De tripudos, vaquillas y gitanas

M.Galindo
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Luis Díaz Viana y Esther Maganto certifican el valor etnográfico del Carnaval de Arcones y su conexión con fiestas similares en la provincia.

Un momento de la fiesta carnavalera en Arcones. - Foto: Guillermo Herrero

La declaración de Manifestación Tradicional de Interés Cultural  que en septiembre de 2022 aprobó la Diputación Provincial para el Carnaval y Fiesta de la Vaquilla de Arcones dio carta de naturaleza a una de las manifestaciones culturales y etnográficas más singulares en el marco de las celebraciones que antes del inicio del tiempo litúrgico de la Cuaresma  tienen lugar por los cuatro puntos cardinales de la provincia.

Los rituales entere la vaquilla y los 'tripudos' sirven para escenificar el combate entre Don Carnal y Doña Cuaresma, tomando elementos comunes de las celebraciones paganas de carnaval en Centroeuropa en el siglo XVI, que posteriormente se tiñeron de una pátina religiosa en España.

Muchas han sido las publicaciones realizadas sobre esta peculiar celebración, a la que se añade este año la realizada por Luis Díaz Viana y Esther Maganto en el libro 'Ritual, tiempo y memoria. El Carnaval de Arcones y otras fiestas de Invierno', editado por el Instituto de la Cultura Tradicional Manuel González Herrero y la Diputación Provincial, que ha sido presentado esta semana.

En poco más de 200 páginas y con una abundante documentación gráfica, el libro no solo narra el origen y la historia del carnaval de Arcones, sino  las razones que han mantenido el ritual a lo largo del tiempo. Así, Díaz Viana señala que  en estas fiestas ligadas a rituales «todo lo publicado se centra en su origen ancestral, y en el libro se documenta y se dan pautas de comprensión para contextualizar el de Arcones, pero tan importante como eso es explicar porqué se sigue haciendo en determinados lugares, quiénes eligen hacerlo y qué significa para la gente seguir haciéndolo».

El germen de este trabajo parte del informe realizado por Esther Maganto en 2017 sobre esta fiesta integrado en el preinventario documental de bienes del patrimonio cultural inmaterial  desarrollado por la Universidad de Valladolid en las provincias de Burgos, León, Palencia, Segovia y Soria, que sirvió como punto de partida para desarrollar un libro que Díaz Viana ya tenía estructurado en su cabeza tras recibir el encargo de la Diputación Provincial.

Así, en este tiempo, la investigación y el trabajo de campo realizado por ambos investigadores ha permitido incluir en el libro algunas interesantes aportaciones, tales como la recuperación de aspectos como las 'danzas de gitanas', que se incorporarán al carnaval de Arcones de forma efectiva el próximo año, y que forman parte del cortejo que acompaña al carnaval.

Maganto destaca también la figura de los 'tripudos' enfrentados a la vaquilla fingida interpretada también por vecinos del pueblo, que se datan en 1955 en el pueblo, aunque existen figuras similares en otras fiestas como la de Bielsa (Huesca), donde se denominan 'osos'.

En este sentido, destaca la vinculación de esta fiesta a la forma de vida de las comunidades vinculadas a la ganadería, y señala que esta fiesta está relacionada con la trashumancia  y principalmente en el entorno del trazado de la cañada de la Vera de la Sierra. Por ello, el libro traza un mapa de celebraciones de 'vaquilla' en la provincia, enmarcadas en localidades como Fuenterrebollo, Santo Tomé del Puerto, Casla y Caballar, esta última recién incorporada y que pretende recuperar esta fiesta en el carnaval del próximo año. También se extiende a la vecina comunidad de Madrid, con fiestas similares en Colmenar Viejo o Fresnedillas de la Oliva.

El libro trata también de identificar a los protagonistas de la fiesta y su evolución, y en este aspecto, Esther Maganto destaca el papel que está realizando la Asociación Cultural 'La Cachucha' en la recuperación de algunos elementos de indumentaria tradicional con trajes de serrana, collares y trajes de papel documentados en fotos antiguas, así como de algunas 'Carnavalinas' - coplas populares que se cantaban en la época- .

«Arcones es una comunidad muy participativa, los vecinos arropan el carnaval aportando ropa, arreglando enseres, rescatando versos cantados… es un trabajo importantísimo que ha dado frutos en esta última década y que ahora podemos plasmar en este libro», asegura Maganto.