Bótox, rellenos con ácido hialurónico, aumento de labios, eliminación de lunares con láser, plasma rico en plaquetas, peeling médico, corrección de ojeras y bolsas... Son algunos de los tratamientos que anuncia en su escaparate la clínica de medicina estética MedSpa, situada en un local comercial de la calle San Francisco. Pero la lista continúa hasta los dieciséis y se completa con los otros más de sesenta que este centro también ofrece pero que solo anuncia en su interior. Y todos a pie de calle, al otro lado de la puerta, junto a las carnicerías, las joyerías o la farmacia que pueblan esta vía comercial de Segovia a muy pocos metros de la plaza del Azoguejo. Pero no es la única clínica de medicina estética que ha abierto sus puertas en Segovia en los últimos meses.

En la plaza de José Zorrilla, la posibilidad de ponerse bótox se ha convertido en uno de sus principales reclamos gracias a Dorsia, una de las mayores cadenas de Europa, valorada en cerca de 150 millones de euros. La medicina estética se extiende por al menos otros cinco locales comerciales de la ciudad y se prepara otra apertura en Gobernador Fernández Jiménez. «[Su augre] creo que es un cúmulo de circunstancias», señala el vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina Estética, Sergio Fernández. «Ha podido ser por la aparición de las redes sociales y a que la gente comenta casi que en directo los tratamientos que se está haciendo. Eso ha hecho que llegue de una manera mucho más fácil a la gente, pues antes  lo que funcionaba era el boca-oreja y si alguien era muy osado, buscaba en las páginas amarillas o en algún sitio de anuncios algún lugar donde hacerse procedimientos. Las redes sociales tienen la capacidad de llegar prácticamente a cualquier rincón del mundo y eso hace que gente que, por ejemplo, antes pensaba que igual los procedimientos eran dolorosos o tenías que estar de baja no sé cuántos días, ven ahora que no es así», comienza este doctor.

También ha bajado la edad media de quienes acuden a la medicina estética. Ahora se sitúa en torno a los 30 años en muchos casos, según la propia Sociedad Española de Medicina Estética. «Ha avanzado mucho y ya va mucho más allá de hacer una corrección de una arruga o de aumentar un labio. Se trata de hacer una verdadera medicina de prevención del envejecimiento. Ese concepto sin duda ha calado muy hondo en la sociedad. Gente que le gusta la buena alimentación, que hace deporte y que además quiere ver su piel saludable. Y la medicina estética tiene muchas herramientas que pueden contribuir a ese método de vida, un tanto más saludable, y que se alejan a lo mejor de la frivolidad», argumenta el doctor Fernández.

'Boom' de la medicina estética: oleada de apertura de clínicas - Foto: Rosa Blanco

Este sector lucha para sacudirse la mala imagen que ha arrastrado durante mucho tiempo, acentuada en los últimos meses tras el fallecimiento de una mujer de 34 años en Madrid tras someterse a una triple operación de cirugía estética. El Colegio de Médicos de Segovia no ha recibido ninguna denuncia contra los centros de este tipo de la provincia. Su presidente, Graciliano Estrada, recuerda que «si un centro se anuncia como de medicina estética, tiene que contar con un médico que sea el responsable de la actividad que en él se realiza». «Tiene que tener la unidad 'U.48' –el permiso para lllevar a cabo esos tratamientos– y tiene que haber un médico detrás que te reciba y al que tú puedas explicar lo que te está ocurriendo y que te abra una historia médico-clínica donde se recojan tus antecedentes», añade el vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina Estética. «Porque puede haber procedimiento que están contraindicados en un paciente. Por ejemplo, es algo muy común un paciente que viene que quiere hacerse un aumento de labios. Nuestra obligación es preguntarle si ha tenido antecedentes de herpes en el labio porque si nos dice que sí, no podemos hacer el tratamiento. Necesitamos hacer un tratamiento profiláctico previo de entre siete y diez días donde el paciente toma una medicación específica para evitar que vuelva a reproducirse ese herpes».

El médico-director de MedSpa, Juan Pablo Jaramillo, asegura que en su caso sabe sus límites. Desde hace quince años reside en Segovia, tiempo en el que ha trabajado en el Hospital General, en Atención Primaria y se ha especializado en la medicina estética. La clínica la abrió en diciembre del año pasado. «La oferta en Segovia no era muy amplia y vi que había mercado porque en clínicas de Madrid en las que he trabajado veía a muchos pacientes de Segovia», indica. Sus pacientes van desde niñas a mujeres de 80 años, y el bótox es el tratamiento más demandado. Es el rey, aunque también nos piden muchos rellenos con ácido hialurónico y tratamientos de rejuvenecimiento integral, como hilos tensores, y también nos vienen pacientes por consultas por acné o porque tienen muchos pelitos por cuestiones hormonales», explica el doctor Jaramillo.

COMPETENCIA. La competencia, dice, ha aumentado en los últimos meses en Segovia con la apertura de otras clínicas. Precisamente la extensa oferta existente ha propiciado precios más asequibles y ha democratizado el acceso a la medicina estética gracias en parte a la bajada del coste de los equipamientos. «Antes era para la gente con más poder adquisitivo. Ahora la clase media trabajadora se puede permitir gastar 100 o 200 euros», asevera Jaramillo. Sin embargo, la Sociedad Española de Medicina Estética alerta sobre posibles promociones engañosas en el sector. Los colegios de médicos cuentan con normas de publicidad específicas que prohíben sortear tratamientos o realizar promociones. «Que la gente desconfíe de los sorteos y de las promociones porque muchas veces lo que ocurre es que, por ofrecer precios reducidos, los productos pueden no ser de calidad, que no tengan la certificación correcta o que no se pongan en su totalidad, es decir, que lo que debe ser administrado para un paciente se administre para dos», advierte el vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina Estética.