Los dos hombres que resultaron gravemente heridos en un accidente de tráfico registrado la madrugada del sábado al domingo habían huido de un control de la Guardia Civil instantes antes de estrellar el coche en el que circulaban contra un árbol, según han confirmado fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Segovia. Los hechos se produjeron en la carretera SG-3431, a la altura de Coca.
Una llamada de la Guardia Civil de Tráfico a la sala de operaciones del 1-1-2 avisó en torno a las tres de la madrugada de que un coche se había salido de la carretera y había chocado contra un árbol y que, a consecuencia del golpe, había una persona herida que permanecía atrapada en el interior del vehículo. El Centro de Emergencias 1-1-2 de Castilla y León informó del incidente a los Bomberos de Segovia, a los Bomberos de la Diputación de Valladolid y a Emergencias Sanitarias-Sacyl. Esta última envió al lugar a una UVI móvil, una Unidad Enfermerizada de Emergencias, una ambulancia soporte vital básico y al equipo médico del Punto de Atención Continuada de Nava de la Asunción. En el lugar, los servicios de emergencia atendieron a dos heridos: un hombre de 29 años, trasladado en UVI móvil al Hospital General de Segovia, y otro de 36, trasladado en Unidad Enfermerizada de Emergencias al mismo hospital.
El Hospital General de Segovia ha rechazado posteriormente ofrecer más información acerca del estado de salud de los heridos, que ingresaron en el complejo asistencial en estado grave, según otras fuentes. Además de a las secuelas físicas, tendrán que hacer frente a las consecuencias administrativas y judiciales. El Reglamento General de Circulación establece que todos los conductores que sean requeridos por la autoridad a someterse a un control de alcohol o drogas están obligados a realizarlo. Negarse puede provocar la inmovilización inmediata del vehículo, y huir del control, desde una multa de 1.000 euros y la pérdida de seis puntos en el carnet de conducir hasta penas de cárcel por un delito de resistencia a la autoridad.
«Depende del contexto y de las circunstancias concretas de cada caso. Desobedecer un alto de un agente de tráfico es una infracción administrativa, pero huir de un control cuando ya estás en él sí que es un delito», señalan fuentes administrativas.