«¿Cómo habrán hecho para subir esas piedras sin grúas hasta allí arriba?». Desde lo más alto del mirador del Postigo, Francisco no se explica la posibilidad de subir piedras de hasta media tonelada de peso a casi 30 metros de altura sin el empleo de medios mecánicos tal y como lo hicieron los romanos hace dos milenios para construir el Acueducto. La sorpresa y la admiración es compartida por los miles de turistas que en plena temporada estival llenan las calles del centro histórico de la ciudad para disfrutar de los monumentos y ser también testigos de las carencias e inconvenientes que padece una capital entregada en cuerpo y alma al turismo.
Francisco llegaba a Segovia el pasado miércoles desde Arcos de la Frontera (Cádiz) junto a su esposa y un grupo de amigos con el objetivo de conocer la ciudad en poco más de 10 horas de visita, ya que después hay que seguir ruta hacia otros destinos turísticos de la ruta que han emprendido por el centro de España. Tanto Paco como el resto del grupo admiran la grandiosidad del monumento romano y confían en sorprenderse de la misma manera al pisar el Alcázar, otro de los objetivos de su visita, aunque precisan que «si tenemos un rato, pararemos por la Catedral, que nos han dicho que es preciosa».
Con sólo unas pocas horas en suelo segoviano, el gaditano no se atreve a pronunciarse sobre lo menos bueno de Segovia, aunque reconoce que "nos ha costado dejar el coche, porque todo son zonas azules", haciendo referencia a la falta de plazas de aparcamiento disuasorio que existen en la capital.
Desde el norte, en una ciudad que comparte con Segovia su declaración de Patrimonio de la Humanidad como es Santiago de Compostela, Aitor expresa su admiración por el magnifico estado de conservación de los monumentos segovianos, y asegura que ello es fruto de un turismo «menos masificado» que en otras capitales. Como no, valora el Acueducto como la principal atracción para los foráneos pero considera que la ciudad no ofrece los recursos informativos necesarios para el resto del conjunto monumental. «La ciudad es fantástica, pero echo de menos que haya algo más de información en las calles que los haga visibles", explica.
También desde Galicia, Humberto llegó a Segovia acompañado de su familia para en esta ocasión recordar una primera visita realizada hace diez años que le dejó ganas de volver. Ahora, regresa junto a su familia para recuperar las imágenes de hace una década, con el impacto del Acueducto y la Catedral aún en la memoria. «Estamos en la sierra de Madrid, pero hemos decidido dedicar un día a Segovia para que los niños conozcan el Acueducto, y la impresión que se han llevado al ver lo grande que es el monumento ha merecido la pena», asegura. En la cruz de sus impresiones, señala que «no hay información in situ sobre los monumentos por los que hemos pasado al margen del Acueducto, y echamos de menos también algún tipo de información sobre lugares típicos para comer».
Margarita vino a Segovia hace 25 años con una excursión de varias amigas desde Mallorca y un cuarto de siglo después reedita el viaje junto a su pareja en el marco de una ruta por el centro de la ciudad. Serán pocas horas las que pasarán en Segovia, pero asegura que su intención es volver al Alcázar para recordar ese magnífico entorno monumental que inspiró a Walt Disney para algunas de sus películas. «Estamos encantados con todo lo que estamos viendo, sobre todo por la concentración de monumentos y lugares históricos en el centro de la ciudad», asegura la turista mallorquina, que también pone el acento en el aparcamiento como principal problema de la ciudad para los turistas, así como una mayor información sobre lugares y planes en la capital de la que conocen a Cándido y Pedro Delgado pero desconocen la vinculación con Antonio Machado y se sorprenden que aún se conserve intacta la pensión de la calle Desamparados en la que vivió cuando ejerció como profesor de Francés durante tres lustros.
La amplia oferta patrimonial de Segovia y la gastronomía son los elementos más valorados por Walter, que junto a su esposa e hijos llega desde Miami (EEUU) para expresar su asombro por el «respeto» que la ciudadanía profesa a su entorno histórico. «Es un entorno magnífico, bien cuidado que habla mucho y bien del cuidado que los ciudadanos prestan a sus monumentos», asegura este peruano afincado en Miami, al que también sorprende la variedad de restaurantes que ofertan el cochinillo en sus menús para el turismo. El precio de los servicios retrae al visitante, y Walter asegura que los aparcamientos y los menús resultan un poco onerosos para su bolsillo, aunque aprueba de buen grado el gasto «porque Segovia es preciosa».
