La Asociación Segovia Sur y CaixaBank han hecho entrega de los premios al emprendimiento rural 'Incubadora rural', que han ido destinados a Pilar Sanz, dueña de 'La Fragua Gastronomía' (Torreiglesias); Mamen Hernando, dueña de 'Eventos con Serendipia' (El Espinar); Rachel Bervialle, propietaria de 'Zentro Yoga Acupuntura' (Sotosalbos) y Roxana Pall, dueña de 'La Casita' (Arcones).

Estos negocios han sido seleccionados como los cuatro mejores proyectos innovadores ubicados dentro del ámbito geográfico de Segovia Sur y, por ello, han recibido una ayuda directa de 1.000 euros al mismo tiempo que la posibilidad de incorporarse a un programa de formación y acompañamiento en la 'incubadora online' puesta en marcha por la entidad y RuralTalent para conectarlos con otros emprendedores rurales y ofrecerles una formación transversal online de hasta 35 horas. 

El objetivo de esta convocatoria, la cual comienza este año su andadura, es reconocer, apoyar y visibilizar a las personas emprendedoras y empresas del territorio con proyectos innovadores y capacidad de generar empleo que contribuyan a fijar población en el medio rural, así como mejorar la calidad de vidad de sus habitantes.  Además, con esta iniciativa se pretende promover el espíritu emprendedor, favorecer el reconocimiento social de los emprendedores, fomentar la imagen positiva del empresariado como generador de riqueza y empleo, potenciar y favorecer las alianzas entre emprendedores rurales y entidades, instituciones y organismos vinculados a la creación de empresas y la innovación, estimular la creación de nuevos negocios y la generación de empleo en el medio rural y el asentamiento de población en el territorio. 
La presidenta de la Asociación Segovia Sur, María del Socorro Cuesta, revela que la iniciativa nace de un convenio con CaixaBank a través del programa 'Tierra de Oportunidades' ya que se persiguen los mismos objetivos, «fomentar el emprendimiento, fijar población y el desarrollo rural», explica. «Creo que cualquier ayuda por pequeña que sea siempre es un incentivo para el trabajo que se realiza en el medio rural», revela Cuesta.

A esta convocatoria de ayudas han concurrido un total de 14 proyectos que cumplían los requisitos, entre los que se encontraba que las ideas presentadas fueran actividades creadas o estuvieran en creación en los doce meses anteriores a la convocatoria o ideas de negocio para emprender en un plazo máximo de doce meses desde la resolución de la convocatoria o que estuvieran asentadas en el territorio de Segovia Sur. 

«El 70 por ciento de los proyectos que se presentaron estaban encabezados por mujeres», señala Cuesta, quien incide en que «las mujeres se están lanzando mucho en el emprendimiento en el medio rural y nosotros además consideramos que son una pieza clave para el desarrollo. La mujer asienta población, crea empleo y lucha por la igualdad, por lo que es importante incentivarlas y que se animen a emprender».

Pilar Sanz, propietaria de 'La Fragua Gastronomía' (Torreiglesias)

«Apostar por el pueblo es una manera para que  no muera el medio rural»

La Fragua Gastronomía es un espacio gastronómico en el que se puede encontrar una tienda de alimentación de uso diario, un rincón gourmet con productos locales y una parte dedicada a la comida para llevar por encargo.

Pilar Sanz decidió abrir este negocio hace menos de dos meses por amor. «Me enamoré de mi pareja y vine a vivir a Torreiglesias», revela. En la decisión de abrir una tienda influyó que en la localidad no tenían ningún servicio. «No hay tiendas, solo estaba el bar. Para comprar algo tenías que ir a Segovia o a Turégano», explica. Algo que ahora, con la Fragua, ha cambiado. «Además de dar un servicio, la tienda es un punto de encuentro». 

Además de encargarse de la tienda, Pilar, quien es sumiller y asesor gastronómico, da vida al municipio con la realización de catas y comidas temáticas. 

