Victoria Lafora

Victoria Lafora


Más difícil todavía

30/07/2023

El voto de los residentes en el extranjero ha complicado, aún más, las posibilidades de Pedro Sánchez de seguir en Moncloa. Tampoco logra salvar a Feijóo de una investidura fallida, aun teniendo un diputado más. Seguimos, pues, en el laberinto de un futuro incierto con la espada de Damocles de una nueva cita electoral.

Si ya iba a resultar arduo convencer a Puigdemont para que los suyos se abstuvieran y dieran la presidencia al PSOE, ahora se necesita que voten "sí", y eso va a ser peliagudo. Los nacionalistas apremian al Gobierno en funciones para que las negociaciones comiencen ya, pero Sánchez quiere dejar enfriar los ánimos y confía en que presionados los unos por los otros acaben cediendo.

Lo más complicado va a resultar que, en esa labor de seducir a Puigdemont, los de Esquerra no se sientan ninguneados y suban el precio de sus votos. De momento, van a hacer una consulta a su militancia.

Por eso la consigna es: calma hasta el diecisiete de agosto, cuando se constituyan ambas cámaras con la elección de los presidentes y las mesas y los nombres den una pista de por donde se decantan los grupos políticos. Por cierto, la mayoría del PP en el Senado todavía pone más difícil la gobernabilidad al PSOE. Los senadores de Feijóo pueden retrasar la aprobación de leyes. Su voto en contra obligaría a devolver al Congreso todos los proyectos de ley, que habrían de aprobarse en segunda instancia.

Y, mientras los emisarios de Ferraz y Génova se quedan sin vacaciones, tratando de encajar las piezas de este puzzle infernal, medio país se ha echado a la carretera buscando el mar o la montaña. La ciudadanía ha cumplido con su deber democrático y ahora quiere soluciones concretas a los problemas. La inflación sigue altísima y no es consuelo el mantra de que esta por debajo de la media europea. Las hipotecas se llevan los sueldos y la compra de vivienda es casi un imposible. La banca vuelve a resultados de muchas cifras pero sigue cerrando oficinas y obligando a los clientes a una relación telemática que complica la vida de los mayores.

La Administración del Estado, que cerró sus ventanillas por la pandemia, no las ha vuelto a abrir. Ya han desaparecido las mascarillas, incluso en los hospitales, pero para cualquier trámite, desde gestionar el paro, una baja, o los trámites de jubilación, o te manejas muy bien con el ordenador o conseguir una cita es un imposible.

Cumplido su deber cívico, los españoles exigen ahora que la Administración funcione.