El plan de ruta para el Barcelona la próxima campaña, toda vez que en el actual curso apenas le queda el objetivo de confirmar el segundo puesto de LaLiga que le clasifique para la próxima edición de la Supercopa de España, pasa por la contratación de un mediocentro posicional que tape el agujero que Xavi Hernández no ha podido tapar esta temporada tras la dolorosa salida de Sergio Busquets.
Las opciones son innumerables, pero la delicada situación financiera del club catalán lo reduce todo a unos pocos escenarios dependientes todos de los ingresos que se consigan en las próximas semanas. De primeras, algunos acuerdos de patrocinio podrían darle un buen empujón financiero a la entidad, que también espera la apertura del mercado de fichajes de verano para valorar una posible salida de un gran jugador que aporte la flexibilidad suficiente para acometer una gran contratación en la medular.
Xavi suspira por Joshua Kimmich. El pasado verano ya le regaló elogios, pero sería el movimiento más complicado de afrontar, sobre todo porque, para que el alemán recale en el cuadro azulgrana, se debería ingresar una gran suma de dinero por otro futbolista. En este caso, el mejor colocado parece ser Ronald Araújo, por el que el Bayern se pensó ofrecer el pasado invierno hasta 90 millones de euros.
Pero si el germano no puede llegar, al técnico egarense también le gusta Amadou Onana. El jugador del Everon presenta un perfil muy distinto a Kimmich, siendo más una pieza de ida y vuelta, de físico privilegiado y con menos dotes de ofrecer cierta jerarquía con el balón en los pies.
El otro gran deseo del preparador catalán es Martín Zubimendi, el pivote internacional por España de la Real Sociedad del que también ha llegado a hablar muy bien. Se trata del sustituto natural de Busquets, de un rol muy similar y con habilidades parecidas.
Pero si nada de esto lograra salir adelante, Guido Rodríguez parece ser el mejor colocado, sobre todo porque el mediocentro del Betis llegaría al Barcelona a coste cero y con la carta de libertad.