La Consejería de Sanidad destinó el año pasado 13,1 millones de euros a conciertos con entidades privadas de Castilla y León para sacar a 5.872 pacientes de la lista de espera quirúrgica y realizar 46.397 pruebas diagnosticadas. En todo caso, la Junta dejó claro que, según la última estadística de gasto sanitario público del Ministerio de Sanidad, Castilla y León es la comunidad que destina menor gasto a la actividad concertada sobre el total del desembolso, con solo un 2,9 por ciento frente a la media nacional que se situó en el 8,8 por ciento. Eso sí, el coste de los conciertos se ha duplicado desde 2019, cuando el desembolso por operaciones y pruebas llegó a los 5,9 millones. El último año, esa cifra se situó en 13,1 millones.
El mayor número de pacientes que se sometieron a intervenciones quirúrgicas en clínicas privadas en 2024, según la documentación consultada por la Agencia Ical, pertenecía al área de salud de León, con 1.739, seguido de Salamanca (955), Palencia (661) y Ávila (619).
El coste de los conciertos por operaciones por provincias está relacionado con el número de intervenciones. De esta manera, la derivación de pacientes para operarse en el área de León supuso un desembolso de 1,7 millones y de 1,5 en Salamanca. Por debajo de un millón estuvieron Burgos (973.267 euros), El Bierzo (938.168), Ávila (914.791), Valladolid Oeste (806.838) y Palencia (752.397).
Es decir, la provincia de León -al incluir la comarca del Bierzo- acaparó el 28,5 por ciento del coste del concierto con clínicas privadas. Por lo tanto casi, uno de cada tres euros correspondió a pagar intervenciones de pacientes leoneses. En el caso de Salamanca, significó el 16,5 por ciento del conjunto del desembolso, seguido del 10,3 por ciento del dinero gastado en Burgos.
El coste total de las pruebas diagnósticas superó los cuatro millones, que permitieron la realización de 46.397 exámenes radiológicos en centros externos y emisiones de informes. No en vano, fueron resonancias magnéticas nucleares (RMN), PET (tomografía de emisión de positrones), TAC (tomografía axial computarizada, ecografías y endoscopias.
Sanidad dio a conocer las pruebas diagnósticas y no el número de pacientes, al precisar que no existe «correspondencia» entre ambos. No en vano, precisó que un paciente puede haber precisado más de una prueba. Valladolid Este fue el área de salud con más pruebas, al acumular 13.169 en 2024, seguida de Burgos (9.451), Zamora (7.463), Valladolid Oeste (4.427) y El Bierzo (4.423). En León solo se concertó la emisión de informes de pruebas diagnósticas sin derivación de pacientes para realizarlas. Con estas cifras, la provincia vallisoletana acumuló casi cuatro de cada diez exámenes, al suponer el 38 por ciento.
El mayor número de pruebas en Valladolid Este y Burgos tuvieron su traducción en el coste, que fueron los más altos de la Comunidad, con más de millón de euros, en cada caso. Les siguieron Zamora con 724.245 euros, mientras qu eel resto de las áreas se quedaron a mucha distancia.
Evolución del gasto.
El desembolso de la Junta en los conciertos con la sanidad privada para intervenciones quirúrgicas no ha parado de aumentar en los últimos años, según los datos analizados por Ical, salvo los de la pandemia de la covid. De los 7,2 millones destinados en el año 2018 se pasó a los 4,5 millones, que cayeron aún más en 2020 (3,4 millones) y 2021 (3,5 millones). Posteriormente, en 2022 el coste se disparó hasta los 8,7 millones, aunque se contuvo en el ejercicio siguiente, con 7,9 millones en 2023, pero volvió a incrementarse el año pasado, hasta los 9,1 millones.
En el caso del dinero destinado a las pruebas diagnósticas, ha habido una subida gradual a lo largo de los últimos años: 2018 (1,8 millones), 2019 (1,4 millones), 2020 (1,8 millones), 2021 (2,4), 2022 (3,9 millones) y 2023 (4,7 millones). La única excepción se produjo el año pasado, cuando este gasto descendió hasta los cuatro millones de euros.
Por lo tanto, de los 5,9 millones que se llevaron las entidades privadas por realizar operaciones y pruebas durante 2019, año inmediatamente anterior a la pandemia, se ha pasado a los 13,1 millones del pasado ejercicio. Es decir, en tan solo cinco años se ha duplicado con creces el coste de los conciertos sanitarios.