Diviú, a solas soy nadie

M.Galindo
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El periodista Ángel Vilches presenta la 'Biografía Fantástica' de uno de los personajes más influyentes en la Segovia de la última mitad del siglo XX

Vilches muestra la portada de su libro. - Foto: Rosa Blanco

"Me llamo José Diviú y no soy nadie». En una de las notas autobiográficas escritas por el que fue el animador de la vida cultural de la Segovia del último tercio del siglo XX, su propia definición evoca  el poema de Gabriel Celaya 'A solas soy alguien' al que puso música Ismael, y en el que el poeta guipuzcoano hacía un trazo existencialista de su propia peripecia vital.

Aunque tuvo el reconocimiento de la sociedad segoviana que le acogió como hijo adoptivo, la vida de Diviú es un poliedro de muchas caras en las que el periodista Ángel Vilches ha trabajado para publicar un relato autobiográfico bajo el título 'Memorias de nadie', en el que en ocasiones se apropia del personaje para ir de la mano en el relato de una vida en la que la cultura, el folclore y la política se unen pero no se mezclan a la hora de contarla.

El libro será presentado el 23 de febrero en la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce en un acto conducido por el periodista Carlos Álvaro, y la elección de la fecha no es baladí, porque uno de los capítulos del libro está dedicado al trabajo de investigación que Vilches ha realizado sobre la trama oculta del intento de golpe de estado de 1981, en el que desvela aspectos poco conocidos y que abren nuevos debates sobre uno de los episodios más controvertidos de la historia reciente de España.

Como en las 'matrioskas' rusas, las memorias de Diviu van desgranando detalles de su vida bajo el prisma de Angel Vilches, que le define como «un personaje único, testigo de una época y protagonista en gran parte de ella». Así, recuerda que la génesis del libro surgió del encuentro de un grupo de amigos que en la sobremesa de una cena evocaron anécdotas y vivencias comunes. Tras el fallecimiento de Diviú en 2002, su archivo y documentación llegó a manos de Angel Vilches, que emprendió la aventura de reunir en el libro toda su vida en una peculiar biografía que comienza a su llegada a Segovia para participar en la coordinación de extras de la película 'La Caída del Imperio Romano' que se rodó en la capital en 1964 producida por Samuel Bronston y dirigida por Anthony Mann.

«Él se enamora de Segovia caminando por sus calles durante ese tiempo, y consigue que la Falange le de una plaza en Segovia como coordinador del Frente de Juventudes»,  explica el veterano periodista ,  que asegura que complementaba su sueldo como escaparatista preparando los escaparates de algunas tiendas con un estilo «muy personal».

Desde ahí, pasó a integrar la plantilla docente del antiguo IES Angel del Alcázar - hoy La Albuera- como coordinador de estudios, y su formación como chapista le sirvió para crear algunas obras que hasta hoy mismo se conservan en el centro. Su inquietud cultural y artística le llevó a contactar con personalidades como Luis Martín, con el que creó programas radiofónicos y espectáculos en discotecas que le trajeron no pocos problemas y si alguna que otra represalia. Pero estas dificultades no llevaron a Diviú a cesar en este intento frente al inmovilismo de un régimen que comenzaba a dar sus últimos estertores, y Vilches destaca el esfuerzo realizado por poner en marcha los Carnavales, la 'Tarasca' o impulsar grupos musicales de la talla de Hadit o Ronda Segoviana.

Fiel a sus ideas, Vilches señala que Diviú fue «joseantoniano» y admirador de la política de Falange que defendía y lideraba Primo de Rivera, pero poco a poco fue desencantándose hasta que un joven Adolfo Suárez llegó a Segovia como Gobernador Civil. «Con Suárez recuperó la fe en la política porque sintonizaron muy bien» - explica- . Suárez le invitó a jugar al mus en unas partidas que organizaba en el Gobierno Civil, y a la llegada de la democracia no se separó de él y llegó a ser coordinador de la Unión de Centro Democrático (UCD) en Segovia.
En el prólogo del libro, escrito por el periodista y académico de la lengua Luis María Ansón, destaca l a escritura «sobria, eficaz y transparente» que Vilches emplea en la narración, en la que se introduce en un personaje «para descargar una documentación que crece en interés en cada página y se enriquece con solvencia»