El mejor recuerdo que Noemí Otero se llevará de su primer periodo de Gobierno en el Ayuntamiento de Segovia será sin duda el nacimiento de Candela, su primogénita, que vino al mundo en el ecuador de su periplo municipal y que hace las delicias de su madre, que después de cerrar la puerta de su casa tras resolver los asuntos municipales que le competen, corre a «darle un achuchón» que le devuelve rápidamente la energía perdida en la batalla política.

Otero llegó al Ayuntamiento apenas cumplida la treintena como una completa desconocida en el ambiente político, procedente del mundo de la empresa pero dispuesta a aprender rápido. Pronto se reveló como la lideresa de su exiguo grupo municipal, al que no dudó en repartir juego a la hora de defender preguntas, mociones e interpelaciones al equipo de Gobierno, pero siempre dispuesta a poner el último punto sobre la i para defender los intereses de su grupo. En los plenos, el inequívoco peinado de la portavoz de la formación liberal parecía encresparse aún más en sus duros cara a cara con los concejales socialistas, de IU e incluso de Podemos, por el efecto de la vehemencia que ponía a la hora de sostener sus argumentos frente al equipo de Gobierno.

Quienes la conocen, hablan de su maratoniana capacidad de trabajo que le lleva compatibilizar su tarea como concejala y portavoz con  el de diputada delegada del área de Empleo, Promoción Provincial y Sostenibilidad.  Para ella, lo mejor de la política es «tener ideas y verlas materializadas en proyectos», mientras que reniega del «postureo de algunos que vienen a la política a ejercer el poder y no a servir a tus vecinos».

Después de la política,  siempre hay un rato para pasear por la alameda del Parral y contemplar el 'skyline' desde Zamarramala - sus parajes favoritos- o disfrutar de una caminata con su pareja y su hija en los ratos de fin de semana para disfrutar de una ciudad «idílica y con infinitas posibilidades» que no se resigna a explotar desde el Ayuuntamiento.

Aficionada a la cocina, presume de que «no se me da mal», y  disfruta con unas buenas croquetas o un buen plato de arroz caldoso. En sus gustos literarios, Julia Navarro, Gabriel García Márquez o María Zaragoza copan sus preferencias, aunque reconoce que en estos dias de campaña «no estoy leyendo mucho». Además de caminar, el pilates le ayuda a recomponer cuerpo y alma como práctica deportiva, y en el cine, señala que 'La vida de David Gale' es la película que más le ha impactado por narrar «de que forma se puede tergiversar la realidad».