El 88% del Polígono de Villacastín sigue vacío tras dos años

Nacho Sáez
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El alcalde del municipio pide a la Junta comercializar las parcelas desde el Ayuntamiento ante la parálisis que detecta. «Se deberían vender como rosquillas y este año no ha entrado ningún proyecto», señala.

El 88% del Polígono de Villacastín sigue vacío tras dos años

La decepción y la frustración se entremezclan en el estado de ánimo actual del alcalde de Villacastín, Julio César Sánchez, que mira al flamante polígono industrial de su municipio y comprueba que las expectativas con las que fue inaugurado hace dos años por los responsables de la Junta de Castilla y León están lejos de cumplirse. Solo se ha instalado una gran empresa –grande en comparación con el conjunto del tejido industrial de la provincia de Segovia– y las pymes que la han acompañado no han logrado paliar la sensación de oportunidad perdida que empieza a invadir al primer edil de este municipio, que incluso ha lanzado un órdago a la Junta, propietaria de la mayoría de las parcelas del polígono.

El 88 por ciento están vacías a día de hoy, según la información que proporciona en su página web la Administración autonómica, que dispone en su portal digital de un apartado dedicado a la oferta de suelo industrial en el que actualiza cada ocho o 15 días el terreno disponible en cada uno de los polígonos industriales de la región que comercializa. En el de Villacastín, tan solo hay 27 parcelas vendidas de las 213 disponibles y ni siquiera las otras veinte que figuran como solicitadas consuelan a su alcalde. «Llevamos casi dos años parados», asegura en conversación telefónica con El Día de Segovia.

En agosto de 2018, la entonces consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, apadrinó la puesta en marcha de este nuevo espacio que debía corregir la escasez de suelo industrial de nuestra provincia. Y remarcó que habían recibido peticiones sobre el 55 por ciento de la superficie y que se crearían cerca de 300 empleos. Comprobado está que la primera cifra  al menos de momento no se ha concretado, mientras que la segunda la rebaja el alcalde de Villacastín a 160 en la actualidad. La empresa de loncheado y empaquetado Lonypack, que cuenta con alrededor de 130 trabajadores, pone el músculo a este polígono bautizado con el nombre de ‘Valdeherrera’. El resto de compañías afincadas (un tanatorio, un cerrajero, un carpintero y un taller mecánico suman una treintena de puestos más, pero echan de menos proyectos que se habían dado por formalizados.

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Es el caso de la iniciativa de la venezolana Agriquimvet, cuyo desembarco fue anunciado ahora hace un año por el Instituto para la Competitividad Empresarial (ICE), el órgano dependiente de la Consejería de Economía y Hacienda que se encarga de la comercialización de las parcelas. «Estuvimos reunidos con ellos en diciembre y enero, y en marzo iban a registrar los proyectos pero estalló la pandemia y no hemos vuelto a saber nada», explica con tono pesimista el  primer edil de Villacastín. Sin embargo, fuentes de la Consejería han señalado a esta redacción que la venta de las parcelas se concretó, y han remarcado que «no tenemos constancia de que haya perdido interés por instalarse aquí» esta empresa del sector farmacéutico veterinario de capital venezolano fundada en 1995 y orientada al desarrollo de productos para la salud y nutrición animal. En teoría, la inversión que tenía previsto realizar –tres millones de euros para crear 25 empleos– sigue en pie.