«Apostar por el pueblo por el que vives es una manera de apoyo al medio rural para que no se vaya muriendo poco a poco y se mantenga la vida de los pueblos».
Con el dinero del premio Incubadora rural ha decidido comprar género para su tienda. «Los principios son muy durillos y hay que llenar la tienda. Quiero ponerla a punto. Además, cada vez está todo más caro», revela.

Mamen Hernando, propietaria de 'Eventos con Serendipia' (El Espinar)

«Todo son gastos cuando intentas abrir tu propio negocio»

Mamen Hernando descubrió su entusiasmo por la decoración de candy bar en 2021 tras el bautizo de su hija. «Organicé el bautizo cuando aún había Covid-19. A la gente le daba miedo ir, pero yo quería celebrarlo así que hice un candy bar e hice paquetes individuales de todo. A la gente le gustó y mis amigas me dijeron que por qué no me dedicaba a ello». Y ese fue su punto de inflexión. Desde entonces, no sólo se encarga de la decoración del candy bar sino que también de la repostería que se incluye dentro. «Me he tenido que ir formando en repostería para poder hacer todo lo que me pedían», revela.

Ahora, la ganadora de uno de los premios Incubadora Rural, explica que además de la visibilidad que le otorga a su negocio, con los 1.000 euros está acondicionando un local en el que contará con obrador, tienda y un espacio para el montaje de los candy bar. «Tengo tanta demanda que necesito un sitio en el que hacerlo», señala, pero añade que «todo son gastos cuando intentas abrir tu propio negocio, por lo que la ayuda es de agradecer». 

Su instalación en el medio rural, concretamente en El Espinar, se debe a que es el lugar en el que tiene su clientela, además de que vive en la zona.

Rachel Bervialle, propietaria de 'Zentro' (Sotosalbos)

«El poder ayudar a la gente con sus dolencias es súper agradecido»

La pasión por el deporte, el cuerpo humano y la cultura oriental de Raquel Bervialle es lo que han hecho que se decante por montar su propio negocio: Zentro, lugar en el que imparte terapias manuales como el quiromasaje, la acupuntura o los masajes tibetanos. A esto se suman las clases y talleres de yoga y pilates, además de eventos en los que colabora. 

«El poder ayudar a la gente con sus dolencias es súper agradecido y me mantiene muy ilusionada cada día», revela.

Rachel comenzó a ver a pacientes en su casa, hasta que uno de ellos le comentó la idea de alquilar su actual local, una consulta en Sotosalbos, en la que lleva ya más de un año. «Me lancé un poco», revela. «Además, con las clases, avivo un poco el pueblo».

El dinero obtenido en la convocatoria 'Incubadora rural' lo destinará a materiales con los que poder continuar con su trabajo. Además, tiene en mente la creación de una plataforma online a través de la cual poder complementar los tratamientos para que el paciente pueda entrenar solo en su casa. «Tiene que haber un trabajo por parte del paciente, porque si no es muy difícil recuperarse de una lesión. Por eso quiero crear esta plataforma, para ayudarles». 

Roxana Pall, propietaria de 'La Casita' (Arcones)

«Recorremos más de 400 kilómetros a la semana para traer producto local»

La dedicación es una de las cualidades de Roxana Pall, quien un día a la semana recorre más de 400 kilómetros para llevar hasta su pequeña tienda ubicada en Arcones productos de vendedores locales de la provincia de Segovia. «Vamos a por los huevos de Oca cerca de Cantalejo, a por los lácteos a Samboal, a por los licores a Navas de Oro, a por el queso a Sacramenia, a por el embutido de buey a Cuéllar, etc. Es un consumo muy cercano con el que buscamos dar más visibilidad al producto local y echar una mano a los productores», explica.

'La Casita' cumplía en febrero un año de andadura, el cual comenzó gracias al ofrecimiento de un local municipal por parte del Ayuntamiento de Arcones. «Era accesible y nos gustó porque al estar en una zona de paso vimos que el negocio tenía oportunidades», apunta Roxana, quien comparte negocio con su pareja, Iván Monedero. 

Además de ser una mujer concienciada con el medio rural, ha creado el mobiliario de su local a partir de materiales sostenibles. 
Roxana desvela que, con el dinero que han conseguido en la convocatoria, han podido adquirir más productos para la tienda.