A un mes de los comicios de mayo la oferta de nuevas viviendas por parte de Pedro Sánchez asciende ya a ciento ochenta y tres mil. Ayer, en el Senado, en su último cara a cara con Núñez Feijoo, anunció la construcción en terrenos del Ministerio de Defensa de veinte mil nuevos pisos. No hay fechas de construcción ni plazos de entrega pero sí queda claro cuál va a ser el argumento principal de la campaña electoral socialista.
Pero, como sabe que este tema vende, ha recordado desde el escaño que también se va a aprobar la nueva Ley de Vivienda, los planes de rehabilitación, la recuperación de inmuebles en manos de la Sareb y una línea de crédito para alquiler social. Habrá quienes piensen que, de aquí a diciembre, Moncloa sólo se va a dedicar al negocio inmobiliario para llenar el mercado de pisos accesibles y baratos.
Las promesas han sido tan extensas que Feijoo sólo ha podido calificarlas de "el milagro de los panes y los pisos". Pero, el lider de la oposición sabe que este argumento, junto a la bronca de Doñana, vende. Y los populares están preocupados de que el mes que falta hasta la cita con las urnas se convierta en la repetición machacona de la posibilidad de tener una vivienda accesible y el daño ecológico de ampliar los regadíos.
El resto del debate en el Senado consistió en el cruce acusaciones ya consabido: Sánchez definió la llegada del gallego a la política nacional como un "chasco" y aseguró que el puesto "le viene grande o le queda lejos". Mientras Feijoo describía un Gobierno "roto en tres facciones y 20 siglas que se insultan en el prime time y son incapaces de pactar nada". Lo de siempre pero con el ardor verbal y los tonos mitineros característicos en la proximidad de las urnas.
Sin duda, la vivienda es una de las principales preocupaciones de los ciudadanos, y en especial de los jóvenes, ya que la subida de las hipotecas hace casi imposible su adquisición. Si además se tiene en cuenta que, el suelo y su urbanización depende de ayuntamientos y la aplicación de la nueva norma de vivienda de las Comunidades Autónomas, no es raro que se haya convertido en un arma electoral.
Y es tan fácil prometer, incluso cifras astronómicas, sin dar fecha de entrega a los necesitados, que sale gratis y casi da igual que la promesa alcance la cifra de 20.000 nuevos pisos o los 420.000 que, según el PP, llevan ya ofertados y no entregados.
Del resto de los problemas que también preocupan a los españoles no se habló. Para que, si la sequía, por ejemplo, que va a acabar con las cosechas de cereales, vid o aceituna sólo interesa a los sectores específicos.
Ahora hay que acertar con el mensaje y después del 28 de mayo se olvidan las promesas y... hasta la próxima campaña. Que en el invierno vaya usted a saber cuáles serán las prioridades.