«Nuestra actividad está absolutamente condicionada por la existencia de unos presupuestos prorrogados que nos impide llevar a cabo varias de las acciones que teníamos en nuestro programa y que nos retrasa», aseguraba el jueves el alcalde, José Mazarías, al ser preguntado por la prensa sobre su balance de los dos primeros meses de mandato. «Seguramente sea lo más importante, pero la sensación es buena, día a día vamos teniendo mayor conocimiento de la situación del Ayuntamiento», matizó.
«Hay varias propuestas para las que nos hemos encontrado con dificultades, como para construir dos campos de fútbol en Nueva Segovia para los que no existe crédito, o para algunas obras que son importantes, o la creación de las Brigadas de Intervención Urgente (para atender con más celeridad reparaciones en el viario y el mobiliario urbano), o para hacer revisiones de algunos de los contratos que tenemos, como por ejemplo el de FCC(empresa adjudicataria de la recogida de basura y limpieza viaria) y el de autobuses (Avanza)», enumeró el alcalde.
Del servicio de FCC sí valoró que se haya puesto en marcha un «plan de choque de emergencia de limpieza» en todos los barrios, «una actuación fabulosa con visibilidad desde el primer momento», dado que considera que «se está notando». En cuanto al transporte urbano, en el programa electoral del PP figuran acciones como una nueva app que incluirá la opción de usar un bono virtual en el móvil, facilitar el pago en el bus con tarjeta o «mejoras» en las líneas 4, 1, 5, 11 y 12, entre otras cuestiones.
TRIBUTOS Y PRESUPUESTOS. Ya en su primer lunes como alcalde, dos días después de tomar posesión el sábado 17 de junio, Mazarías avanzó que finalmente renunciaría a aprobar unos presupuestos específicos de 2023 y que continuaría con los de 2022 prorrogados, contando con llevar a cabo modificaciones puntuales sobre la marcha. Asimismo, este jueves reafirmaba su intención de llevar a pleno los presupuestos de 2024 antes de acabar el año, igual que las ordenanzas fiscales (impuestos y tasas), que deben ir antes (en torno a octubre). Claro que la aprobación definitiva y entrada en vigor de nuevas cuentas suele producirse dos o tres meses después de la aprobación inicial, de modo que no será hasta entonces cuando las medidas atascadas por falta de crédito empiecen a salir adelante.