Demasiadas responsabilidades, carga de trabajo y poca remuneración económica son algunos de los motivos por los que curso tras curso es más complicado para la Administración regional cubrir las plazas de directores en centros docentes públicos que se quedan libres bien por jubilación o porque la persona que lo desempeña ya no quiere seguir en el cargo. El reglamento que regula esta figura incluye unos incentivos económicos, así como una reducción de la carga lectiva, aunque los directores afirman que no es suficiente para compensar toda la carga burocrática, administrativa y otra serie de responsabilidades que conlleva aceptar dicho puesto.

Los sindicatos ya han alertado desde hace varios cursos de que muchas de las plazas ofertadas por la Consejería de Educación para ocupar el puesto de dirección en centros públicos de la Comunidad se quedan vacantes. Este año se ha vuelto a repetir la situación, ya que de las 338 plazas convocadas por la Junta tanto en centros de Educación Infantil yPrimaria, como en institutos, centros rurales o de adultos, entre otros, 116 no han recibido ninguna candidatura, es decir prácticamente una de cada tres puestos se queda sin nadie.

La Junta publicó recientemente la lista de admitidos y excluidos para estas vacantes, cuyo listado definitivo ya se ha dado a conocer. Si finalmente ningún profesor opta a dichas plazas en esos 116 centros repartidos entre las nueve provincias de Castilla y León, será la Consejería de Educación quien deba decidir «de oficio» en septiembre que persona «de confianza» de dicho espacio educativo ejerce las funciones de director.

Por provincias.

Por provincias, es curioso el caso de Soria, donde de los veinte centros ofertados, once se han quedado sin una sola solicitud, casi todos ellos en pueblos. En el lado contrario se encuentra la provincia de Valladolid, donde han recibido solicitudes para 44 de los 52 centros cuyas direcciones quedan vacantes. También en Zamora se han quedado diez plazas sin cubrir y doce en Segovia. En el caso de Burgos no se ha presentado solicitud en 28 de los 44 centros propuestos, entre ellos también algunos colegios de Infantil y Primaria de la capital burgalesa.

Desde los sindicatos educativos aseguran que esta situación se viene produciendo desde hace años, «en los que es difícil que haya directores para todas las plazas que se llegan a ofertar», asegura Pilar Gredilla, la presidenta de Anpe en Castilla y León, que añade que cuando llegue el mes de septiembre se volverá a producir la situación de muchos centros sin dirección para finalmente optar por uno de «oficio».

Desde Anpe recuerdan la importancia de la figura del director en el centro, que es el que se va a encargar de que se cumpla con el trabajo y con las líneas marcadas desde Educación, por lo que ve «fundamental» que dicho puesto sea cubierto por personal del centro que conozca y dé continuidad a los proyectos que se están desarrollando.

La presidenta del sector de educación de CSIFCastilla y León, Isabel Madruga, considera también que la falta de profesores que voluntariamente quieran ser directores es «un síntoma de que algo está fallando» y reclama un cambio en el modelo de elección. Además, indica que los cambios que se han producido con la nueva ley educativa Lomloe han cargado de más trabajo al equipo directivo de los centros «porque deben adaptar todos los documentos».