Redes para divulgar la historia

Sandra Segovia
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La arqueóloga Lidia García Merenciano divulga, a través de sus redes sociales, curiosidades, descubrimientos arqueológicos e historia forense. La joven ya cuenta con más de 145.000 seguidores en TikTok

Redes para divulgar la historia

Entre clase y clase, grabación de vídeo. Así funciona ahora la rutina de Lidia García Merenciano, una joven segoviana de 22 años a punto de terminar la carrera de Arqueología en la Universidad Complutense de Madrid, una pasión que descubrió hace no mucho y que ahora quiere compartir con el mundo a través de las redes sociales. Es por ello que mediante sus canales de Instagram, TikTok, YouTube o Spotify divulga curiosidades sobre arqueología, hallazgos sobre esta ciencia o lecciones de historia y antropología física y forense bajo el nombre @HistoriaForense.

Todo empezó durante la cuarentena provocada por la pandemia sanitaria de la Covid-19, ese fue el momento en el que Lidia se lanzó a grabar y emitir sus primeros vídeos. «Hubo un momento en el que pensé que me encantaría ver este tipo de contenido y no encontraba ninguna cuenta que realmente hiciera lo que yo quería ver. Entonces me dije que para qué le iba a exigir a alguien que hiciera ese contenido si podía hacerlo yo sola, así que así es como me decidí a empezar», revela Lidia. Al principio sólo lo hacía en TikTok, pero ahora se ha expandido a Instagram, YouTube y Spotify.

En lo que respecta a las dos primeras redes sociales, Lidia explica que los vídeos son cortos, con una duración que ronda entre el minuto y medio y los tres minutos. Aquí trata sobre todo de responder a preguntas que llaman la atención de sus seguidores como puede ser: ¿desde hace cuanto tiempo los seres humanos consideramos los besos como un gesto romántico o cariñoso? o ¿a qué olería la gente durante el imperio romano?, preguntas a las que da respuesta relacionándolas con hallazgos, como es un texto sumerio, la evidencia arqueológica más antigua que data de hace 4.500 años hallado en Mesopotamia, en el cual se habla de un mito entre dos deidades que comparten un beso; o un descubrimiento en Carmona (Sevilla) donde se ha encontrado un ungüentario con perfume de hace 20 siglos.

Redes para divulgar la historiaRedes para divulgar la historia - Foto: mac

Además, relaciona el vestuario de series o películas actuales con lo que sería correcto en la época que representan y el país en el que están ambientadas, como es el caso de la serie La Casa del Dragón o películas de Disney. Por si no fuera poco, también trata temas que van desde la diferencia entre estilos arquitectónicos, la posibilidad de poder ver a través de cristales en el suelo varios cuerpos de hace más de 2.000 años en un McDonalds de Italia o el descubrimiento de las huellas humanas más antiguas de Alemania hasta la contestación a preguntas como por qué el ser humano tiene la forma de nariz que tiene, la reconstrucción de un fósil de una especie de dinosaurio o cuándo se realizó la primera amputación quirúrgica en la que el paciente sobrevivió. «Me gusta relacionar elementos de la cultura pop que puede conocer más la gente para explicar conceptos arqueológicos. Son cosas que igual no tienen nada que ver, pero es un anclaje para que a la gente le resulte más fácil», revela.

A su pasión por la arqueología se suma su pasión por la lectura sobre esta ciencia. «Yo estoy leyendo constantemente, ya sea porque sean cosas para clase o cosas que veo a través de las redes sociales. Leo, y lo que creo que puede ser lo suficientemente interesante como para que le guste a la gente es lo que publico en mis vídeos. Tengo que ser un poco crítica porque hay cosas que a mí me pueden parecer muy interesantes pero que a un público normal no le tiene por qué gustar. Ahora ya lo hago un poco más de forma automática porque ya sé lo que va gustando. Por ejemplo, los vídeos que más virales se hacen son los vídeos de noticias arqueológicas, y aunque no es lo que más me gusta hacer, aunque me guste mucho, es lo que más hago. Si intento divulgar algo pero la gente no me escucha, no sirve para nada», apunta la joven, que no da puntada sin hilo ya que realiza una gran labor de documentación antes de publicar cada uno de sus vídeos. Labor que se puede encontrar en las propias emisiones a través de la bibliografía que comparte con sus seguidores en todas las piezas que publica. «No creo que sea justo para la gente contar algo que no he contrastado. Me parece que es muy importante tener una buena ética profesional», sentencia.

Ahora, el trabajo ha dado sus frutos y cuenta con más de 60.000 seguidores en Instagram y 145.000 en TikTok, entre los que se encuentran alguno de los profesores que la han visto evolucionar. Lo que empezó como un hobbie la ha llevado ya crecer en su vida laboral dando diversas conferencias  en  universidades sobre su divulgación a través de las redes sociales y cómo esa difusión puede ser un puente entre las humanidades y las personas, así como a publicar su primer artículo científico sobre el tema, aunque lo que más valora es «el poder hacer cambiar a la gente de opinión» en lo que respecta a que las humanidades, «son muy importantes y se puede estudiar y trabajar de ello». «Tengo la suerte de que me llegan muchos mensajes a diario diciéndome que gracias a mí han descubierto que les gusta la arqueología o que quieren meterse a estudiar historia, y me parece que ya con eso mi labor está bastante completa». Entre lo que destaca que aporta a sus seguidores es, además de información, «seguridad de que lo que les gusta no va caer en saco roto y que si quieren hacer una carrera de humanidades que hay un mundo más allá de trabajar en la docencia». «Muchas veces tienes que tener una nota media muy alta para que te consideren válido para optar a hacer investigación, y la verdad es que gracias al trabajo que he hecho en redes sociales he demostrado que igual yo tengo mis circunstancias que me impiden sacar tan buena nota como alguno de mis compañeros, pero que he demostrado que soy buena profesional de otra manera».
En lo que respecta a YouTube, se puede permitir vídeos más extensos, rondando los diez minutos. El que más visitas ha recibido, sin contar la grabación en la que muestra su experiencia en la carrera de Arqueología, trata del misterio de los Príncipes de la Torre, «uno de los misterios arqueológicos, históricos y forenses más interesantes de toda la historia que a día de hoy aún no ha logrado resolverse», revela. Casi doce minutos en los que da a conocer al espectador la historia de dos jóvenes que inspiró a William Shakespeare.

A pesar de todo lo bueno que la ha traído su labor de divulgación en internet,  de cara al futuro no se ve dedicándose exclusivamente a las redes sociales. «Mi objetivo principal es trabajar como antropóloga forense y/o como arqueóloga. No creo que lo dejase todo por dedicarme a las redes sociales. Sí que me gustaría ser divulgadora, pero el mundo de las redes es un poco efímero y lo que he estudiado me gusta mucho».