Los médicos de Segovia advierten "sobrecarga de trabajo"

DS
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El vicepresidente del Colegio de Médicos de Segovia cree que otros "compañeros del ámbito hospitalario e incluso de otros estamentos profesionales podrían perfectamente responsabilizarse" de parte del trabajo burocrático que asumen los facultativos

Los médicos de Segovia advierten "sobrecarga de trabajo"

La "sobrecarga de trabajo" y la "burocratización" siguen siendo los principales problemas de la Atención Primaria en Segovia, según el Colegio de Médicos de la provincia, que se ha pronunciado al respecto a través de su recientemente designado vicepresidente, además de vocal de Atención Primaria Urbana en la organización y médico de familia en el centro de salud Segovia III, José Rodríguez.

Desde su doble óptica como profesional y como directivo de esta entidad, Rodríguez argumenta que los facultativos, en una provincia como Segovia, se encuentran con varios problemas, "destacando por encima de todos la acumulación de trabajo, que se muestra en forma de agendas apretadas y de dificultades para realizar otras labores propias de su puesto, como son la docencia y la investigación". "Todo ello sin olvidar la asunción de diversos trámites burocráticos que les impide ampliar y mejorar la función principal de las consultas médicas", aparte de padecer "otros problemas extendidos por todo el país, como la falta de profesionales en puestos de difícil cobertura y la complejidad para atraer a los nuevos y jóvenes médicos hacia las plazas de los entornos rurales".

La Junta de Castilla y León, entretanto, aprobaba recientemente el decreto que reducía a 35 las horas de trabajo semanales y fijaba igualmente en 35 el número máximo de pacientes al día, estimando una dedicación de unos 10 minutos a cada uno. Sin embargo, "pese a esta buena predisposición", el vicepresidente del Colegio de Médicos de Segovia cree que el problema no parece resuelto. "Seguimos estando saturados, con un número muy elevado de pacientes diariamente, porque si hacemos el cálculo, supone en total 350 minutos para estos cometidos, lo que equivale a dedicar toda la jornada solo para las citas. Y a eso hay que añadir las urgencias y los pacientes sin cita previa", continúa Rodríguez, "por lo que la media se eleva entre cinco y 10 personas más, muy por encima de los registros que recomiendan las sociedades científicas nacionales e internacionales, que fijan entre 20 o 25 pacientes por jornada la cifra máxima para dar un servicio de calidad".

"Esta realidad" considera que les impide realizar otras acciones que también están en su cometido, como son las de docencia e investigación, "que son intrínsecas a nuestra labor, más allá de la atención", recuerda Rodríguez. "En todos los centros de salud de la geografía nacional acuden los médicos residentes de Medicina Familiar y Comunitaria, para formarse bajo la mirada de unos tutores que tienen que añadir a sus consultas diarias de pacientes esta dedicación no retribuida y asumida sin compensación, por lo que con este panorama difícilmente podrán dedicar a estos jóvenes médicos el tiempo que requieren para lograr esa formación que estamos dando, que es de muy alta calidad", describe. Para ello aboga por lograr un equilibrio entre tutores de centros de salud urbanos y rurales con el fin de que "la oferta sea atractiva en todos los puntos de nuestra geografía, no solo en las grandes ciudades".

BUROCRATIZACIÓN. Rodríguez recuerda también que el trabajo de los médicos incluye una faceta más interna, más administrativa para cumplimentar y enviar informes, documentos o expedientes de los pacientes. Una dedicación más que, en palabras del vicepresidente del Colegio, mengua también el tiempo disponible para ver a otros pacientes. Un problema "tan relevante" que desde la Organización Médica Colegial se ha redactado un documento que aborda esta necesidad de desburocratización, señalando algunas claves para que no afecte a las dinámicas cotidianas de la asistencia a los ciudadanos: "Informes, visados de recetas, peticiones de ambulancias… son muchas las cosas que deberían ser compartidas con los compañeros del ámbito hospitalario e incluso el personal de otros estamentos profesionales podrían perfectamente responsabilizarse de parte de ese trabajo. Sería una solución para obtener un mayor tiempo efectivo para ver pacientes, que es lo principal", explica.

