Tapería Beysi, el primer bar frente a los nuevos juzgados

Nacho Sáez
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Belén Molinillo y su hija, Sira Olalla, gestionan el establecimiento, que tiene en los callos su especialidad.

La propietaria de la Tapería Beysi, Belén Molinillo, este pasado martes. - Foto: Rosa Blanco

La apertura del nuevo edificio de los juzgados ya se empieza a notar en la zona. Aunque apenas tres meses antes de su puesta en marcha las patronales provinciales del sector inmobiliario aseguraban que las repercusiones en el alquiler y venta de locales estaba siendo casi nula, ya son varios los abogados que han trasladado sus despachos a Nueva Segovia y al barrio de la Comunidad de Ciudad y Tierra de Segovia y acaba de abrir el primer bar.

Tapería Beysi ha vuelto a levantar la verja al local que ocupaba La Rana, el establecimiento hostelero de los bajos de la avenida Gerardo Diego número 6 que durante tantos años dio servicio a Nueva Segovia. Funcionarios, abogados, procuradores y los ciuadanos que acuden al nuevo edificio de los juzgados solo tienen que cruzar un paso de peatones para plantarse delante de la barra llena de pinchos de Belén Molinillo y su hija, Sira Olalla, las impulsoras de Tapería Beysi.

«He trabajado en muchos bares y, como es lógico, me tenía que adaptar a la forma de trabajar de mis jefes. Llega ya un momento en tu vida que dices: '¿Por qué me tengo que adaptar a la de ellos y no hago la mía?'», señala Molinillo, de 46 años, vecina de El Espinar -de donde va y viene todos los días- y experta en la cocina. «Los callos son mi especialidad, están buenísimos», subraya mientras prepara un almuerzo. Tienen una extensa carta de bocadillos, montados, platos combinados, sandwiches, raciones, hamburguesas, ensaladas, ibéricos, quesos y postres, que también buscan el éxito entre los trabajadores y usuarios de la Biblioteca Pública, el centro de día de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Segovia y el parque de bomberos, también muy próximos a este establecimiento.

La elección de la ubicación pudo ser otra. «Estuvimos buscando por otros sitios y ni siquiera pensamos en que los juzgados estaban enfrente. Nos llamó la atención en sí este local. Es muy hermosos y era una pena que llevara tanto tiempo cerrado», reflexiona Molinillo. Su hija Sira, de 20 años y dos de experiencia en la hostelería, se encarga de la barra, donde ya empiezan a recoger los frutos del esfuerzo realizado. «Lo primero que queremos es que la gente nos conozca», apuntan. El nombre del bar, Beysi, no es muy rebuscado; solo un acrónimo de Belén y Sira, al que han añadido en medio en su imagen corporativa el símbolo de la prosperidad para afrontar esta nueva ilusionante etapa laboral.