El rondeño que amó Segovia

M.G.
-

La muerte del pintor Jesús González de la Torre entristece el panorama artístico por la pérdida de un artista que amalgamó su pasión por el arte con la literatura y la divulgación

Jesús González de la Torre - Foto: DS

El año 2023 pasará a la historia de la cultura en Segovia por la perdida de algunos de sus referentes más importantes del último siglo. Hace algunas semanas, el fallecimiento del arquitecto y Maestro Mayor del Alcázar José Miguel Merino de Cáceres teñía de luto la vida cultural segoviana, y el pasado 17 de septiembre la muerte del pintor Jesús González de la Torre era anunciada a través de las redes sociales de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, institución a la que pertenecía desde 1980. Segovia y Ronda, Ronda y Segovia marcaron la vida y la obra de un pintor que ocupa por derecho propio un lugar de honor en el arte contemporáneo del siglo XX.

Nacido en Madrid, González de la Torre inició su andadura vital cursando estudios de Derecho, pero la pintura, tras pasar por el Círculo de Bellas Artes, pudo más, recibiendo sus primeras nociones de manos de su tío, el pintor Eugenio de la Torre Agero, y el apoyo del fotógrafo Alfonso Sánchez García. Su primera muestra individual, celebrada en 1954 en la Cárcel Vieja de Segovia, dio paso a una actividad expositiva incesante que aún continúa en plena ebullición, siendo más de cuarenta las celebradas a lo largo y ancho de la geografía española, europea y norteamericana; destacando, por citar algunos ejemplos, las celebradas en Sala Alfil (Madrid; 1958), Galería Neblí (Madrid; 1967), Galería Il Vaglio (Florencia, Londres, Nueva York, Montreal; 1970-1976), Galería Schneider (Nueva York; 1975), ARCO (Madrid; 1985-1986), Casa del Siglo XV (Segovia; 1991), Fundación María Zambrano (Vélez-Málaga; 1998), Sala Fundación Unicaja Ronda (Ronda; 1999), Galería Claustro (Segovia; 2004), el Convento de Santo Domingo (Ronda; 2008) o la Sala de Exposiciones de La Alhóndiga (Segovia; 2013).

Asimismo, sin abandonar su singladura expositiva, han sido más de un centenar las muestras colectivas que han contado con ejemplos de su trabajo, destacando citas emblemáticas como Amigos de Zabaleta (Biblioteca Nacional, Madrid; 1960), Homenaje a Rafael Alberti (París; 1967), 15 Pintores Marginales (Madrid; 1979) Pintores del Museo Nacional de Arte Contemporáneo (Madrid, 1981), Bodas de Diamante del Cubismo (Madrid; 1986). Paisajes Intergeneracionales (Academia de Roma; 2003), La Casa del Siglo XV (Museo Esteban Vicente, Segovia; 2004) o Caneja, sus contemporáneos, sus amigos, su estela (Segovia; 2006).

González de la Torre, fue un pintor viajero volcado en el paisaje,  donde a través de esta especialidad ha recorrido y captado en su pintura, en mayor o menor medida, la esencia escénica de múltiples países y culturas. Paisajes y escenarios que, en muchas ocasiones, recorrió en compañía de amigos, entre los que  destacan pintores como Pinto-Coelho, Barjola, Francisco Mateos, Ramis, Cossío, Díaz Caneja o García Ochoa.

En su obituario, la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce destaca que la obra de Jesús González de la Torre parte de los paisajes de Segovia y Ronda, con obras plenas de materia y próximas al expresionismo. Su estancia en Nueva York, a mediados de los años setenta, coincide con la inclinación de sus formas hacia la geometrización.  La exposición individual de homenaje a San Juan de la Cruz, en La Casa del Siglo XV de Segovia, fue decisiva para su consolidación en el panorama artístico nacional. De aquella muestra, celebrada en 1991, quedó el libro 'Jesús G. de la Torre en su transparente pintar', con prólogo de María Zambrano y epílogo de Julio Cortázar.

Colaborador literario en periódicos y revistas, su vinculación a la poesía resultó esencial en su carrera. González de la Torre participó en numerosos encuentros poéticos nacionales, especialmente en los relacionados con el poeta Rilke. De hecho, es autor de varias obras literarias, entre ellas una biografía de la poeta Alfonsa de la Torre y otra dedicada a la relación de María Zambrano con Segovia.  A la Academia de Historia y Arte de San Quirce llevaba vinculado desde 1980, cuando  fue elegido académico correspondiente. Numerosos premios y reconocimientos jalonan su trayectoria, entre ellos la Medalla de Plata de Arte Universitario (1956) o el Premio Aniceto Marinas a la trayectoria artística.