Como tampoco consta que hayan sufrido un revés otras dos compañía que también mostraron más que interés por desarrollar su actividad en este Polígono Industrial de Valdeherrera. Kubus, biotecnóloga española especializada en la fabricación de diluyentes, y proveedor de consumibles, equipamientos y suplementos para la inseminación Artificial Animal y fundada en 1986 con presencia en más de un centenar de país, «ha concluido las obras de su nave pero todavía no ha iniciado su actividad», según el alcalde de Villacastín. Por su parte, Gas Espinar, que promueve la puesta en marcha de un centro para el almacenamiento y distribución de gasóleo a cisternas en este polígono, «se encuentra inmersa en los trabajos para instalarse», según el propio Julio César Sánchez, que el pasado viernes 2 de octubre publicó en el Boletín Oficial de la Provincia el anuncio de la solicitud llevada a cabo  por esta compañía para obtener la licencia ambiental y urbanística con el objetivo de que quienes se puedan ver afectados por esta actividad puedan presentar alegaciones en el plazo de diez días.

Esta redacción también ha podido saber que también está prevista la apertura de una gasolinera y un restaurante en otra de las parcelas del polígono. Un espaldarazo en este momento de dudas que fuentes de la Consejería de Economía y Hacienda achacan a la incertidumbre provocada por la pandemia. «El PIB regional ha caído una barbaridad, aunque menos que la media nacional, y muchas decisiones empresariales se están viendo frenadas», aseveran esas mismas fuentes. El precio del terreno oscila entre 177.000 euros –la parcela más cara con una superficie de 9.772 metros cuadrados– y los 17.000 euros –las más baratas, de 469 metros cuadrados– y sus comunicaciones (se encuentra junto a la AP-6, la AP-51, la N-VI y la N-110– la convierten en un enclave privilegiado, pero de momento se encuentra a la zaga en cuanto a ocupación del resto de polígonos industriales que gestiona la Junta de Castilla y León en la provincia Segovia, como son los de Boceguillas, Cantimpalos, Las Salinas en Coca y el de Prado de Vega en Cuéllar.

También está por debajo en este sentido de uno de los recintos que presentaba los índices más bajos de ocupación cuando fue inaugurado el de Villacastín. El polígono zamorano de Villabrázaro, que en su momento disfrutó de un descuento del cincuenta por  ciento para la compra de suelo en sus límites, tiene vendidas a día de hoy  67 de sus 117 parcelas y cuentan con solicitudes otras 33, según los datos del portal de la Junta. En Valdeherrera, aparte del 12 por ciento que han pasado ya a manos privadas, solo hay otras veinte ‘reservadas’, aunque el alcalde de Villacastín se muestra escéptico en torno a la posibilidad de que vayan a prosperar todos esos potenciales proyectos. «Aunque es cierto que con el coronavirus, estamos en la situación en la que estamos, se deberían vender como rosquillas», tercia.

Quizás pueda suponer un impulso la subestación eléctrica que Unión Fenosa está construyendo en el propio polígono. Esta instalación ya se incluía en el proyecto de actuación del recinto redactado en 2011 por Uxama Ingeniería y Arquitectura SL, y busca reforzar su capacidad energética. «La red que abastece al municipio de Villacastín pertenece a la compañía Unión Fenosa, pero no presenta capacidad suficiente para abastecer al nuevo polígono, por lo que es necesaria la construcción de una subestación de energía alimentada con una línea específica desde El Espinar», decían los arquitectos. la empresa pública de la Junta ADE Parques y la compañía eléctrica firmaron un convenio de colaboración para su construcción por tres millones de euros.

Al alcalde de Villacastín le gustaría firmar ahora otro con la Administración regional para que su Ayuntamiento pudiese comercializar directamente las parcelas del polígono: «Lo he pedido». Consultadas por esta redacción, fuentes de la Consejería de Economía y Hacienda hacen hincapié en que la comunicación con el municipio segoviano es «muy fluida», aunque recuerdan que Valdeherrera es propiedad de la Junta. «Es un polígono que está yendo razonablemente bien y que tiene unas perspectivas muy buenas. Nuestra misión es facilitar a las empresas su posible expansión en la zona y es lo que hacemos de la mano de un equipo comercial que tiene un conocimiento exhaustivo de todas las líneas de ayuda, por ejemplo. Pero al final es el empresario el que decide donde se instala», concluyen esas fuentes.