"La gestión del turismo en Segovia es de las mejores"

Nacho Sáez
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Entrevista a Juan Vicente Calle, autor de la tesis doctoral 'Las ciudades Patrimonio de la Humanidad como destinos turísticos inteligentes. Un análisis de caso del Grupo Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España y de la ciudad de Segovia'.

"La gestión del turismo en Segovia es de las mejores" - Foto: Rosa Blanco

Juan Vicente Calle (Segovia, 9 de septiembre de 1978) es el autor de la tesis doctoral 'Las ciudades Patrimonio de la Humanidad como destinos turísticos inteligentes. Un análisis de caso del Grupo Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España y de la ciudad de Segovia', que le ha valido convertirse en doctor en Turismo por las universidades de Alicante, Málaga, Sevilla y Rey Juan Carlos de Madrid. En su investigación destaca la gestión «proactiva» del turismo y sus capacidades técnicas por parte de Segovia («Es una de las mayores en España en esta categoría de destinos»), pero también pone deberes. «Para crear mayor riqueza y minorar las externalidades que toda actividad económica genera a los residentes debemos ser ambiciosos para resolver los problemas que llevamos arrastrando desde la fundamental decisión de cortar el tráfico por debajo del Acueducto», apunta este también profesor y consultor.

¿Por qué eligió investigar sobre destinos turísticos inteligentes en su tesis?

La idea que tenía era analizar cómo se gestiona el turismo desde la parte pública en las Ciudades Patrimonio de la Humanidad. Tenía claro que quería ver cuál era el mejor modelo de gestión centrado mucho en la sostenibilidad. Unos años antes, de un Plan Nacional de Turismo , salió el paradigma el modelo de gestión de destinos turísticos inteligentes. Es una derivada del concepto de Smart City, ciudad inteligente. Es decir, aplicar a la gestión turística la idea de Smart City.

Pues Segovia se ha atascado en lo que el anterior Gobierno municipal bautizó como «revolución tecnológica», en referencia a Smart City.

En el turismo nació como un proyecto muy institucional, pero el Gobierno le ha conseguido fondos europeos y ha dedicado al sector turístico una cantidad que hasta la fecha era totalmente desconocida y que creo que va a ser muy difícil que se vuelva a repetir. Es invertir en destinos turísticos prácticamente 1900 millones de euros. Y todos esos destinos están siguiendo el modelo de destino inteligente. Una de las líneas de investigación que dejó abierta es analizar cómo se gasta todo ese dinero.

¿A qué dificultades se enfrenta el sector turístico?

Hay un capítulo bastante extenso donde hablo de problemas específicos de las ciudades patrimonio, como puede ser la turistificación. Al caso paradigmático de Venecia le dedicó un epígrafe, pero al final lo que pasa en Venecia puede pasar o está pasando en ciertos destinos. En Segovia, por ejemplo, la gentrificación sabemos todos que no es por pisos turísticos sino por los pisos de una universidad privada. Pero por otro lado se están rehabilitando edificios que lo mismo si no estarían en ruina. Es una paradoja. No sé si hay expulsión de los vecinos del casco histórico porque muchos pisos ya estaban vacíos. Puede que haya un proceso de expulsión pero por problemas que no tienen que ver con el turismo ni con esta universidad. Al ser Patrimonio de la Humanidad hay que respetar ciertas cosas. Por ejemplo, no podemos tirar el Acueducto para que pasen los coches.

¿Existe la turismofobia?

Yo creo que en España hemos pasado de que el turismo estuviera muy bien visto a que no lo esté tanto. El turismo sigue creciendo muchísimo, pero la poca industrialización que ha habido en España se debe en parte -eso dicen los economistas que saben del tema- a que el turismo ha equilibrado la balanza de pagos. Muchas de las infraestructuras que tenemos las debemos al turismo. Se puede reconocer eso y se puede ser crítico al mismo tiempo.

¿En qué puede mejorar Segovia como destino turístico?

Para crear mayor riqueza y minorar las externalidades que toda actividad económica genera a los residentes debemos ser ambiciosos para resolver los problemas que llevamos arrastrando desde la fundamental decisión de cortar el tráfico por debajo del Acueducto. Hay que tomar decisiones valientes. La plaza de Artillería tendría que estar resuelta de otra manera. La Unión Europea nos está pidiendo que con los fondos europeos seamos transformadores. Pues no se me ocurre nada más transformador en Segovia que dejar resuelto eso por el bien de la ciudadanía. Un vecino de la calle San Gabriel me decía el otro día que no pueden seguir viviendo así con el tráfico que soportan. La gestión del turismo tiene que estar al más alto nivel en los ayuntamientos. Es transversal, es decir, una buena gestión del turismo es un buen urbanismo. Yo creo que en Segovia tenemos actuaciones que son modélicas y que todos nos encontramos muy muy a gusto en ellas, como los valles del Eresma y del Clamores.

Tradicionalmente se ha hablado de la necesidad de romper el eje turístico Acueducto-Catedral-Alcázar.

Sí, para que el turismo se disperse más y no pasen desapercibidos otros recursos que tiene la ciudad. Pero es difícil. Ese eje es accesible, es muy rico -encuentras una variedad  tremenda-, es casi peatonal entero y sigues una línea temporal. Empiezas con el Acueducto y continúas con el resto de la historia de la ciudad.

¿Qué nota le daría a Segovia como destino turístico inteligente?

La he evaluado de manera cualitativa. Hay otras ciudades que han avanzado más pero sí que tengo que decir que, en lo que es la gestión del turismo, es de las mejores entre las 15 Ciudades Patrimonio de la Humanidad. Tiene una estructura de gestión que otras ciudades no han sabido establecer y consolidar.

