En el apartado dedicado al primer equipo en su página web aparecía dos veces el nombre de Daniel Pérez y, en cambio, faltaba el de Mario Nevado, una de las incorporaciones. Un pequeño error que refleja la vorágine en la que se encuentra inmerso el Balonmano Nava, comprometido en la profesionalización de su estructura como premisa para disfrutar de un feliz reencuentro con la Asobal. Este viernes en la cancha del Fraikin Granollers (20.00 horas) inicia la segunda etapa de su historia en la máxima categoría del balonmano español. 

El equipo que entrena Álvaro Senovilla es uno de los 16 clubes que intentarán acercar el fin de la hegemonía del Barça, aunque a día de hoy eso parece imposible. Por eso, los naveros se centrarán en lograr la permanencia y en disfrutar de los enfrentamientos contra históricos como los propios Barça y Granollers, Ademar León y Bidasoa Irún.   «Creo que estamos preparados para empezar», señala Senovilla, que esta semana solo tenía la duda de Andrés Moyano. El resto están disponibles para jugar.

Es el año I sin Carlos Villagrán, el capitán y el líder indiscutible de una generación de canteranos naveros que, apoyados por un puñado de jugadores foráneos, consiguieron llevar al Nava a Asobal desde categorías regionales. Tras colgar las zapatillas, Villagrán se ha incorporado a un cuerpo técnico que no variará su estilo de juego. «Yo es que no conozco otro tipo de balonmano», remarca Senovilla, que pide a su equipo competitividad, y a los astros, que les respeten las lesiones: «Eso te hace las cosas más fáciles porque la temporada se hace muy larga».

La plantilla mantiene el bloque del ascenso con algunos fichajes. El de más relumbrón es Isaías Guardiola, internacional con la selección española y un veterano curtido en mil batallas. A sus 38 años llega en Nava al décimo club de una carrera en la que puede presumir de haber ganado en dos ocasiones la Copa del Rey y de haber disputado una final de la Liga de Campeones con el Ciudad Real y el Atlético de Madrid, además de haber jugado en equipos de Alemania, Francia y Dinamarca. También es hermano gemelo de Gedeón Guardiola, dos veces campeón de Europa y una del mundo.

«Cómo va a ser la competición te lo marcan un poco las primeras jornadas porque ahora vamos todos un poco a ciegas. No ha habido muchos cambios en los banquillos y en principio debería ser una liga igualada. Partidos sin grandes diferencias que se deciden por detalles», apunta el técnico del Balonmano Nava, quie tiene claro cuál debe ser el objetivo de su equipo: «Es la permanencia, somos los últimos en llegar a la liga. Sería muy pretencioso pensar otra cosa. De los seis últimos ascensos que se han producido, cinco han descendido después. Nosotros intentaremos romper esa estadística, pero estamos dentro de ella queramos o no».

Senovilla ve el proyecto maduro para consolidarse en Asobal. «Lo que pasa es no solo depende de la ilusión que tenemos o de la gran afición y directiva que tenemos detrás. Hay muchos factores que no se pueden controlar. Nava tiene ventajas, como donde está ubicada o la experiencia previa que tenemos en Asobal, pero también creo que todo el mundo sabe las limitaciones del equipo. Eso facilita también el trabajo de todos. Primero del cuerpo técnico y luego de los jugadores que no tienen que pensar en que hay ambicionar cosas más grandes a corto plazo. Nosotros no tenemos esa presión que pueden tener otros», reflexiona el entrenador.

El Nava afronta un comienzo de temporada complicado. Tras visitar este fin de semana el feudo del Fraikin Granollers, se estrenará en casa contra el Sinfín y volverá a rendir visita a otro de los grandes, el Ademar León. Para el duelo en Nava de la Asunción contra el Barça habrá que esperar a la jornada ocho (28 de octubre). Otras fechas marcadas en rojo en el calendario en la primera vuelta son el derbi contra el Atlético Valladolid (jornada 10, 11 de noviembre, en Nava) o la visita al BM Logroño La Rioja (jornada 11, 18 de noviembre), donde se volverá a reencontrar con el navero Miguel Ángel Velasco, quien repite en el banquillo del conjunto riojano.

«Yo creo que Logroño ha hecho una buena plantilla, puede estar muy arriba y se puede divertir con su juego; Valladolid dé quizás un salto de calidad; y me gustaría que nosotros rompiéramos los parámetros», indica Senovilla sobre cuál puede ser el equipo sorpresa esta temporada. «Confiamos mucho en nuestro trabajo y creemos que tenemos un equipo competitivo, pero tampoco podemos aseverar, que vamos a ser la revelación ni tampoco lo pretendemos. Nosotros queremos hacer nuestro trabajo cada semana, intentar competir e intentar buscar que la posibilidad de ganar esté abierta siempre», añade.

El Nava llega al estreno después de una pretemporada en la que ha dejado buenas sensaciones. En su última prueba cayó por tan solo un gol contra el Ademar León en la Copa Castilla y León. «Vamos a afrontar todos los partidos con la ilusión de poder hacer las cosas bien y de tener la posibilidad de estar en el partido para poder llevarnos los puntos. Es la idea que tenemos en esta primera jornada contra Granollers, aunque supongo que nadie en Granollers estará pensando en que le puede ganar un recién ascendido», concluye Senovilla. En la recepción que ofreció al club el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, el máximo mandatario del Nava reivindicó la filosofía de la entidad: «Somos un pueblo apasionado por el balonmano, muy pequeñito, que potenciamos los valores que desde pequeños hemos visto, que son que hay que intentar ganar, pero que si no se consigue se da la mano al rival y al partido siguiente». Hola de nuevo, Asobal.