Cruzada contra la contaminación acústica en 17 tramos de carreteras autonómicas de Castilla y León. La Consejería de Movilidad y Transformación Digital contará a la vuelta del verano con los planes de acción para hacer frente al ruido que genera el tráfico rodado en 13 grandes corredores viarios de la Comunidad, pertenecientes a siete provincias, con el fin de articular soluciones.

El departamento que dirige María González Corral ha encargado la redacción de los planes de acción de los mapas estratégicos de ruido de la red de carreteras de Castilla y León. Este contrato, ya en ejecución, se produce tras la revisión de los informes sobre esta materia que emitió en enero de este año, al ser la base para planificar la actuación de su Consejería en el futuro.

Asimismo, los planes harán una revisión de las acciones implementadas hasta la fecha para combatir el ruido, donde se ha rebasado los valores límite o se han incumplido los objetivos de calidad acústica. También, con su evaluación y sus propuestas para los próximos cinco años, buscarán «proteger las zonas tranquilas» y el «campo abierto», de acuerdo a la normativa. Todo ello, en el marco, de una estrategia a largo plazo que quiere poner en marcha la Junta, así como en un análisis del coste en función de la eficacia y los beneficios.

Las vías afectadas son aquellas que tienen un tráfico superior a tres millones de vehículos por año y, que por lo tanto, generan un ruido considerable. En ellas, se analizará la afección de la población por kilómetro de carretera, para determinar las «zonas más críticas» y se designarán las áreas «prioritarias» de actuación y de «priorización» de la intervención, mediante un método «multicriterio».

El estudio incluirá la integración y uniformización de los datos sobre la exposición y afección de los mapas estratégicos del ruido para facilitar su análisis, según la información facilitada a la agencia Ical. En concreto, incorporará una memoria con una descripción de las zonas donde se superan los valores límite y donde se plantearán medidas, además de analizar las aplicadas en el pasado. También se hará un inventario de las pantallas acústicas, así como una zonificación y una evaluación de los desarrollos urbanísticos.

Vías afectadas

En concreto, algunas de las vías afectadas que aparecen en este proyecto son el tramo entre Osorno (Palencia) y Burgos, entre Onzonilla y Santas Martes y entre El Burgo Ranero y Sahagún (León) de la Autovía del Camino de Santiago (A-231), así como entre Palencia y Magaz de la A-610, y en la Autovía de Pinares (A-601) entre Tabanera la Luenga (SG-211) y Segovia y entre Valladolid y Santiago del Arroyo, en la provincia vallisoletana.

También figuran otros tramos más urbanos entre San Andrés del Rabanedo y Lorenzana de la CL-623; la CL-631 entre Ponferrada y Cubillos del Sil y la LE-713, entre Fuentes Nuevas (N-VI) y Camponaraya (A-6) en León. Además, incluye la P-405 entre Palencia y Villalobón (P-410), y en Salamanca, la CL-510 entre la capital y Calvarrasa de Arriba y la SA-300 entre la ciudad y Villamayor (Salamanca).

Por último, en la provincia segoviana, figura la CL-601 entre la circunvalación SG-20 y la rotonda del Pontón Alto, la CL-601A entre esta glorieta y la SG-20 y la CL-605 entre la capital y la CL-607. A ellas se suman otras vías con mucho tráfico como la VA-113, entre Valladolid y Santovenia, y CL-605, entre la ZA-610 y la capital zamorana.