Un logro más… con los lobos

A. González y L. Rivera (*)
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Un logro más… con los lobos - Foto: Alberto Rodrigo

Desde la Alianza UPA-COAG nos felicitamos por el anuncio conocido días atrás en el que se informaba que la Consejería de Medio Ambiente estaba preparando una Orden con la que hará efectivos pagos en todo el territorio de Castilla y León para compensar los daños de los ataques de lobo en las explotaciones ganaderas. Y lo hará con carácter retroactivo a 21 de septiembre de 2021, a cargo de los recursos propios de la Comunidad Autónoma hasta que el Gobierno central se haga cargo de las cantidades adeudadas.

Esta noticia se producía días después de que la Alianza UPA-COAG anunciara públicamente la convocatoria de movilizaciones de ganaderos en todas las provincias de Castilla y León para exigir precisamente la medida que ha anunciado Medio Ambiente. Estamos por tanto, ante un nuevo logro de la presión que COAG y UPA realizan día a día en defensa de los intereses de los profesionales de nuestro sector. 

Nuestra organización está especialmente sensibilizada por los ataques de lobos a explotaciones ganaderas extensivas, y hemos sido con diferencia la Alianza UPA-COAG quien más hemos hecho por el sector ganadero. Recordemos aquí el logro histórico de que todos los ataques de lobos al sur del Duero se indemnizan gracias a la sentencia ganada por nuestra organización a la mismísima Administración regional.  

Y es que los ataques al ganado no cesan en nuestra comunidad autónoma, y día sí y día también se ceban con nuestras explotaciones, generando cuantiosísimas pérdidas. Baste decir que Castilla y León registra un ataque de lobo al ganado cada tres horas.

Días atrás nuestra organización en Ávila denunciaba nuevos ataques de lobos en terrenos del Puerto de Navalmoral de la Sierra. Unos días después, ganaderos de la comarca soriana de Tierras Altas se reunían con nuestra organización para denunciar lo insostenible de su situación por los continuos ataques que están sufriendo. Más recientemente, conocimos el caso de un ganadero de Codesal, en Zamora, que ha sufrido el tercer ataque desde los incendios del verano pasado. Se da la circunstancia de que en este caso la matanza de ganado se produjo en el interior de una parcela que cuenta con todas las medidas preventivas recomendadas: doble vallado de dos metros de alto coronado con alambre de espino, perros mastines, cerca del núcleo de población. 

Medidas todas ellas que, según determinados colectivos, son suficientes para evitar los ataques… sobre el papel, ya que, sobre el terreno, todas estas medidas no han impedido que el depredador encontrara la forma de matarle una ternera, que se suma a otras más que ha perdido en las dos incursiones anteriores. Y hay muchísimos más ejemplos de ello, que vienen a demostrar que solo las medidas preventivas no son suficientes, y que es imprescindible hacer una labor de control de las poblaciones de lobos. 

Hoy, la situación en Castilla y León resulta insoportable. Cuando un ganadero ha sufrido varios ataques en el rebaño, los animales muertos, los heridos que siempre mueren a pesar de los cuidados, los abortos, el trabajo para recuperar el estado anterior de la explotación, suponen un cúmulo de circunstancias que causa ansiedad, estrés, problemas de salud y un pensamiento constante en el abandono de la actividad. Abandono que en algunos casos ya se está produciendo.

Y todo ello provoca que los ganaderos de esta región muestren su absoluto enfado por la inacción y el incomprensible pasotismo que en materia medioambiental han sufrido en primera persona por personas cuyo único afán solo ha sido expandir la población de lobos para que una minoría de ciudadanos puedan ir al campo el fin de semana e intentar ver el lobo, deseando que el medio rural  de Castilla y León se convierta en un Yellowstone como atracción turística.

La Alianza UPA-COAG recuerda que no solo es nuestra organización agraria, sino instituciones como la Universidad, las que consideran que en los últimos años el crecimiento de las poblaciones de lobos ha sido espectacular, tanto a nivel de número de manadas como por expansión territorial. ¡Por algo será!

Es por todo ello que desde la Alianza UPA-COAG día a día trabajamos y reivindicamos lo que es de justicia. Para nosotros resulta inadmisible que las actuaciones, o la inacción, de las administraciones en materia de lobo lleven al abandono de la ganadería extensiva.

No podemos obviar, y la sociedad en su conjunto no puede olvidar, que los beneficios de este tipo de ganadería son evidentes: es la actividad agraria que mantiene más población en el medio rural, el pastoreo contribuye a mantener la biodiversidad, y el aprovechamiento a diente en las zonas de monte y su periferia resulta esencial para prevenir y/o mitigar el efecto en caso de incendio. El pasado verano, con motivo de la oleada de incendios, asistimos a multitud de declaraciones que ponían de manifiesto la importancia de la ganadería extensiva para eliminar pasto y maleza. 

Por eso y por otros motivos, resulta un verdadero despropósito que la ausencia de gestión del lobo, y, por lo tanto, del control de poblaciones, por parte de la Junta y Ministerio en Castilla y León desde hace más de veinte años esté acabando con un patrimonio único como es el gastronómico, paisajístico y medioambiental que representa la ganadería extensiva.  

En este sentido, hemos hecho infinidad de llamamientos a la Junta de Castilla y León y al Ministerio de Transición Ecológica para que sean receptivos a lo que trasladan las víctimas, que son los ganaderos, y que dejen de amparar, como lo han hecho durante muchos años en esta región, a grupúsculos minoritarios que con mentiras y exageraciones quieren hacer ver que la supervivencia del lobo está en peligro, cuando quien lo está es la figura del ganadero extensivo.

La compensación de daños a los ganaderos es absolutamente imprescindible para el mantenimiento de la actividad ganadera extensiva en las zonas de convivencia con el lobo. Junto a la indemnización de los daños, la Alianza UPA-COAG no para y trabaja para conseguir la simplificación del procedimiento de extracción de ejemplares especialmente conflictivos y el control de las poblaciones de lobo.

Con el anuncio conocido días atrás, y volviendo a la información con la que comenzábamos este artículo, del avance logrado gracias al trabajo de la Alianza UPA-COAG, la Consejería de Medio Ambiente de Castilla y León parece haber tomado buena nota y comienza a dar pasos en la dirección correcta. Esperemos que no se quede en una mera declaración de intenciones. Buscar recursos económicos para ponerlos al servicio de un objetivo que es de toda la sociedad, como es conservar la biodiversidad, resulta prioritario porque lo lamentable es que hasta ahora esta fiesta sólo la hayan pagado los ganaderos.

(*) Aurelio González y Lorenzo Rivera. Coordinadores de la ALIANZA UPA-COAG.