Luis Miguel de Dios

TRIGO LIMPIO

Luis Miguel de Dios

Escritor y periodista


2024

26/12/2023

En nuestra próxima cita ya estaremos en el 2024 y quizás, por ser fecha tan temprana, mantengamos los buenos propósitos y excelentes compromisos que solemos hacernos durante las navidades. Y escribo "quizás" porque la experiencia nos dice que, con el cambio de año, no cambia casi nada. Hay excepciones, claro, pero lo habitual es que, nada más pasar Reyes (o antes) volvamos a las andadas. Es decir, que seamos los mismos y hagamos lo mismo que a mediados de diciembre, aunque siempre abordemos el periodo navideño con grandes y positivas intenciones, pero, como decía Emilio, el de mi pueblo, "luego vendrán las mermas". Y las "mermas" son flagrantes incumplimientos, retorno a la rutina, olvidos interesados. Sería muy esclarecedor obligarnos a reflexionar, por ejemplo a mediados de enero, para saber qué fue de aquello que juramos llevar a cabo sin demora y "pase lo que pase". Probablemente, se nos caería la cara de vergüenza como ha ocurrido en otras ocasiones. Por eso, por la repetición, tenemos ya hecho callo y salimos indemnes del apuro. Hasta las próximas navidades; entonces sí, entonces sí que cambiaremos, cumpliremos y otros cuantos futuros imperfectos de indicativo. Ojalá este 2024 que se anuncia como "año nuevo" lo sea de verdad, pero no solo en el plano individual, sino, y especialmente, en el colectivo, en lo de todos, en esa sociedad de futuro que no acaba de enderezar el rumbo y en la que siguen mandando el egoísmo, las injusticias y las desigualdades con su terrible carga de miseria, hambre, violencia y muerte. Es una pena que las navidades sean únicamente un paréntesis, un oasis en un mundo donde el odio al "otro", incluso tachándolo de infiel, continúa marcando el devenir de los acontecimientos. Llega el 2024 sin que se atisbe ni un rayo de esperanza para las guerras de Gaza, Ucrania, Yemen, Sudán... ¿Va mejorar algo por el simple cambio en el calendario? Repito el "ojalá", mas tengo muchas dudas, si bien espero equivocarme esta vez y que el 2024 sea lo que hoy le pedimos. Pero, hombre, algo tendremos que poner de nuestra parte. Feliz año.