Que las ciudades pierden población en verano en detrimento de los pueblos es una realidad desde hace décadas, "pero en materia de asistencia sanitaria no se percibe el trasvase en la misma medida en la actualidad", ya que "quienes se encuentran circunstancialmente en zonas rurales, cada vez más mantienen el contacto y las citas con sus facultativos habituales de las ciudades, sobre todo en patologías crónicas en las que la cita telefónica puede resolver el problema en un alto porcentaje", dice José Rodríguez, quien es consciente de que, en cualquier caso, en los pueblos y en épocas veraniegas se incrementa en mucha mayor medida el número de cartillas con motivo de la presencia de veraneantes, retornados o desplazados.

A esta situación generada por el exceso de trabajo, de pacientes y de dificultades para la tutorización, hay que añadir la derivada del propio relevo generacional que –según los propios informes demográficos realizados por entidades como el Consejo de Colegios de Médicos de Castilla y León- sitúan un panorama en penumbra de cara a la próxima década, tanto desde el punto de vista de la propia escasez de facultativos, como en la capacidad para mantener una labor formativa de excelencia, tal y como viene produciéndose hasta la fecha.

Como soluciones, creen que pueden darse muchas, pero apuntan algunas, como la de "continuar con los procesos de digitalización de los trámites y, por supuesto, la redistribución de la carga de este trabajo administrativo entre otros profesionales". También desde el ámbito nacional se ha querido buscar una solución, con medidas como el aumento de las plazas para estudiantes de medicina. No obstante, "lo que en sí mismo es una buena noticia, podría llegar a convertirse en un problema añadido si no se implementan otras medidas complementarias, entre ellas, la necesidad de incrementar las plazas de MIR", que es un trámite imprescindible en nuestro país para conseguir la especialidad y por tanto poder ejercer en la sanidad pública. "Si tú aumentas el número de médicos en las Facultades, pero no haces lo mismo con las plazas de los MIR, estás generando un tapón posterior", explica José Rodríguez.

Para trabajar en esa línea, también se ha dado el siguiente paso con un crecimiento en el último curso en el número de plazas MIR convocadas. Pero para no seguir desplazando la congestión, de la misma forma esta medida exigirá el desarrollo de otras propuestas en la línea de contratar e incorporar al sistema estos nuevos especialistas que se van formando. En caso contrario éstos se quedarían fuera del sistema igualmente "porque o bien no se sacan a concurso esas plazas o porque (si lo hacen) tienen unas condiciones muy poco atractivas para el desempeño de su trabajo", explica. Sea como fuera, los médicos solicitan intensificar los esfuerzos de todos los estamentos y administraciones que intervienen en este proceso con el fin de conseguir buenas condiciones desde todos los puntos de vista para cubrir todas las plazas con los nuevos médicos que vayan formándose a nivel estatal.

En esa línea, propone situar de inmediato y encima de la mesa "soluciones imaginativas" para tratar de revertir un problema que puede ser aún mayor en unos años, cuando se pudiera generalizar y agravar la fuga de un talento formado y costeado con el dinero y el esfuerzo de nuestro país. "Puede que en breve tengamos una bolsa importante de médicos que no entran en el MIR y que, por tanto, no puede ejercer al no ser especialistas, junto con otros especialistas que (teniendo el MIR) no quieran acudir a esas plazas de difícil cobertura y decidan irse fuera del país", resume el vicepresidente del Colegio de Médicos.

Otro tema candente desde hace meses es el de los procesos de homologación de títulos que se está realizando en España de facultativos procedentes de otros países. Desde el Colegio de Médicos de Segovia se valora como "una solución puntual, para un problema concreto", pero que no puede convertirse en norma. Puede entenderse que se contrate a profesionales sin esa certificación por un tema de emergencia o ante una situación excepcional, "pero de ninguna manera puede ser una fórmula o proceder habitual para dotarse de médicos en el sistema público", zanja Rodríguez.