La estación de esquí Puerto de Navacerrada, la segunda más antigua de España y construida hace más de 70 años, está condenada al cierre definitivo por la intención del Organismo Autónomo Parques Nacionales, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, de no renovar la concesión de los terrenos, según un comunicado de la sociedad que gestiona la estación.

La nota añade que el Ministerio de Transición Ecológica parece no tener en cuenta que el puerto de Navacerrada sigue vivo gracias a su estación de esquí, que constituye un centro de actividad económica, deportiva y de turismo sostenible tanto para Navacerrada como para el resto de municipios colindantes de la Sierra Norte de Madrid y de la provincia de Segovia; aduciendo motivos sociales y ambientales de imposible justificación que consideramos necesario aclarar:

1. Los problemas de tráfico no se deben a la estación de esquí, sino al elevado tráfico en la carretera que une Madrid con Segovia, y a la existencia de un paso de peatones muy frecuentado que hace que la circulación se ralentice.

2. La actividad del esquí no genera la masificación de visitantes a la zona; la estación abre únicamente entre 70 y 90 días al año, y el aforo medio es de 500 esquiadores, cuya presencia además se restringe a las pistas.

Además, está más que demostrado que la presencia masiva de personas se produce fuera de la temporada de nieve.

3. El cambio climático no compromete la viabilidad de la estación; el agua de lluvia se recoge y almacena por la propia estación para innivar las pistas, y no ha habido ningún año que las temperaturas no hayan producido nieve. Además, de ser cierta la argumentación del Ministerio, la totalidad de las 38 estaciones de esquí que hay en España no serían viables. Por lo tanto, es un argumento que no se sostiene.

Las tres pistas que se desean suprimir son las que generan más días de esquí en el Sistema Central, por lo que esta decisión política supondría el cierre de la estación y la quiebra de la empresa al hacer inviable la explotación de la Estación de Esquí de Navacerrada. Además, en el plano social implicaría el abandono y la vandalización de las instalaciones, el despido de sus más de 30 trabajadores directos, así como la afección a más de 200 puestos de trabajo indirectos y a la actividad económica en los municipios cercanos, sobre todo en la época invernal que es cuando menos afluencia de visitantes y turistas acuden a la zona.
Y lo que es más importante: el cierre de la estación no solucionaría los problemas del puerto ni de su entorno.

Municipios como Cercedilla, Navacerrada, Becerril de la Sierra, Rascafría o La Granja de San Ildefonso se verán afectados por la disminución de turistas, en un momento ya de por si complicado para la economía y el empleo local como el que estamos viviendo desde hace un año por la Covid-19.

Cada euro que se gasta en un forfait de esquí, repercute en 6 € más de gasto en el territorio de montaña, por lo que cada estación de esquí es un motor económico imprescindible para las zonas de montaña, impulsando la actividad económica en hostelería, restauración, comercios, alquiler y venta de material deportivo, etc.
La estación de esquí es anterior a la declaración de Parque Nacional. La actividad de la estación de esquí Puerto de Navacerrada ha sido siempre sostenible y respetuosa con la conservación del entorno natural. Prueba de ello es que a lo largo del tiempo han sido numerosas las figuras de protección de los valores naturales de la Sierra de Guadarrama, siendo compatible la actividad deportiva con todas ellas, incluso con la declaración del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama en 2013. Y así lo demuestran todos los informes elaborados por los propios técnicos especialistas de Parques Nacionales.

Precisamente, la actividad de la estación de esquí ha supuesto un freno a la degradación ambiental y paisajística de la zona, pues muchas de las edificaciones están en desuso o abandonadas, mientras que la estación se ha ido renovando y se encuentra totalmente integrada paisajísticamente en el entorno.

Desde 1949, miles de personas han aprendido a esquiar en esta estación, que es parte del acervo cultural y social de la sierra de Guadarrama y una de las estaciones de esquí más emblemáticas de España. En sus pistas han aprendido a esquiar personajes tan importantes para este deporte como la familia Fernández-Ochoa. Hoy, miles de niños aprenden a esquiar en sus pistas cada año, gracias, entre otros, al programa ‘Madrid Nieve’.

Desde el siglo pasado, la convivencia de esquiadores con el entorno natural ha sido pacífica sin suponer ningún compromiso medioambiental. Esta decisión tan injusta ha generado una gran respuesta social en redes sociales y medios de comunicación. Iniciativas como #SalvemosEsquíNavacerrada o la recogida de firmas en www.change.org son un ejemplo de cómo la sociedad se ha posicionado en contra de esta decisión política sin fundamento. Por su parte, los responsables de la estación y sus trabajadores han pedido ya una reunión urgente al Organismo Autónomo Parques Nacionales, adscrito al Ministerio de Transición Ecológica para trasladarles su desacuerdo con la decisión y las nefastas consecuencias que pueden comprometer no solo para la viabilidad de todo el puerto de Navacerrada, sino para muchos pueblos serranos, y un paso
más en la degradación ambiental de este enclave tan privilegiado.