Talitha Kumi une Segovia y Cochabamba

M.G.
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La organización radicada en la parroquia de Santo Tomás cumple sus bodas de plata manteniendo la colaboración con los proyectos asistenciales de la parroquia de Santa Mónica

Los niños de Santa Mónica reciben alimento gracias a la asociación. - Foto: Talitha Kumi

Poco más de 9.000 son los kilómetros que separan Segovia de Cochabamba, una ciudad boliviana que se ubica en el centro del país a casi 3.000 metros de altitud y con una población cercana al millón de habitantes.

Desde hace 25 años, la solidaridad ha reducido sensiblemente la distancia entre ambas capitales gracias al trabajo de la Asociación Santo Tomás Apóstol para el desarrollo de los niños en Bolivia 'Talitha Kumi', que este año cumple sus bodas de plata manteniendo intacta la ilusión y el esfuerzo por colaborar con los colectivos más vulnerables de esa zona.

Todo comenzó a finales de 1997, cuando un viaje de voluntariado realizado por un joven feligrés de la parroquia de Santo Tomás a esta ciudad abrió la puerta a la colaboración con la parroquia de Santa Mónica, en el barrio de Santa Ana del Mayorazgo en Cochabamba.

Con el apoyo de Julio Alonso, párroco de Santo Tomás, comenzó la colaboración con la parroquia boliviana, que con una población de 50.000 habitantes, cuenta con zonas de extrema pobreza que afectan de forma especial a la población infantil.

Un año más tarde, se crea la Asociación 'Talitha Kumi', que toma su nombre del episodio del Evangelio de San Marcos en el que se narra la resurrección de la hija de Jairo al pronunciar estas palabras, cuyo significado en arameo es 'despierta, niña'.

Carlos Rubio, actual presidente de la oenegé segoviana, señala que el espíritu que marca este episodio es el que ha marcado el trabajo de la asociación, siempre buscando a través de su trabajo el pequeño milagro de ofrecer ayuda constante y eficaz a la comunidad parroquial con la que colaboran desde hace 25 años.

Rubio señala que la población de Cochabamba se ubica en la clase media-baja, con importantes focos de miseria en los que es importante intervenir para evitar su cronificación.

De este modo, el trabajo realizado por Talitha Kumi en este tiempo ha cristalizado en mejoras en la atención sanitaria, cursos de alfabetización, cocina o textiles y de forma especial en la labor del centro asistencial 'Gerónimo Usera', atendido por las Hermanas del Amor de Dios junto a los párrocos, sacerdotes que proceden de la diócesis de Tarazona (Zaragoza) y que atienden esta parroquia desde hace 30 años.

En este centro se presta atención a un centenar de niños, a los que se les facilita desayuno y almuerzo, así como apoyo escolar y asistencia médica, psicológica y odontológica tanto a ellos como a sus familias.

A lo largo de este tiempo, Talitha Kumi se ha desvivido para obtener los recursos económicos necesarios para mantener la atención a esta comunidad.  Rifas, conciertos, sorteos y el apoyo de las instituciones locales han sido fundamentales para ello, al igual que el donativo de los 120 socios con los que se soporta el trabajo de la asociación.

«Nuestro principal objetivo es seguir colaborando en el desarrollo de esa comunidad -explica Rubio- y para ello tenemos que ser constantes en este trabajo de captación de ayudas y de sensibilización de nuestros socios».

Como en la mayor parte de asociaciones de esta índole, el problema fundamental reside en el relevo generacional, ya que la actual directiva «comenzamos a ser mayores» según asegura el presidente, que precisa la necesidad de llegar a los jóvenes para que en ellos cale este mensaje solidario". Asimismo, potenciarán el apoyo de empresas locales y de los apadrinamientos a familias, que permiten que la ayuda se diversifique y se canalice de forma más eficaz.