La precariedad económica de las familias tiene un impacto directo sobre los más pequeños de la casa hasta el punto de que Plataforma de Infancia destacaba ayer que España tiene la mayor tasa de pobreza infantil de la Unión Europea: el 27,8 por ciento de los niños vive en situación de pobreza monetaria y 2,2 millones de menores crecen en hogares con ingresos inferiores al umbral de pobreza (10.888 euros para una persona y 21.185 para familias de dos adultos y dos niños).
Son datos del Análisis de la Encuesta de Condiciones de Vida con Enfoque de Infancia 2023 hecho público por el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza que se celebra hoy, en el que apela a los partidos políticos a situar la lucha contra la pobreza infantil en el centro de la agenda política en la próxima legislatura.
Según el informe, uno de cada 10 menores tienen carencias materiales severas, las que sufren quienes no pueden permitirse comer carne cada dos días, calentar su casa de manera adecuada o afrontar gastos imprevistos, entre otros indicadores; el porcentaje más elevado en comparación con los demás grupos de edad (821.000 menores de 18 años).
La Plataforma indicó que España es poco eficiente a la hora de luchar contra esta problemática y lamentó que las transferencias sociales solo alcanzaron al ocho por ciento de los menores y únicamente lograron reducir la tasa de pobreza en 7,5 puntos, cuando la media europea está alrededor de los 16 puntos.
«Estos datos enfatizan la importancia de implementar políticas adaptadas a la realidad de la infancia y adolescencia. Hay que aprender de las experiencias exitosas y adoptar enfoques que garanticen un progreso más equitativo y efectivo en la protección de la infancia en España», indicó su director, Ricardo Ibarra.
Entre las propuestas de las entidades de infancia para reducir esas situaciones de pobreza, destacan la aprobación de una ayuda a la crianza de carácter universal a través de deducciones fiscales reembolsables en el IRPF, avanzar en la universalización de la educación entre cero y tres años de calidad, garantizar el acceso al comedor escolar a estos niños y avanzar en la Garantía Infantil Europea, que todavía está pendiente de implementación completa en España. Consideran que una ayuda a la crianza universal reduciría la desigualdad en el acceso a beneficios fiscales por parte de los hogares con rentas más bajas y ayudaría a prevenir de este modo la pobreza infantil y su intensidad.?
También, la educación de cero a tres años juega un papel clave en la reducción de las diferencias socioeconómicas y el acceso a comedor escolar puede contribuir a mejorar la situación de pobreza y exclusión social en la infancia, señalan. En España, el 17,8 por ciento de las escuelas primarias carecen de este servicio, algo que afecta especialmente a la infancia vulnerable, recuerda la plataforma.
Para las entidades de infancia, es esencial completar la Garantía Infantil Europea que permita el acceso gratuito de los niños, niñas y adolescentes a una serie de servicios esenciales como educación, nutrición, vivienda adecuada, sanidad y participación.
«La situación de la infancia debe ser uno de los grandes temas que vertebre un posible acuerdo de Gobierno. La perspectiva de infancia, así como medidas específicas para avanzar en el pleno disfrute de derechos de los menores deben estar presentes en el acuerdo para seguir avanzando durante la XV legislatura», concluyó Ibarra.