El fin del «miedo» a la covid hunde la vacunación de refuerzo

David Alonso
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Castilla y León pasa de una cobertura de inmunizados del 90% en las primeras dos dosis y del 65 en el primer refuerzo a poco menos del 25 en la actual campaña

Inicio de la cuarta dosis contra la covid hace unos meses en Ponferrada. - Foto: César Sánchez (Ical)

Tres años después de que se notificasen los primeros casos de un desconocido virus llegado de China; tras un año de la explosión de contagios de la Ómicron; y diez meses desde el fin del uso obligatorio de la mascarilla en espacios interiores, surge un pregunta:¿Ha perdido la sociedad el miedo al coronavirus?. «Si». Esta es la respuesta unánime que dan los expertos consultados por este periódico, que no ocultan que lo que se convirtió en el mayor tormento del planeta entero desde la segunda guerra mundial está agotando sus últimas horas como pandemia. El fin de las restricciones, la vuelta a la normalidad en la práctica totalidad de los ámbitos de la vida, y la menor virulencia de los contagios han relajado a una población que lucha contrarreloj para que el 'paréntesis' 2020-2022 sea un mal recuerdo.

«La gente ha perdido el miedo al coronavirus, es indudable», señala el presidente del Colegio de Médicos de Castilla y León,José LuisDíaz Villarig. Reflexión compartida por el resto de expertos, que, como el catedrático de Inmunología de la Universidad de Valladolid, Alfredo Corell, secundan esta tesis:«La gente se ve con más inmunidad y ya no tiene ese miedo que había en 2020». El también divulgador científico añade una segunda variable, y pone la mira en las administraciones, a las que acusa de tener una «relajación clarísima en el mensaje de vacunación». «Es cierto que ha disminuido la percepción del riesgo entre la población, porque no tenemos una onda en curso de covid como en otras épocas, y eso hace que la gente no considere urgente ponerse la dosis de refuerzo», sentencia la directora general de Salud Pública de la Consejería de Sanidad, Sonia Tamames.

Precisamente en ese indicador, la cobertura de la segunda dosis de refuerzo –popularmente conocida como cuarta dosis–, es donde mejor se visualiza el cambio de percepción dentro de la sociedad a la hora de convivir con la SARS-CoV-2. Castilla y León ha pasado de una tasa de vacunación del primer ciclo completo (las dos primeras dosis, o una en el caso de Janssen) superior al 90% de la población, a un 25 por ciento de la actual campaña para la cuarta dosis. En términos absolutos los números hablan por sí solos. 2.159.403 castellanos y leoneses tienen inoculadas las dos primeras vacunas, frente a los menos de 600.000 que han optado por acudir a la cuarta dosis.
«La aceptación que tuvo la primera pauta completa y la primera dosis de recuerdo fueron elevadísimas, pero se producen con dos características que ahora no se dan», valora Sonia Tamames, que recuerda que en aquel momento la campaña de vacunación «se dirigió a toda la población, porque entonces las variantes eran muy agresivas para personas sanas y jóvenes, y estábamos en una situación en la que teníamos ondas epidémicas sucesivas».  

Diferencias de edad

Hecho que contrastan las cifras oficiales que la Consejería deSanidad maneja sobre vacunación, y que revelan como la cuarta dosis apenas se ha inoculado entre los menores de 50 años, frente a la buena aceptación entre los más mayores. Solo dos de cada cien castellanos y leoneses menores de treinta años cuenta con la cuarta vacuna contra la covid administrada, cuando este mismo grupo etario rozó el 90% de inmunizados con el primer ciclo completo –los menores de cinco años no han sido vacunados en ningún caso–. Algo similar ocurre en la población de mediana edad (entre 30 y 70 años), que han pasado de una cobertura vacunal del 92% en las dos primeras dosis, al cinco por ciento de la última. Frente a esto, los mayores de 70 años de Castilla y León han respondido con creces al llamamiento de Sanidad y el 75% han vuelto a poner el brazo para recibir el cuarto pinchazo. «Es innegable que hay que seguir insistiendo en la vacunación, y que la gente se debe seguir inmunizado», sentencia el presidente delColegio de Médicos de Castilla y León.

«La vacunación de la cuarta dosis está recomendada para estas personas más vulnerables y para los que con menos de 60 años tengan alguna patología crónica, pero el resto de la población, si lo desea, puede ponérsela, aunque el beneficio no es de tan gran magnitud que para las personas vulnerables», añade Sonia Tamames, mientras que el catedrático de Inmunología de la UVA, Alfredo Corell ratifica que es «un refuerzo que veo muy claro en personas de riesgo». No obstante, reconoce que para el resto de la población «no está claro que necesite el refuerzo». «No hay evidencias científicas que lo refuercen».

¿Y ahora qué?

Los expertos consultados siguen sin atreverse a poner una fecha de 'defunción' a la pandemia, aunque no ocultan que cada vez está más próxima. «Tal y como está evolucionando, con Omicron como la variante predominante, sería previsible que se transformara en un virus endémico y catarral», apunta Alfredo Corell, que pide esperar a la primavera «para saber la evolución de un virus, que hasta ahora no se ha comportado de forma estacional». En una dinámica similar, la directora general de Salud Pública pronostica que la covid-19 «pasará a ser un virus invernal como la gripe y la bronquiolitis». «Será un virus más», resume, y avanza que el fin de las restricciones en China puede acelerar este proceso: «La pandemia se dará por concluida una vez que se termine de infectar al grueso de la población mundial».