El blanquiazul más buscado en San Pedro

Nacho Sáez
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La Tajada de San Andrés volverá a llenar de alegría, embutidos y limonada las calles del centro de Segovia el día 29.

Jimena Quintanilla, Pepe Molina y Luis Gómez son tres de los organizadores de la Tajada de San Andrés. - Foto: Rosa Blanco

Cien litros de limonada, 120 kilos de chorizo, dos jamones enteros, cinco centros de jamón, quince quesos y cien barras de pan. La Tajada de San Andrés se escribe en cifras pero también en términos de unión, esfuerzo y alegría. Los que despliegan los segovianos y turistas que se suman a esta fiesta el día 29 (San Pedro), pero sobre todo los que demuestran los organizadores. Jóvenes y mayores del barrio de San Andrés que suman fuerzas para hacerla posible y dar a las Ferias y Fiestas de San Juan y San Pedro una de las citas que se han convertido en más esperadas y queridas.

La Tajada de San Andrés cumple 41 ediciones y vuelve tras dos años en blanco por la pandemia. Una emergencia sanitaria que ha obligado a modificar algunas de las costumbres que tenía establecidas. Los asistentes recibirán vasos de cartón biodegradable para tomar la limonada y no podrán coger directamente de las bandejas las tajadas de chorizo, jamón y queso, sino que serán los organizadores los que las repartan. Estos, como siempre, irán subidos en esa carroza remolcada por un dumper en la que utilizan el chasis del famoso Cristo Yacente de su parroquia. La decoración volverá a ser un tenderete decorado con telas de rasete donde aprovechan también para cortar las viandas.

Pese a su juventud, Jimena Quintanilla, Pepe Molina y Luis Gómez ya han vivido unas cuantas Tajadas de San Andrés. Desde finales de mayo preparan todos los detalles junto a los demás miembros de la Asociación de Vecinos –que ha estrenado recientemente nueva junta directiva– y, cuando se acerca San Pedro, descuentan los días para dar rienda suelta a una fiesta que propicia que la Plaza Mayor esté decorada con banderines de los colores propios de la Tajada y la torre de San Andrés se engalane, también como homenaje al aniversario de la primera misa oficiada por Daniel Cuesta, jesuita vecino del barrio. Ese azul y blanco característicos de la Tajada son los más buscados por los segovianos el día 29 para mezclarse con su ambiente de felicidad, que se desata a partir de las las 12.00 horas en la iglesia de San Andrés.

El cortejo recorrerá la calle Marqués del Arco, la Plaza Mayor, la Calle Real, la plaza del Azoguejo y las calles San Juan, San Agustín y Cronista Lecea hasta regresar a la Plaza Mayor, donde la Tajada prepara este año alguna sorpresa. «Preferimos no desvelarla por el momento, aunque sí podemos decir que, igual que en el 2019, estamos intentando que algunos establecimientos de la Calle de los Bares pongan un dj con música para continuar el vermú por la tarde cuando terminemos la Tajada», apuntan Jimena, Pepe y Luis, que animan a los segovianos a disfrutar del día de San Pedro «más que nunca». «Han sido dos años muy duros y ahora, por fin, toca pasárselo bien», subrayan.

Como desde hace más de cuatro décadas, ellos se encargarán de llenar de color las calles del centro de Segovia y de demostrar que las Ferias y Fiestas de San Juan y San Pedro merecen la pena. La música la pondrá la Charanga Chicuelina, que también es un clásico de este día 29. Ya solo queda mirar al cielo para que la lluvia no lo estropee, aunque nada parezca poder acallar el jolgorio que acompaña siempre a la Tajada de San Andrés. Los dos últimos años solo se pudieron reunir en la víspera los miembros de la asociación y porque coincidió con días de baja incidencia de la Covid-19. Hoy la fiesta vuelve a ser de todos.