El Acueducto de Segovia nunca deja de ser noticia pero, aunque a veces pueda parecer lo contrario, no precisamente por la cantidad de obras a las que se somete. De hecho, el Ayuntamiento espera restaurar este año seis pilares del tramo medieval, el que va por las calles Cañuelos Almira, y será la primera intervención de este tipo que se lleve a cabo desde 2014, aunque se espera seguir avanzando por este mismo tramo, empezando ahora por su parte más baja, una vez se firme el convenio marco que prepara el Ayuntamiento con la Junta y el Gobierno central.
Cierto que en estos últimos meses se han podido ver trabajos a lo largo de todo el tramo aéreo, pero 'sólo' para limpiarlo de vegetación, tarea que se espera completar en los próximos días. Asimismo, a mediados de 2020 hubo una pequeña actuación de retirada de cableado, aunque le afectaba por estar al lado, bajo el mirador del Postigo. Poco después, en el verano de ese mismo año, también hubo actividad en su entorno, si bien fue únicamente para realizar estudios que ayudaran a conocer más sobre los sillares y su estado de conservación, así como para elaborar una cartografía completa; en la línea de lo que sucedió a mediados de 2018 por otro estudio que entonces se centró en medir el impacto de las ondas sonoras. Y a pesar de que en marzo de 2019 se instalaron incluso andamios, no fue más que para poder retirar la pesada escultura original de la Virgen.
Así que hay que remontarse hasta el verano y otoño de 2014 para encontrar obras de restauración o reparación, aunque fueran menores, con un coste de apenas 30.000 euros. Fue cuando se intervino por humedades también en el tramo medieval, a la vez que se taparon oquedades, se aplicó un tratamiento contra la nidificación de palomas y se retiró lo que quedaba de la conducción de plomo que se puso a la vez que se abordaba la mayor restauración de las últimas décadas, la que se prolongó de 1992 y 1999 con casi seis millones de presupuesto.
La estructura de los 36 arcos destruidos por los musulmanes en 1072 y recuperados en el siglo XV (1483-1489) es mucho menos sólida que la romana y presenta más patologías. No es maciza sino que, básicamente, se limita a dos paredes de piedra rellenas con tierra y materiales diversos, de ahí que la exposición de este tramo a filtraciones sea más ostensible, dado que 'lavan' su interior.
SUBVENCIÓN ESTATAL. La restauración prevista será costeada por el Ministerio de Cultura, aprovechando que ya consignó una partida de 100.000 euros en los Presupuestos Generales del Estado de 2023, de cara a los compromisos de financiación que pudieran derivar del convenio marco de gestión a tres bandas que el PSOE ya se comprometió a promover con la Junta y el Gobierno. Es la primera subvención nominativa que se concede además al Acueducto, o a la ciudad vieja en su conjunto, desde que en 2013, aún en plena crisis económica y con el PP al frente del Gobierno central, se decidió eliminar.
La partida estatal está disponible, por tanto, pero no el convenio marco, pendiente de revisiones jurídicas que impiden fijar fecha para la firma, aunque la predisposición sea «buena» por las tres partes, según la alcaldesa, Clara Martín. Así que el Ayuntamiento, en coordinación con el Ministerio, ha optado por preparar una memoria programa que justifique la financiación de esta primera restauración de seis pilares, empezando por los más bajos del tramo aéreo, donde ya desde hace años se observan patologías como «arenización de sillares, fisuras en los mismos, deterioros superficiales o cristalización de sales», entre otras.
«La memoria programa ya la hemos mandado al Ministerio», confirma Martín, y una vez se obtenga el visto bueno estatal, el Ayuntamiento redactará el proyecto de ejecución para llevarlo a cabo, previo paso por Comisión de Patrimonio de la Junta. Martín apunta además que la idea es seguir avanzando de forma progresiva en la restauración del tramo medieval con nuevos proyectos en la misma línea, aunque se presume que los siguientes serán bajo el amparo de un convenio marco ya firmado que incluirá la creación de una comisión que defina la hoja de ruta, con próximas actuaciones y porcentajes de cofinanciación para cada una que se fijarán mediante acuerdos específicos sucesivos. Y mientras cuaja el propio convenio marco, con esta primera intervención como aperitivo para abordar lo que se considera que más urge.