Cuarenta años en danza

Cristina Sancho
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La agrupación centra su esfuerzo en la organización del Festival Nacional de Jotas, que cumple también su cuadragésimo aniversario.

El grupo, en la inauguración de una feria comarcal. - Foto: DS

El género musical no se le parece, pero el mérito de llevar 40 años sobre los escenarios lo cumplen igual, cada uno a su estilo. Si en 2023 el grupo Hombres G viene celebrando su gira aniversario '40 años y seguimos empezando', este lema bien se le puede aplicar al Grupo de Danzas Villa de Cuéllar: '40 años y seguimos danzando'. El grupo nació a mediados de diciembre de 1983 con el fin de fomentar y consolidar el resurgir de las actividades folklóricas en la localidad.

A lo largo de estos 40 años son muchas las personas de Cuéllar y Comarca que han pasado por él y que han recorrido toda España y parte del extranjero además de, por su puesto la provincia de Segovia. Su actual presidenta y socia fundadora, Conchi Bayón dice entre risas que en estos 40 años han dado la vuelta a España tres veces, y les ha dado tiempo a viajar al extranjero. De hecho, esta misma semana les han pedido que fueran a bailar a Sudamérica. Estos viajes fuera de España ya son más difíciles de realizar porque cada miembro del grupo tiene su vida y su trabajo y un viaje tan largo es difícil de cuadrar.

El grupo nace a raíz de un curso de bailes regionales en verano que surgió siendo concejal el historiador Juan Carlos Llorente. El cuellarano Paco Salamanca que por aquel entonces formaba parte del grupo El Candil de Madrid, propuso al Ayuntamiento hacer un curso de jotas ese verano y él mismo lo impartió. Tras la buena aceptación de los mismos, Llorente propuso a Conchi Bayón la creación del grupo y Salamanca fue el director artístico durante más de diez años enseñando los bailes, creando las coreografías… «Llamamos a la escuela de dulzaina que también estaba empezando en aquella época, yo me hablé con el grupo de rondalla de la parroquia y entre todos fuimos creciendo y levantando el grupo. Empezamos a conocer la música que había, las danzas de la zona, Paco nos enseñaba las coreografías…», comenta Bayón.

Conchi recuerda que los primeros ensayos los hacían en la iglesia de San Martín junto al castillo, que por aquella época no tenía techo, tan solo en la zona del ábside. En un díptico del grupo de danzas del año 1986 se recogen todas las actuaciones realizadas el año anterior con más de una decena, entre los pueblos de la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar, Nava de la Asunción, Valladolid, Medina del Campo, Málaga, Toledo, el Festival Nacional de Jotas del grupo y varias actuaciones benéficas entre ellas en la residencia de mayores El Alamillo donde cada Navidad desde su inicio acuden a bailar felicitándoles las fiestas. Tanto la actuación de la residencia como el Festival son dos clásicos dentro de la historia del grupo que en el próximo 2024 cumplirán 40 años.

En sus inicios el grupo lo componían 48 danzantes divididos en 14 parejas de baile, 13 cantantes y músicos de cuerda y 7 dulzaineros con su correspondiente tamboril. Además, se acompañaban de distintos instrumentos populares como las castañuelas, tejoletas, almireces y botellas. «El grupo de Cuéllar siempre ha sido muy completo con dulzaina y tamboril, rondalla y cuerpo de baile, además de la gente que éramos, aunque siempre ha habido pocos chicos porque cuesta que se sumen», apunta Bayón. En la actualidad son unas 30 personas bailando con edades entre los 14 y los 80 años. La Asociación tiene unos 50 socios, pero no todos bailan. En el momento más álgido llegó a contar con unos 50 danzantes y, aunque ahora la escuela es pequeña, llegaron a tener unos 200 alumnos a mediados de los años 90, cinco profesores del grupo de danzas, y hacían festivales infantiles.

Como todos los colectivos, a lo largo de su trayectoria ha tenido momentos buenos y menos buenos. En tres ocasiones ha estado a punto de desaparecer, pero al final ha logrado mantenerse. Sus componentes no son solo de Cuéllar, sino que a lo largo del tiempo también han tenido danzantes de otras localidades como Santiuste de San Juan Bautista, Santa María la Real de Nieva o más cerca como Arroyo de Cuéllar. Con ellos han viajado por infinidad de lugares. «Cada vez que salíamos fuera nos lo pasábamos muy bien. Hemos visto como los más pequeños han crecido y se han incorporado al grupo, como coinciden bailando padres e hijos, sobrinos, hermanos y por desgracia como hemos perdido a algún componente, pero nunca nos olvidamos de ellos», comenta.

A lo largo de la trayectoria del grupo han bailado en lugares tan singulares como la plaza del Pilar en Zaragoza, el mercado de la Boquería en Barcelona, la Plaza Mayor de Madrid, el auditorio Axa de Barcelona, en Vigo, Jerez de la Frontera -su primer viaje más lejano-  Sevilla, La Coruña, Vigo, Albacete… y han participado en distintos festivales internacionales, el más cercano Portugal. «Desde la pandemia han bajado el número de intercambios que hacemos con grupos de otras provincias. Ahora venimos haciendo una media de seis al año y en los momentos más intensos hemos llegado a hacer entre 25 y 30 intercambios. Desde julio a octubre estábamos liados casi todos los viernes, sábados y domingos», recuerda.

En 1997 forman parte de la Federación de Folclore Castellano Leonesa como socios fundadores y son miembros de la Junta directiva. Además, participan en el Concurso provincial de danza de Segovia Emperador Teodosio que ganaron en su primera edición en 2015 y también en 2018.
Durante todos estos años las anécdotas e historias darían para escribir varios libros. Entre risas comenta algunos viajes en los que se tuvieron que volver a Cuéllar sin bailar debido a un incendio o unas lluvias durante todo un día e incluso un incidente que los llevó a un juzgado de Asturias, al romperse el escenario en el que actuaban y hubo compañeros que acabaron con collarines y brazos y piernas rotas.

Desde sus inicios siempre han colaborado con distintas asociaciones como la AECC o el festival benéfico de Manos Unidas y durante más de 15 años organizaban un festival benéfico en el que todo lo que se recaudaba se enviaba a los lugares que habían sufrido algún tipo de catástrofe o desastre natural ese año o a Médicos Sin Fronteras. La alegría de los componentes de grupo se mantiene con ensayos cada semana y de cara a 2024 ya están pensando como celebra el 40 aniversario del Festival Nacional de Jotas Villa de Cuéllar que sirve como acto de presentación de la Corregidora, damas y madrinas de las fiestas y es sin duda el momento más importante del grupo.