Titirimundi, más difícil todavía

M.Galindo
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La XXXVII edición del Festival Internacional de Títeres arranca con cerca de 300 actuaciones y con la incertidumbre de no contar con un presupuesto cerrado por la falta de concrección de las instituciones

Nakupelle hizo reir a los niños con su divertido ‘showtime’ en la plaza de San Martín. - Foto: Rosa Blanco

La sonrisa de optimismo y felicidad de Marian Palma, directora de Titirimundi al hablar de la programación que transforma Segovia en la capital mundial del teatro de títeres durante el fin de semana se ensombrece y cambia por una mueca de preocupación al hablar de un tema tan prosaico como fundamental para el desarrollo de un festival que, en su trigésimo séptima edición, traerá a la capital a una treintena de compañías de diez países.

Como si del circo se tratase, la organización acomete este año el 'más difícil todavía' al poner en marcha  el festival con la incertidumbre de no contar con un presupuesto totalmente cerrado, obligando a aquilatar al máximo el dinero y, a buen seguro, a dejar para mejor ocasión la llegada de nuevas compañías y espectáculos a la capital.

«Este año todavía es más complicado», asegura la directora, que señala que sólo cuenta con el dinero procedente del convenio con el Ayuntamiento de Segovia -100.000 euros- así como el firmado con la Diputación para la extensión del festival a toda la provincia - 30.290 euros-  a la espera de que las ayudas procedentes de los gobiernos autonómico y central puedan concretarse.

El cambio en el sistema de ayudas para festivales que ahora gestiona la Fundación Siglo en la Junta de Castilla y León y el Instituto de Artes Escénicas (INAEM) en el Gobierno central obliga a presentar los proyectos por el sistema de libre concurrencia, lo que hace que - en el caso de que se estimen los proyectos presentados- las subvenciones lleguen meses después de celebrarse el evento.

«Es muy arriesgado lanzar una programación sin conocer todo el presupuesto, pero Titirimundi tiene que continuar independientemente de la situación y la gestión, y vamos a hacer todo lo posible», señala Palma, que señala que hay que explorar otras vías para garantizar el mantenimiento de la programación.

Los sobresaltos económicos preocupan, pero no minan la moral de los titiriteros, y Marian Palma pone voz al mensaje positivo con el que Titirimundi arranca una nueva edición, que  contará con cerca de 300 espectáculos, de los que medio centenar se llevarán a cabo en la calle.  La única buena noticia que trae la pertinaz sequía que asola la provincia es que no será obstáculo para desarrollar los espectáculos callejeros, porque «aunque haga un poco de fresco, esperemos que el tiempo nos permita realizar todo lo programado».

Aunque el arranque oficial de Titirimundi tuvo lugar el miércoles con 'Kar Repass, Cabaret de Anna Karenina' de Fekete Seretlek & Studio Damúzah en el Teatro Juan Bravo, los títeres han ido llenando la ciudad con funciones escolares y actividades en centros asistenciales tanto en la capital como en la provincia. El meollo de los espectáculos tendrá lugar desde hoy viernes y hasta el domingo, y la organización confía en que el ritmo de venta de entradas siga avanzando, aunque ya hay algunos espectáculos que han colgado el cartel de 'no hay billetes'.

Así, Marian Palma señaló que los espectáculos en patios y espacios cerrados tienen ya cubierto más del 80 por ciento de la venta de entradas; que se ha concretado en los primeros días de su puesta a disposición del público. «Tuvimos un inicio tremendo - asegura la directora - con una excelente acogida del público, aunque desde (hoy) el viernes hasta el domingo será cuando tenga lugar el aluvión de espectáculos y público».Titiricole sigue fiel a su cita con los escolares segovianos con actuaciones en centros educativos que se prolongarán hasta el 15 de mayo, y la cita se extenderá a la provincia hasta el 28 de mayo, con una gira que arrancó a finales de abril y que llevará la magia de los títeres a 39 municipios de la provincia.

El festival tiene también ramificaciones en Castilla y León, con la presencia de compañías en  Burgos, Zamora, Salamanca y Ávila, y tendrá presencia en los festivales de Redondela (Pontevedra) y Barañaín (Pamplona), así como en varias localidades de la Comunidad de Madrid.
La normalidad ha sido la nota predominante del inicio del festival, donde siempre «quedan pequeños detalles por resolver», asegura su directora. «Después de tantos años, siempre tienes el nudo en el inicio sobre la llegada de las compañías participantes,  pero todo está conforme».

Propuestas controvertidas La oferta de la programación de Titirimundi para este año tiene una amplia variedad de contenidos, con el objetivo común de seguir sorprendiendo al espectador con las propuestas más innovadoras y creativas. En este sentido, la directora del festival destaca entre toda la programación la «propuesta plástica» de «Biblioteca de cuerdas y nudos» de José Antonio Portillo, con la que una visita a su decorado, como si fuera una exposición, ya «merece la pena». No faltarán los espectáculos más populares como los de Titiriteros de Binéfar, Teloncillo, Teatro Arbolé o el Circo de las Pulgas y los más familiares, como un divertidísimo Nosferatu de Bob Théâtre (Francia) recomendado para mayores de ocho años y «prohibido para los cobardes». Con el objetivo de encandilar al público adulto, la «gran lucha» de Titirimundi, el festival ha programado espectáculos como «El verdugo», de El Espejo Negro, un homenaje a la película de Luis García Berlanga adaptada al teatro de marionetas.

Sin el carrusel de 'La Manege' este año en el Azoguejo -emblema apócrifo del festival- la oferta en este espacio llegará de la mano de una peculiar 'foodtruck' en el que la compañía belga Pikz Palace pone al servicio del público una 'carnicería de mascotas' en la que los carniceros sirven preparaciones tan especiales como 'hamburguesas de Winnie The Pooh' o 'muslos de Barbie'.  Con delantales salpicados de sangre han enseñado a este público infantil cómo preparar diferentes cortes de osos de peluche: «Lo más importante es la higiene», ha dicho uno de ellos, mientras su compañero se sonaba la nariz con el mismo trapo con el que limpiaba el cuchillo.

La propuesta de esta compañía está comenzando a generar polémica en las redes sociales, donde ya hay personas que han mostrado su desacuerdo con que este espectáculo se dirija a un público infantil, abriendo así un debete que, a buen seguro, se prolongará durante todo el festival.
Con independencia de cualquier opinión, Marian Palma asegurfa que Titirimundi ofrece  una oportunidad única estos días para «entrar» en universos «que proporcionan una cantidad de posibilidades fantásticas» que en el teatro normal no existen». «Hay tantas posibilidades que hay que aprovechar, ver y enriquecerse... Estos días en los que se vive la transformación de la ciudad. ¡Transformémonos todos!», ha animado la directora.