Gestionar el legado que Luis Peñalosa dejó en el Ayuntamiento de Segovia no ha sido tarea fácil para Izquierda Unida. La retirada del veterano político abrió las puertas a una apuesta por la juventud concretada en la figura de Ángel Galindo, un geólogo ambiental que hizo sus primeras armas en la política muncipal como auxiliar de su grupo en 2011 para pocos años después ser protagonista directo de la acción municipal defendiendo los postulados de su partido.

La apuesta de IU salió bien, y la formación mantiene con cierta comodidad el nicho de votos que le permite mantenerse en el Ayuntamiento, y en este último periodo de Gobierno su participación ha sido clave en el gobierno de coalición que ha sustentado la política municipal en estos últimos cuatro años.

La Concejalía de Medio Ambiente y Juventud ha ocupado el trabajo de Galindo durante este tiempo, conjugando de esta forma su preparación profesional con la aplicación de políticas medioambientales tendentes a tener una Segovia más sostenible y ecológica.

El apoyo de IU  ha tenido luces y sombras, y llegó a peligrar en momentos puntuales como en el 'Caso Gina Aguiar', en el que sólo la dimisión de la entonces concejala de Cultura debido a las irregularidades administrativas detectadas en la contratación del servicio técnico en La Cárcel Centro de Creación en favor de su hermano aplacó las iras de IU, que demandaba transparencia en todo este proceso.

Pese a ello, Galindo siempre ha ejercido su papel de 'hombre tranquilo', a la manera del personaje del exboxeador que encarnó John Wayne en la película del mismo título dirigida por John Ford. Aparentemente inmune a las diatribas de la oposición, su forma de entender la política le aleja del ruido mediático, del que se aleja como si de un nublado se tratase, ya que «mi objetivo es ser útil para la gente», según sus propias palabras.

«Entré en política con unos ideales y principios para transformar la sociedad, y avanzar hacia esos objetivos, también desde la política municipal es muy reconfortante», asegura el portavoz de IU, que no ha dudado en anteponer esos ideales a la hora de no participar en actos religiosos vinculados al Ayuntamiento o expresar abiertamente su republicanismo en la celebración del 14 de abril, por poner dos ejemplos.

La coherencia y compromiso de Julio Anguita y el talante y el conocimiento de Luis Peñalosa son los espejos en los que Galindo se mira a la hora de afrontar su actividad política, que al igual que al resto de sus compañeros del equipo de Gobierno le han obligado a renunciar a muchas cosas, «sobre todo de ocio y vida personal».

En lo personal, un paseo por el Jardín Botánico o el parque de la Dehesa le reconcilian con la ciudad, a la que define como «la mezcla perfecta entre cultura, patrimonio y naturaleza».

Al llegar a casa, un poco de música le ayuda a hacer la tarea de la casa que le corresponda, quizá a caballo entre el rock y los cantautores pero siempre desde el compromiso. Asi, entre sus canciones favoritas están 'Entre poetas y presos' de La Raíz y 'El necio' de Silvio Rodríguez.

En su mesilla de noche, tiempo para la lectura con el libro 'Cuando ya no queda nadie', de Esther López Barceló, y si tiene que elegir una película, opta por un clásico del cine de aventuras como 'Los Goonies', de Richard Donner, que asegura que no se cansa de ver desde pequeño.