El campo exige en la calle medidas ante una "catástrofe"

SPC
-

Dos mil agricultores y ganaderos reclaman más ayudas públicas y denuncian el abandono de la Junta

Cientos de agricultores y ganaderos se manifestaron por el centro de la capital vallisoletana para pedir ayudas por la sequía. - Foto: Miriam Chacón (Ical)

No pueden esperar más. Los agricultores y ganaderos de Castilla y León se encuentran en una situación límite ante las cuantiosas pérdidas que la sequía está provocando en sus explotaciones y exigen a las administraciones públicas medidas que palien esta situación «catastrófica». Para revertir esta crisis y alzar la voz, las principales organizaciones agrarias de Castilla y León, Asaja, UCCL y La Alianza UPA-COAG, convocaban en las calles de Valladolid a más de 1.200 personas, según la Policía, para reivindicar ayudas frente a los 2.000 millones de pérdidas que calculan por «la peor sequía de los últimos años».Casi  al mismo tiempo, la Junta declaraba de «excepcional» la campaña de este año y emplazaba a las opas a un Consejo Agrario que se celebrará el próximo martes.

Precisamente durante la manifestación, los representantes de las opas criticaron el abandono de la Junta que, hasta la fecha, «no ha puesto en marcha ningún tipo de subvención», así como las «insuficientes» ayudas puestas en marcha por el Gobierno. Además, todas resaltaron que ante la situación límite a la que se enfrenta el campo, las protestas continuarán siempre que las distintas administraciones continúen dando la espalda al sector.

Al inicio de la protesta, el presidente de Asaja Castilla y León, Donaciano Dujo, recalcó que mientras la media de la cosecha de cereales en la Comunidad ronda los 6,5 millones de toneladas, este año no se alcanzará ni la mitad debido a la sequía. Dujo cifró en 2.000 millones de euros las pérdidas del sector y recordó que esta «catastrófica» cosecha llega después de otra mala campaña, la de 2022, en la que se alcanzaron los cinco millones de toneladas, y con los costes de sementera más altos de la historia.

Por su parte, Lorenzo Rivera, de la Alianza UPA-COAG, que estuvo acompañado por Aurelio González, consideró que a la sequía se suman los altos costes de producción, que generan la «tormenta perfecta» y pone en riesgo al sector cerealista, «tan mal como la ganadería», ya que acumula seis años con producciones muy bajas.En la misma línea, el coordinador regional de UCCL, Jesús Manuel González Palacín, consideró que el campo está en peor año de las últimas cuatro décadas y como ejemplo indicó que las pérdidas en una explotación de cien hectáreas van a ser superiores a los 100.000 euros. «O tenemos ayudas o es imposible para muchas explotaciones continuar con la actividad», advirtió González Palacín, quien coincidió con el resto de opas en que las ayudas del Ministerio «son ridículas y se quedan escasas», a la vez que apostó por aumentarlas «de forma considerable».

Además, en declaraciones recogidas por Ical, denunció que la Junta, que «no ha hecho ni una propuesta» desde el 18 de mayo y tildó de «inconcebible» que ante la mayor sequía desde hace 40 años y siendo el sector el primer eslabón de una cadena muy larga que mueve el 20 por ciento del PIB regional, la administración regional no haya tomado aún una medida.

Situación «excepcional»

A la misma hora que se celebraba la manifestación por las calles de Valladolid, el Consejo de Gobierno declaraba de situación «excepcional» la campaña agrícola 2022-2023 en todo el territorio de Castilla y León tras las extremas condiciones climáticas de los últimos meses. Esta decisión se toma para poder adoptar medidas normativas y otras de apoyo al sector agrario, como señaló el portavoz del Gobierno regional, Carlos Fernández Carriedo.

La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural determinará el alcance de las obligaciones y los criterios de admisibilidad de actuaciones de la propia Consejería y de las ayudas de la Política Agrícola Común, tanto con cargo al Feaga como al Feader, equiparando esta situación a las de «fuerza mayor o circunstancias excepcionales». Además, apuntaron que las medidas que se adopten «podrán ser de diferente naturaleza».