Los curas de la diócesis celebran la fiesta de su patrón

DS
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Los sacerdotes han podido conocer de primera mano el resultado del trabajo de la Comisión para la Adecuación de la Diócesis a las necesidades pastorales actuales

Los sacerdotes homenajeados posaron junto a los obispos titular y emérito en la sacristía de la iglesia del Seminario - Foto: DS

Con la solemnidad que merece y las ganas de reunirse y celebrar tras dos años de pandemia que tanto han limitado; así han celebrado hoy los sacerdotes de la Diócesis a su patrón, san Juan de Ávila.

La iglesia del Seminario ha sido el escenario en el quese ha celebrado la Eucaristía con la que se ha rendido homenaje a quienes hoy celebran sus bodas sacerdotales, pero también a todo el presbiterio de la Diócesis.

     Arropados por sacerdotes, familiares, amigos y feligreses, los cuatro presbíteros homenajeados - Juan Pablo Martín Nieva y Mariano Tejedor por sus 65 años de sacerdocio, Cipriano Herranz por sus 70 años y Manuel González Cano por su 75 aniversario-  han concelebrado la Eucaristía, presidida por el obispo César Franco, que este año conmemora también sus bodas de oro en el ministerio sacerdotal.  Una celebración que también ha contado con la presencia del obispo emérito Ángel Rubio.

En su homilía, don César se ha erigido en portavoz de sus compañeros para recordar los años de ministerio, sin creerse aún que esté cumpliendo 50 años de sacerdocio. «Por delante de nosotros va el Señor resucitado que abre el camino», ha trasladado a sus hermanos presbíteros, asegurando que han dejado también al lado del río la red llena de peces, «símbolo de la pesca del Señor que se ha servido de nosotros, sus humildes pescadores».

Los sacerdotes homenajeados fueron ordenados en mayo, tiempo de Pascua, lo que le ha servido a Mons. Franco para alabar este tiempo litúrgico, tan importante en la vida del Señor y el ministerio sacerdotal. «El Señor nos ha llamado y nos ha puesto ante el mundo como luz de las gentes para la salvación hasta el confín de la tierra», ha asegurado el Obispo de la Diócesis para, a renglón seguido, mantener que «no tendríamos años» para cumplir la misión encomendada, «es algo que nos supera y nos trasciende», ha agregado.

Por eso, don César ha afirmado que hoy, día de San Juan de Ávila, es día para dar las gracias a todos los que han hecho posible que los presbíteros hayan llegado al ministerio. Ha aprovechado en este punto para agradecer al cardenal Tarancón que le ordenó, por los sacerdotes y profesores, por los amigos y por el pueblo santo de Dios «que ha hecho que pudiéramos serviles».

El Obispo se ha mostrado conmovido por sus compañeros mayores, y por su fidelidad como respuesta a la fidelidad de Dios. En un día como hoy, también ha dicho que es necesario someterse a la pregunta del Señor «¿me amáis?», para responder que, a pesar de las deficiencias de cada uno, «por supuesto que le amamos».

Durante su homilía, don César también ha hablado de la figura de san Juan de Ávila un referente cuya trayectoria puede desanimar a la comparación, pero, según ha asegurado, puede estimular a los sacerdotes para su ministerio. A renglón seguido, ha dado gracias a Dios por permitirle oficiar la Eucaristía porque «no hay nada comparable con el don de prestar mis labios y mis manos a Cristo para hacerle presente en medio de la comunidad».

Comisión para la adecuación de la Diócesis a las necesidades pastorales Antes de la Eucaristía, los sacerdotes han podido conocer de primera mano el resultado del trabajo de la Comisión para la Adecuación de la Diócesis a las necesidades pastorales actuales, integrada por sacerdotes y laicos de diferentes perfiles de la Diócesis. Una iniciativa que surgió de la Asamblea Presbiteral de noviembre de 2021 celebrada en Ávila.

El vicario general de la diócesis Ángel Galindo, el don Fernando Mateo y David San Juan han sido los encargados de presentar el documento que recoge el trabajo que los miembros de la comisión han desarrollado este último año. Un documento que, aunque no es definitivo, sienta las bases para desarrollar propuestas más concretas en el ámbito territorial y pastoral de nuestra Diócesis.

Así, tras la exposición de la fundamentación teológica se ha procedido a exponer el análisis realizado de la situación pastoral y territorial diocesana, especialmente en cuanto a situaciones a afrontar y resolver para, a continuación, proponer las líneas de actuación que sirvan de punto de partida para establecer acciones concretas.