Un Jueves Santo complicado por el tráfico y los accidentes

EFE
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La segunda fase de la operación salida de Semana Santa, que se inició este miércoles y terminará el próximo lunes 10, es la más importante en cuanto a volumen de desplazamientos y se prevén 9,4 millones de viajes, unos 1,5 millones diarios

Tráfico a la altura de Rivas, en Madrid - Foto: Alberto Ortega

Varios accidentes y una gran afluencia de coches complican la circulación en las carreteras en la mañana del Jueves Santo, con kilómetros de retenciones que se van trasladando desde las salidas de Madrid hacia las provincias limítrofes, sobre todo por la A-3 y la A-4 en las provincias de Cuenca y Ciudad Real, respectivamente.

Como ya preveía la Dirección General de Tráfico (DGT), la mañana de este jueves, junto con la tarde de ayer, iban a concentrar la mayor salida de coches desde las grandes ciudades hacia los destinos turísticos o de segundas residencias para disfrutar de las vacaciones de Semana Santa.

De hecho, la segunda fase de la operación especial de tráfico de Semana Santa, que concluirá la medianoche del próximo lunes 10 de abril, al ser ese día fiesta en seis comunidades autónomas, es la más importante en cuanto a volumen de desplazamientos, ya que se prevén 9,4 millones de viajes, lo que supone 1,5 millones diarios, casi un 2,5 % más que el pasado año.

Según datos de la DGT, pasadas las once de la mañana varios accidentes hacían más difícil la circulación por diferentes puntos de la red viaria.

Entre ellos, el vuelco de un camión frigorífico que ha obligado a cortar la calzada sentido Valencia de la autopista del Mediterráneo AP-7 a la altura de Benissa (Alicante) y que provoca tres kilómetros de retenciones.

El accidente se ha producido por la colisión por alcance entre dos camiones a la altura del kilómetro 625, con uno de los conductores leve y el otro ileso, aunque el vehículo frigorífico ha volcado y ocupa los dos carriles de la calzada sentido Valencia. Tráfico ha habilitado desvíos.

También en la AP-7 otro siniestro afectaba a la fluidez de la circulación en Altafulla (Tarragona) en sentido Amposta, mientras que otro en la AP-1 en Pancorbo (Burgos) retenía el tráfico en dirección a la capital burgalesa.

Unos tres kilómetros de retenciones sufría la A-8 en Castro Urdiales (Cantabria), mientras que otros accidentes obligaban a los conductores a bajar la velocidad en la A-5 en Santa Cruz de Retamar (Toledo) en sentido Badajoz, y en la A-4 en Manzanares (Ciudad Real) hacia Córdoba.

Además, otro siniestro con varios vehículos implicados congestionaban la salida de Madrid en la A-5 a la altura de Navalcarnero.

Atascos en salidas de Madrid hacia Valencia y Burgos

Independientemente de estos accidentes, la intensidad circulatoria provocaba retenciones en las salidas de Madrid por la A-1 a la altura del Circuito del Jarama y por la A-3 en Fuentidueña del Tajo.

Y como muchos conductores han madrugado para salir de la capital, las retenciones se trasladaban a provincias como Cuenca, en la A-3 a la altura de Tarancón y Villares del Saz en sentido Valencia; o en la de Ciudad Real en algunos puntos de la A-4 hacia Córdoba.

Por el norte, la A-8 era una de las vías más afectadas por la afluencia de coches, sobre todo en la provincia de Bizkaia a la altura de Abanto y Ciérvana en dirección Cantabria.

Muy complicada estaba la frontera con Francia en la AP-8 a su paso por Irún.