En busca de otro techo para Aurelio

Sandra Segovia
-

Lleva 20 años viviendo en las calles de Segovia pero quiere cambiar de vida. Su amiga Maribel ha publicado su caso en redes sociales para buscarle un hogar en el que poder estar junto a su perro

En busca de otro techo para Aurelio

«Como la vida es bastante injusta, me gustaría que todos los que compartís conmigo el Facebook y os consideráis mis amigos compartáis en vuestras redes sociales esto. La foto que os pongo es Aurelio, nuestro amigo, y Lucky, su perro». Así comenzaba Maribel Huerta, dueña del Café del Mercado, una publicación en sus redes sociales sobre Aurelio Santos, un hombre de 59 años que vive en la calle. En el texto Maribel pedía ayuda para conseguir una casa para él, pero a pesar de que en tres días la publicación era compartida por más de mil personas, aún no la han conseguido.

Aurelio lleva 20 años deambulando por las calles de Segovia y en sus ojos se ve la pérdida de toda esperanza por volver a empezar. «Mi madre me echó de casa y de ahí fui a peor. Me quedé sin hogar y sin trabajo». Y por ello tuvo que buscarse la vida. «He dormido debajo de la plataforma en la que descargaban donde estaba antes el Arconsa, en una nave que había donde la carbonería, en los bancos del parque de la Dehesa, en las escaleras de detrás de la estación de autobuses. Trabajé de camarero, en la construcción y de barrendero,  luego ya no me cogían en ningún trabajo y eso que estuve haciendo cursillos», revela, pero a pesar de los años, no recuperó la relación con su familia. 

Posteriormente conoció a la que ahora es su exmujer y madre de su hija, de nueve años. Con ella vivió en un piso de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Segovia, pero su historia tampoco salió bien en este punto. «También me echó», desvela. Ahora, su hija está con una familia de acogida en Madrid. «Ya no me dejan verla, he echado los papeles y no he recibido contestación. La veía en el punto de encuentro cuando me dejaba la Junta de Castilla y León, pero ahora hace mes y medio que no la veo. Yo pienso en ella todos los días y lo único que quiero es tener a mi hija a mi lado». Y es que el tiempo no lo cura todo ya que su historia no mejora con el paso de los años. Aurelio lleva tres inviernos viviendo en un solar en San Lorenzo. «Me cobran alquiler, pero me lo paga Cándido López. Si no fuera por él seguiría en la calle, se porta muy bien conmigo». Algo que confirma el mesonero: «Ha tenido una vida un poco desdichada, pero es una persona cercana e intento echarle una mano», revela López.  
A pesar de tener un techo no tiene ni luz, ni agua ni calefacción, por lo que desvela que hace mucho calor en verano y mucho frío en invierno, además de que cuando llueve el agua se cuela por las paredes. «He puesto chapas, pero el agua sigue entrando», pero agradece que las condiciones sean mejores que en el resto de lugares en los que ha vivido.

En busca de otro techo para AurelioEn busca de otro techo para Aurelio

Aurelio lamenta que Cruz Roja, Cáritas y los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Segovia le hayan negado el acceso a una vivienda ya que comparte su vida con un perro llamado Lucky, al cual no aceptan en los pisos. Ante la pregunta por la posibilidad de dejar atrás a su mascota para poder conseguir una casa, responde tajante: «Ya he perdido a mi hija y no voy a perder al perro. Él no tiene la culpa y a mí me hace mucha compañía», ya que revela que su forma de mantener la cordura es hablar con Lucky. Además, explica que al can no le falta de nada ya que tiene una madrina que es la que, cuando tiene algún problema, se encarga de llevarle al veterinario. «Cuando se vaya Lucky también me voy yo», responde tras dar a conocer su edad  (13 años).

En cuanto a la comida, no le falta. Aurelio cuenta que mucha gente le ayuda: «La cocinera del Giorgio me trae comida de su casa; Maribel también; Amparo, que trabaja en la Concepción, también me da de comer; Rita, una señora mayor que suele pasar por la estación de autobuses también me trae cosas. Y yo se lo agradezco mucho». 

Más fotos:

En busca de otro techo para Aurelio
En busca de otro techo para Aurelio
En busca de otro techo para Aurelio
En busca de otro techo para Aurelio

A pesar de los gestos de cariño que recibe, Aurelio busca una oportunidad para volver a empezar. «Lo he perdido todo, hasta las ganas de sonreír. Ya no soy yo. Yo en esta vida ya no soy nadie. La calle me ha hecho más triste, pero no más duro. Se pierde la ilusión y se pierde todo. En la calle te falta todo».
Es por ello que Maribel está intentando ayudarle a través de las redes sociales. «Nosotros le queremos un montón. Él por la mañana nos ayuda a poner la terraza y a quitarla por las tardes, y yo le doy un dinero para que pueda comer», revela. «En cuanto se pueda asear todos los días, le contrato para trabajar. Pero necesito que tenga un sitio donde se pueda cambiar y lavar», asegura.