¿Cuáles son las mejores aparte de Segovia?

Para mí en el top 3 estarían Segovia, Santiago de Compostela -que siempre va a ser un referente; fue uno de los modelos que se siguieron para crear Turismo de Segovia- y Salamanca. Córdoba tiene mucho más capacidad como municipio, pero no tiene tanta capacidad en cuanto a personas dedicadas a la gestión del turismo. En Cáceres, su técnico me decía que le gustaría tener más capacidad para desarrollar proyectos, que son muy pocos técnicos. Es curioso que hay sitios donde el turismo va más solo y en otros donde si se da un impulso se pueden sacar más beneficios. Una de las cosas que más destacaría de los resultados de la tesis es la importancia del capital humano. Estamos en un escenario que cambia mucho y donde las nuevas tecnologías serán inteligentes si hacemos un uso inteligente de ellas.

¿Qué otros ejes son importantes en este modelo?

La gobernanza. Urge crear un consorcio para canalizar la financiación y la colaboración entre administraciones. Tenemos ejemplos de notable éxito en los consorcios de Santiago o Toledo. En la capital gallega, la paradigmática renovación urbana llevada a cabo a través de la cultura tiene como pieza clave el consorcio creado en 1992. En Santiago el Consorcio está participado por la Administración General del Estado en 60 por ciento, la Xunta de Galicia en 35 por ciento y el Ayuntamiento de Santiago de Compostela en cimco por ciento, habiendo gestionado un presupuesto entre 1992 y 2011 de 387 millones de euros. Si de verdad queremos impulsar un nuevo modelo de ciudad, crear una entidad como la de otras ciudades referentes debe ser prioritario.

¿Cómo se puede convencer a los segovianos de la necesidad de seguir invirtiendo en el turismo si está claro que funciona sin necesidad de mucha ayuda?

No puedes dejar de cuidar lo que más tira del motor económico y, por otro lado, creo que hay que ser muy sensibles a la hora de divulgar el retorno que tiene. Un ejemplo podría ser la Catedral, que tiene un cartel en el que pone lo que invierten de cada entrada que venden. La ciudad tiene que estar preparada para una buena convivencia entre todos.

¿Para eso es imprescindible la creación de aparcamientos disuasorios?

Tengo dudas de que un parking disuasorio lejos del centro vaya a funcionar. Desde luego hay que mejorar la gestión de los autobuses de turistas. Me llamó mucho la atención que un investigador de la Universidad de Santiago me decía que la gran dársena para los viajeros está demasiado cerca del Obradoiro. Decía que tenían que sacar más [del centro] a los excursionistas. Hay que intentar que los turistas aparquen más lejos, pero para eso hacen falta infraestructuras.

¿Es partidario de establecer una tasa turística?

En Segovia, uno de los problemas que tenemos es que la gente no se queda a dormir y queremos penalizar al que se queda a dormir. Yo creo que no es lo más conveniente. A lo mejor podríamos poner una tasa a los autobuses, es decir, que tengan que pagar al menos por estacionar y que les obligáramos a estacionar en un sitio. Eso tendría que estar en la agenda. También está el tema del centro de interpretación del Acueducto, que creo que es muy necesario, y el de la zona de bajas emisiones. Hay que ser valientes.

Está claro que la pandemia ha marcado un antes y un después en la gestión del turismo.

Sobre todo en la digitalización. Mucha gente aprovecha el teletrabajo para hacer turismo al mismo tiempo y busca alojamientos con una buena wifi. También se ha consolidado el tema de la sostenibilidad. Igual que gastamos más en un coche o que la energía es más cara, también tenemos que cambiar nuestra forma de viajar. Ahora se habla mucho del turismo regenerativo. La Organización Mundial del Turismo dice que todas las formas de turismo deben ser sostenibles y eso parte de la gestión. Hay que romper una lanza sobre que somos pioneros a nivel mundial exportando conocimiento en turismo. España no solamente está en el top-3 en número de visitantes y gasto turístico. Como destinos inteligentes nadie está trabajando como nosotros. Es un modelo muy innovador que tiene su riesgo, pero si no estás a la vanguardia no puedes liderar.

¿Este es un modelo disruptivo?

De los técnicos de las Ciudades Patrimonio de la Humanidad a los que entrevisté, más o menos la mitad dijeron que sí y otros que no, que tiene una relación en cómo estaban trabajando esas ciudades. Segovia estaba trabajando mucho el tema de captar distinto tipo de turismo con microsite, con redes sociales… Hemos pasado de que el turismo era ir a Fitur a una gestión mucho más compleja. Hace apenas dos décadas el turismo tenía un peso muy liviano en la agenda de los municipios. Ahora, por ejemplo, todas las grandes cadenas hoteleras a nivel internacional quieren estar en Madrid por el trabajo que se está haciendo. Y en Madrid, habló de memoria, el peso del turismo en la economía es del seis o siete por ciento, que es lo suyo.

¿En qué medida la inflación puede retrasar todo este proceso de digitalización y y de avances en la sostenibilidad del turismo?

La inflación es mala para la economía en general. El turismo está desbordado este año, las expectativas son muy altas porque hay dinero ahorrado, va a ser el primer verano sin ningún tipo de limitaciones… Después ya veremos. Cuando se pregunta si pagarías más por elegir algo una opción más sostenible, no todo el mundo responde que sí. Incluso una cosa es lo que respondemos y otra lo que hacemos. Pero la digitalización está en marcha y en España vamos muy bien. Se puede hacer más, es verdad, y hay que apoyar mucho a la pyme.