –uno más en Pedraza, esta pequeña localidad del cine–, el equipo de Cuerda se puso manos a la obra para adaptar los espacios a lo que debía ser la representación de la vida rural cotidiana trasladada al ‘más allá’. En realidad no era el cielo entero sino el que queda exactamente encima de España, lo que no es una tontería porque, por ejemplo, el de Francia tiene más comercio y las mujeres son distintas, sostenía el director. 

En la Plaza Mayor, se instaló un graderío de madera y carros, con un trono para el Creador, posiblemente el cerramiento empleado para conformar el ruedo de los festejos taurinos,  para celebrar el juicio final que Dios preparaba tras ser convencido por su Hijo de que el mundo necesitaba el Apocalipsis. Dios estaba preocupado por la marcha del mundo y decidió mandar un segundo hijo a la Tierra. Sin embargo, Jesús se entera y no está de acuerdo, ya que habría que reescribir la historia.

En otras escenas, la misma plaza sirve como espacio para un mercado y algunas calles engalanadas con banderas y colgaduras para un desfile procesional.  También contaba con  una fuente y un abrevadero, de cartón piedra, pero consiguiendo el efecto visual. La taberna, al aire libre,  estaba ubicada en un cerro, delante de una panorámica de la villa, Fueron dos semanas de rodaje donde la producción pagó tres millones de las antiguas pesetas al Ayuntamiento. Los interiores se rodaron en Talamanca del Jarama y otras escenas tuvieron como decorado natural Buitrago de Lozoya yPeñafiel.  

Como ocurre con otras películas muchos vecinos trabajaron como figurantes, en este caso personajes que había subido al cielo,  también llegados de la capital y de municipios próximos, hasta completar las 300 personas, cada una de las cuales cobraba una cantidad en torno a las 5.000 pesetas diarias. 

Mientras que Luis Ciges, Matacanes en la película, vagaba por las calles de Pedraza tras tomarse una copita con el fin de vencer la timidez, a la espera de ser llamado para rodar,  después de haberse tratado de aprender el papel, aunque siempre improvisaba para enfado del director, que generalmente terminaba admitiéndolo por la calidad artistica del personaje, Gabino Diego, en el papel de San Juan evangelista,  y Jesús Bonilla, el Jesucristo, con 33 años recién cumplidos, departían en la taberna delante de un vino. Había comenzado la acción en el inicio del rodaje de esta producción. El susto del día lo dio FranciscoRabal que permaneció en el hotel aquejado de un dolor en el tórax, aunque todo quedó en un susto después de la visita del médico. 

En Pedraza se vio a un Cuerda en estado puro, aunque esta película no tuvo el éxito que otras, pese al elenco  de importantes actores . 

 

Suficiente dosis de boina 

«¿Cuánto tiempo hace que no bajas a la tierra Gabrielito?» le pregunta Dios Padre (Fernando Fernán Gómez)  al Árcangal San Gabriel (GabinoDiego), a lo que éste responde:«¡Uy, la tira, 1.962 años¡» antes de que su divino interlocutor le atajara:«Yo lo que quiero es tener otro hijo».  Para hacer físico el cielo, José Luis Cuerda argumentaba que se había inventado un pueblecito castellano, donde Dios es el alcalde, mientras advertía que la película no debía «molestar a nadie que no sea proclive a la molestia, como para tratar estos temas con respeto pero poniendo ligeramente en solfa las cosas que la enseñanza de la religión nos ha hecho ver de una manera poco comprensible y poco defendible». Justificaba haber elegido el medio rural argumentando que «todos llevamos la suficiente dosis de boina en la sangre como para reconocernos, si somos sinceros, en las características más atávicas de nuestros antepasados».