María es una ciudadana colombiana afincada en Madrid que ha decidido obsequiar a sus suegros que por primera vez visitan España con un pequeño viaje a Segovia para conocerel Acueducto, del que ya habían oído hablar por su boca en alguna ocasión. «Se han quedado maravillados por su grandiosidad», asegura coincidiendo con la primera impresión de todos los que se sitúan bajo sus arcos por primera vez, y reconoce que a Segovia «no se le pueden poner muchos peros, si acaso los precios, pero es algo coyuntural».
En un viaje relámpago Juana de Arco pisa Segovia por recomendación de una amiga suya que le habló «de una muralla o un puente» instalado en la ciudad. La visión del Acueducto le despejó cualquier duda y quedó «extasiada» por el monumento. «Voy al Alcázar, al castillo de Disney», señala con un brillo de emoción en los ojos que, a buen seguro, es el que le impide discernir cualquier elemento negativo de su visita a la ciudad. «Para mi es perfecta», sentencia.
Para cualquier enamorado de la historia, Segovia ofrece muchas posibilidades de realizar un recorrido por algunos de sus periodos más interesantes. Así lo ha valorado Francisco, un catalán que eligió Segovia en el marco de la ruta que está realizando por el centro de España para perseguir vestigios de la historia antigua y medieval de España. «Lo que más me gusta es la estructura del Acueducto, que es fantástica», asegura; y valora también el románico y los vestigios medievales del centro histórico, aunque precisa que el inconveniente en este caso no reside en la ciudad, sino en el escaso tiempo del que dispone para verla. «A Segovia hay que venir con tiempo, no se puede ver en unas pocas horas», asegura.
Los motivos sentimentales son una excusa perfecta para llegar a Segovia. Así lo ha considerado Javier, que desde la vecina Guadalajara llega a la ciudad con el objetivo de «enseñar el Acueducto a mi novia y el Alcázar, que es el palacio de Walt Disney». Un corto pero intenso desplazamiento que ha servido para epatar a su pareja con la majestuosidad del monumento romano, al que añade también la posibilidad de conocer otras variables como las iglesias del románico o la propia gastronomía de la ciudad. «Hasta el momento, la experiencia está siendo muy positiva», señala el alcarreño, que en la balanza pone como contrapeso las dificultades para aparcar cerca del centro. «Hemos dejado el coche bastante lejos, y no sabemos si hay algún tipo de transporte público que nos acerque al centro», señala.
También en pareja viaja Miguel Ángel desde Murcia, en el primer viaje que hacen juntos desde que comparten vida en común. En este caso, la elección cumple el sueño de su pareja por conocer Segovia, algo «que quería hacer desde pequeñita». «Nuestras expectativas se han cumplido con creces», asegura el joven turista, que pone de manifiesto su satisfacción por lo que han podido conocer de la ciudad. Como contrapartida, se siente un poco «decepcionado» por el hecho de que no haya una mayor comunicación con el turismo a través de la información «para los que venimos de nuevas».
Informe. La foto fija realizada con las instantáneas de las impresiones de los turistas que visitan Segovia concuerda con la ofrecida en los distintos estudios realizados sobre el perfil del turismo en la capital, con los que las instituciones tratan de acomodar la oferta a la demanda de los visitantes. El último de ellos, realizado por la Universidad de Valladolid a instancias del Ayuntamiento de Segovia en 2016 pone de manifiesto que son los motivos vinculados a aspectos culturales los que tienen un mayor peso a la hora de elegir Segovia como destino de su viaje. El patrimonio, la gastronomía y el deseo por aumentar su cultura son las razones más valoradas por los turistas, sean nacionales o extranjeros, aunque son estos últimos los que tiene una motivación cultural más acendrada.
El informe pone de manifiesto también el notable índice de satisfacción de quienes visitan Segovia a nivel general, y la práctica totalidad aseguran repetir la experiencia y muestran su predisposición a compartirla en redes sociales.
El aparcamiento, las dificultades de movilidad por el centro histórico y el precio de algunos servicios son las notas negativas del turismo, aunque desde algunos sectores profesionales vinculados a este ámbito señalan que los turistas «están dispuestos a sacrificar su dinero por disfrutar de esta maravillosa ciudad», tal y como explican.