«¿De dónde somos, de dónde nacemos o dónde pacemos?"

Juana Samanes
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CAMPECHANA. Es sencillo hablar con esta vasca criada en Madrid, que quería investigar sobre el tema de la pertenencia en una familia de origen asiático

Arantxa Echevarría, directora de 'Chinas'. - Foto: Daniel Mayrit

Desde hace unos años en España vivimos en una sociedad multicultural pero, sin embargo, poco sabemos de algunas de esas comunidades procedentes de otros países. Por ello, resulta interesante la aproximación que la directora de origen vasco, Arantxa Echevarría, hace en Chinas, que tiene un toque emotivo porque la protagonista es una niña.

¿Por qué ha escrito una historia sobre una comunidad tan opaca como la china y, además, desde el punto de vista de una pequeña? ¿Se considera atrevida?
No sé si atrevida o loca. La historia me pasó a mí, yo soy el personaje que interpreta Carolina Yuste. Con toda mi buena intención le compré para Reyes un regalo a la niña del comercio asiático de debajo de mi casa. Metí la muñeca en el cerramiento, no se la dí a la madre directamente, y subí tan feliz a mi casa. Pero a las tres de la madrugada abrí los ojos y me pregunté que hacía, porque la madre me había explicado que ellos celebraban el año chino, yo me estaba metiendo en la educación de una niña. Y bajé, en pijama, para recuperarla y no pude.

¿Tenía curiosidad por escribir y acercarse a una familia china?
Sí, me moría de curiosidad por sentarme en una mesa de una casa del barrio de Usera de Madrid y ver  a una familia china y especular con lo que hablan a la hora de la cena.

El acercamiento que usted hace es realista y a la vez respetuoso.  No sé si le interesó más el tema de la integración de una cultura tan diferente a la nuestra, el tema de la adopción o la identidad…
Quizás todo se engloba en la pertenencia, en la identidad. ¿De dónde somos, de dónde nacemos o dónde pacemos? El ser un niño adoptado, siendo de otra raza, supone que llevas un cartel, y esa niña con seis años ya sabe que no es la hija biológica de sus padres. A mí me parece durísimo ese viaje, pero también el de la adolescente que se siente española mientras su padre le dice que es china. Pero la protagonista, Lucia, expresa la inocencia y belleza de un niño, le da igual ser china o española, lo que quiere es celebrar su cumpleaños, como el resto de sus amigas en un Burger King y recibir regalos. Dentro de unos años será y sentirá como su hermana Claudia.

Hablando de Claudia, lo que cuenta sobre sus vivencias para ser aceptada en un grupo es preocupante.
La gente de nuestra generación recibió una educación pobre, algunos dirán que nula. Pero ahora es la no educación porque es a través de las pantallas; saben que es el sexo según el Tik Tok, Instagram, o lo que te dice una Influencer con una preparación de un guisante. 

¿Sabe que le ha parecido a la comunidad china su película?
Hice un pase para esa comunidad antes de estrenarse, vinieron asociaciones culturales, gente de la diáspora, adolescentes, gente normal. Después hubo un coloquio. Yo no pude intervenir porque lo hicieron ellos, entiendo que les interesó.