Decepcionante propuesta para el etiquetado de la miel

SPC
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Bruselas plantea que figuren los países de origen, pero no el porcentaje, y Cooperativas Agro-Alimentarias denuncia que esa medida no supone ningún avance en España

Decepcionante propuesta para el etiquetado de la miel - Foto: Patricia González

El sector apícola español lleva años peleando para que el consumidor pueda disponer de la mayor información posible a la hora de comprar miel. Esto implicaría que las etiquetas de los envases detallen el país de origen del producto, algo que ya se hace; pero también qué porcentaje aporta cada país en el caso de que esa miel sea una mezcla, una práctica muy habitual entre los envasadores. Tratando de atender esa demanda, la Comisión Europea (CE) propuso hace unos días que el etiquetado de la miel precise el país o los países de origen en el caso de mezclas, si bien no se obligaría a indicar el porcentaje de producto procedente de cada lugar.

Desde Cooperativas Agro-Alimentarias de España manifiestan su «profundo malestar» y lamentan que «el cambio propuesto no supone ningún avance»", ya que únicamente hace obligatorio a nivel comunitario lo que ya era una realidad en muchos países europeos, entre ellos España. «El listado de países ha demostrado ser ineficaz para aclarar el origen de la miel y resolver los problemas de importación y comercialización fraudulenta de productos que imitan a la miel», aseguran desde a organización.

La propuesta llega después de que en la reunión de ministros de Agricultura de la Unión Europea del pasado enero veinte países, incluido España, pidieran que sea obligatorio indicar en el etiquetado cada país de origen y su respectiva proporción de miel en las mezclas de miel. En un documento elaborado por Eslovenia y respaldado por 19 miembros más de la UE se explicaba que la miel importada de terceros países, que a menudo se utiliza en mezclas de miel en el mercado europeo, «suele ser significativamente más barata que la miel producida en la UE». «Cuando los consumidores eligen esta miel más barata, no reciben información completa, clara e inequívoca sobre su origen. Por eso, las normas actuales de etiquetado de origen de la miel colocan a los productores de miel originarios de un solo país en una posición de desigualdad en comparación con los productores de mezclas de miel», consideraba el informe.

Según Cooperativas, con esta proposición la Comisión ignora los resultados del estudio de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) y el Centro de Investigación Conjunta de la UE publicado hace unas semanas, que, según COAG, destaca que el 46% de la miel importada a la Unión Europea no es miel auténtica, ya que no cumple la normativa comunitaria, y que esa cifra se eleva al 74% en el caso de las importaciones desde China y al 93% desde Turquía. España importó en 2022 más de 37,5 millones de kilos de «miel» y la Unión Europea 342,3 millones de kilos, a precios muy por debajo de los costes de producción europeos, aseguran.

Lamentan que la Comisión ignora una vez más la posición de los apicultores europeos y sus cooperativas -representados por el COPA-COGECA-, que además de incluir el listado de países con porcentaje en el etiquetado de origen, incorporaba otras medidas como la prohibición de la ultrafiltración de la miel y el secado forzado o la exigencia de identificar las mieles calentadas. Estas medidas no han sido siquiera contempladas por la Comisión.

La Comisión se escuda en que detallar los porcentajes en la etiqueta «generaría una carga significativa para los envasadores» y añade que «no hay un método analítico que permita trazar el origen y, más aún, comprobar los porcentajes exactos».

Nuevo intento.

Eslovenia volverá a plantear la cuestión del etiquetado de la miel en la reunión de ministros de Agricultura que se celebra el próximo martes en Luxemburgo y Cooperativas Agro-Alimentarias de España confía en el apoyo incondicional del Ministerio de Agricultura. La organización espera que el departamento que dirige Luis Planas reclame que el cambio de la Directiva de la miel recoja realmente las necesidades de la apicultura y la ciudadanía europea, tal y como ha manifestado y defendido durante los últimos años. «Para ello, es absolutamente necesario e irrenunciable que se incluya en el etiquetado de origen el listado de países con su porcentaje; que se asegure que el origen indique, en todos los casos, el país de cosecha; que se instaure la prohibición de la filtración para la eliminación del polen y de la deshidratación forzada de la miel para sustituir su maduración natural; así como que se exija identificar las mieles sometidas a tratamientos térmicos elevados», afirman.

COAG, por su parte, tacha de «postureo legislativo» la «decepcionante modificación» propuesta por la Comisión Europea. «No contempla más allá de la obligación de mencionar en las etiquetas el país o los países de origen en los que la miel ha sido recolectada, algo que ya es obligatorio en España desde 2020 y que no ha solucionado ni los problemas de importaciones masivas de siropes y sucedáneos de miel a nuestro mercado ni la existencia de mezclas sin orígenes comprobables en los lineales de las grandes superficies», ha subrayado Pedro Loscertales, responsable del sector apícola de COAG.

 

Campaña europea.

Según explica COPA-COGECA, las soluciones para atajar el fraude masivo son conocidas y deben aplicarse en la próxima revisión de la Directiva de la UE sobre la miel. En este contexto, ambas organizaciones han lanzado una llamada a la movilización a todos los apicultores de la UE en las redes sociales bajo el hashtag #HoneYstlabellingNow. «La situación es extremadamente preocupante, y necesitamos una respuesta rápida de los responsables de la UE. Todos los apicultores europeos están de acuerdo en el problema, pero también en las grandes soluciones. A la luz de la revisión en curso de la directiva sobre la miel, los apicultores europeos y sus cooperativas piden un etiquetado transparente del país de origen, con el porcentaje en orden descendente, que mejore la trazabilidad, y un marco europeo moderno y armonizado para las pruebas de laboratorio de la miel», ha declarado Stanislav Jas, Presidente del Grupo de Trabajo sobre la Miel del COPA y la COGECA. «La Comisión Europea debe escuchar este mensaje, por eso pedimos a todos los apicultores europeos que apoyan estos principios que se reúnan en torno al hashtag #HoneYstlabellingnow para explicar sus situaciones a través de las redes sociales, dar ejemplos de falsificaciones y pedir un etiquetado transparente del país de origen en toda la miel importada».