Un cómodo hogar más allá del cuartel

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La Residencia Logística Militar 'General García Loygorri' albergó en 2022 a más de 3.600 huéspedes y recibió 1.875 solicitudes de militares para apoyo a la movilidad y descanso

Fachada de la Residencia 'García Loygorri' - Foto: Rosa Blanco

Segovia es ciudad militar y artillera desde hace casi tres siglos. La Academia de Artillería y el Parque y Centro de Mantenimiento de Sistemas Acorazados número 2 (PCMASA) son las instalaciones militares que han dado carta de naturaleza a la ciudad en las Fuerzas Armadas, pero  hay un pequeño reducto casi desconocido para el gran público pero muy valorado por los militares que tienen que buscar un lugar para vivir temporalmente mientras desarrollan su trabajo en alguno de estos lugares, o llegan a la ciudad por razones de servicio.

En la calle General Santiago, entre los vestigios de lo que fuera el Regimiento de Artillería número 41, se ubica la Residencia Logística Militar (RLM) 'General García Loygorri', que recibe su nombre del primer artillero distinguido con  la Cruz Laureada de San Fernando e impulsor de la renovación del Real Colegio de Artillería.

Su misión no es otra que hacer posible la movilidad geográfica de los componentes del Ejército que precisen alojamiento por razones de servicio, bien por asignación de un nuevo destino o por comisión de servicios en una localidad distinta a la habitual de residencia de su familia.

Una de las habitaciones de la residenciaUna de las habitaciones de la residencia - Foto: Rosa BlancoLa ubicación - casi equidistante con la Academia y la Base Mixta- le hace el lugar idóneo para albergar a aquellos militares que llegan a Segovia, pero no es esta la única ni la mejor ventaja que tiene. Su director, el teniente coronel Carlos Muñoz Domínguez, destaca el esfuerzo realizado en los últimos años para equiparla con todo lo necesario para dar comodidad y ambiente «casi de hogar», alejándola de un ambiente «cuartelero», según sus palabras.

La historia de la residencia se remonta a los años 50 del pasado siglo, cuando las actuales instalaciones de la residencia estaban destinadas a acoger a los oficiales del RACA 41, y el edificio contiguo era la residencia de suboficiales. En 1952, el incendio del Hospital Militar ubicado en José Zorrilla - actual sede de la Delegación Provincial de Educación- obligó a trasladar a los enfermos a la residencia de suboficiales y concentrar en el otro edificio a oficiales y suboficiales.

Tres décadas después, se emprende una completa remodelación del edificio, dotando a todas las habitaciones de aseos completos y modernizando el resto de servicios, y desde 1985 funciona como Residencia Logística.

Fachada de la Residencia 'García Loygorri'Fachada de la Residencia 'García Loygorri' - Foto: Rosa BlancoActualmente, la RLM cuenta con 11 habitaciones dobles y 2 individuales, lo que supone un total de 24 plazas, cuyos usuarios pueden permanecer alojados hasta un máximo de tres años, dependiendo de las circunstancias de su destino. El teniente coronel Muñoz señala que las prioridades para aceptar las solicitudes de alojamiento son para aquellos oficiales, suboficiales y tropa permanente con destino en Segovia y procedentes de otra provincia, que concentran la mayor parte de peticiones que tiene que tramitar el centro.

Cuando no hay solicitudes para su uso principal, se atienden las que llegan como residencia de descanso, demandadas principalmente en fines de semana, puentes festivos o en los meses estivales, que están creciendo de manera exponencial en los últimos cinco años como una alternativa al ocio para las familias de los militares que exprimen esta posibilidad.

Así, las estadísticas que maneja el propio centro señalan que en 2022 se recibieron en la residencia un total de 1.875 solicitudes, de las cuales se aceptaron el 53 por ciento -986 - mientras que el 47 por ciento restantes tuvieron que ser rechazadas por falta de disponibilidad, anulaciones o por no acreditar el derecho al uso.

De este modo, la RLM  tubo un total de 3.773 ocupaciones, de las que el 66 por ciento fueron para apoyo a la movilidad - 2.436-  y el 34 por ciento restante para descanso.

La demanda de la residencia ha llegado a generar en algunos momentos del pasado año listas de espera de hasta seis personas, aunque en  la actualidad la rotación de las plazas permite atender las peticiones sin gran demora, según explica su director.

Pese a ello, la RLM piensa en grande, y  Muñoz Domínguez asegura que una posible ocupación del edificio situado junto a la residencia podría duplicar el número de plazas residenciales,  dando un mejor servicio al ampliar la oferta. "Recibimos muchas solicitudes colectivas de unidades que vienen a Segovia a hacer ejercicios en el simulador de la Academia de Artillería - explica- así como para cursos de perfeccionamiento, y si los cambios previstos en la estructura logística en Segovia se concretan con la llegada de nuevas unidades, sería deseable contar con más medios y más eficientes".

Con el futuro como incógnita, la RLM sigue preparándose para dar el mejor servicio a sus clientes, y en los dos últimos años ha emprendido una serie de obras de mejora que han conseguido alejar su imagen de un albergue militar, optimizando para ello todos los recursos disponibles.

Así, se han cambiado todas las puertas instalando cerraduras de apertura con tarjetas, y las habitaciones cuentan ya con instalación de aire acondicionado. En su interior, se ha llevado a cabo una atractiva reforma con pintura de paredes y papel pintado para dotarlas de personalidad propia, y se han restaurado el mobiliario dándole una pátina de modernidad. De esta manera, las colchas de las camas individuales con el escudo heráldico de la residencia son el único motivo identificativo de una habitación que cuenta con TV de individual y wifi, como las de cualquier hotel de categoría media-alta.

La residencia no dispone de servicio de comedor ni cafetería, aunque cuenta con cocinas en las que los residentes permanentes pueden cocinar y con la posibilidad de emplear frigorificos y refrigeradores para almacenar comida; pero si dispone de servicio de lavandería de la ropa de cama y aseo.

Otro de los cambios significativos se ha obrado en la decoración de las zonas comunes - biblioteca, sala de lectura y televisión, comedor y pasillos de las habitaciones- con elementos y empresas segovianos. Así, las puertas y ventanas han sido decoradas con vidrieras en la puerta de entrada y vinilos en las puertas acristaladas, realizadas por la empresa segoviana Vitrex, y la instalación de una colección de fotografías de Segovia y provincia del fotógrafo segoviano José Luis Mayoral, con las que la residencia quiere ofrecer una visión general de Segovia a quienes vienen de fuera.

Como detalle, la mejora del aspecto exterior de la residencia ha motivado la demolición de la garita ubicada a la izquierda del edificio, con el fin de conseguir una imagen «mas acorde con el entorno urbano y alejada del o que fue un acuartelamiento tradicional», señala el teniente coronel Muñoz.

La vinculación con Segovia no sólo se muestra en los adornos de la residencia, sino en la decidida apuesta por emplear proveedores segovianos en distintos suministros. De este modo, el 98% de los 33.000 euros anuales que gasta en diferentes servicios, lo hace en empresas locales, y ocho personas de Segovia trabajan en los servicios externalizados de limpieza y vigilancia y control de accesos.