Hartos de esperar el módulo de atletismo cubierto

Nacho Sáez
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Representantes de los clubes segovianos de atletismo piden avances reales para la construcción de esa instalación.

Ana Velázquez (CAS), Alberto Redondo (Sporting Segovia) y Jorge Martín (Blume). - Foto: Rosa Blanco/ N. S.

No es raro que los saltadores de altura tengan que retirar placas de hielo de la colchoneta antes de entrenar en invierno en las pistas Antonio Prieto. Unos metros más allá, decenas de atletas se suelen acumular -también en los días de frío- en la parte superior de las gradas, el lugar más 'caluroso' para realizar ejercicios de velocidad. Son innumerables las peripecias por las que tienen que pasar durante una parte del año quienes practican el atletismo, ahora mismo convertidos en una mezcla de resignación, expectación y decepción con el enésimo paso atrás en la construcción del módulo de atletismo cubierto.

«Hay una frase que no se me olvida de un antiguo responsable del IMD (Instituto Municipal de Deportes), que decía que el atletismo es atletismo y que hay que pelear en la calle. Son ideas que vienen desde la ignorancia. En el atletismo tenemos pruebas muy técnicas para las que es preciso estar en óptimas condiciones para poder entrenarlas. Y bueno, ya ni te digo para competirlas», señala el presidente del club de atletismo Sporting Segovia, Alberto Redondo. La falta de un módulo cubierto impide progresar a los jóvenes talentos, que al final emigran. «A la vista está que en Segovia disponemos de atletas muy buenos con mucha proyección en lo que se refiere a carreras lanzamientos y demás, pero en determinados concursos no los podemos sacar adelante porque no estamos al mismo nivel que en otras provincias. Hemos tenido chicos que cuando están consiguiendo cotas de nivel se tienen que ir a hacer depende qué entrenamientos al módulo cubierto de Valladolid», apunta Redondo.

En su opinión, el anteproyecto de módulo cubierto ideado y ahora paralizado era erróneo: «Yo creo que desmontar todo lo que supone la contrameta es una obra descomunal. Deberían haber mirado opciones bastante más económicas seguramente, como el módulo cubierto de Burgos, que es un anexo a la Ciudad Deportiva que está sobre unos pilotes. Aquí se podría hacer quizás junto a la curva de las pistas que está junto a la parcela donde se colocan las ferias. Pero los técnicos son los que tienen la última palabra, por supuesto».

La presidenta del CAS remarca que debería tener un acceso directo a las pistas. «Y debería de ser un módulo en el que se pudieran realizar todos los tipos de entrenamiento. Es decir, no se puede marginar a ninguna especialidad. Tendrían que poderla lanzar los lanzadores -con unas redes y unas zonas de caída especiales que hay- y tendrían que poder saltar los saltadores poniendo unos techos altos», añade. Velázquez también agita la polémica del agravio con otras provincias. «No podemos ser los marginados siempre. Siempre somos los últimos en tener estas cosas. Salvo Ávila y Zamora, todas las provincias de Castilla y León tienen un módulo cubierto más grande o más pequeño», remarca.

Así acabarían con situaciones que alteran su ritmo de trabajo. «Que la gente suba a hacer atletismo en Segovia en invierno es un esfuerzo grandísimo, porque un día llueve, otro día nieva», destaca Velázquez. «Tienes que adaptar totalmente los entrenamientos o cambiarlos porque, claro, si tenías pensado saltar altura y está diluviando no se pueden estar calando todo el rato. Ya no es que se mojen, es que caen sobre mojado, se quedan fríos... Al final estamos limitados a hacer fondo y medio fondo, pero no todos los niños tienen las condiciones físicas para realizar esas disciplinas y sí a lo mejor  longitud, peso, altura, pértiga...».

La pérdida de oportunidades para Segovia es otro de los efectos de carecer de un módulo cubierto. «La selección de Catar estuvo concentrada aquí y se acabó yendo a Alcobendas. Tenemos la suerte de que Segovia cumple unas condiciones idóneas para entrenamiento de alto nivel, dado que tenemos Navacerrada muy cerquita, que son 1.800 metros de altura, y nuestras pistas están a 1.000 metros. Permite hacer trabajos aeróbicos muy buenos, pero tienes que tener una buena instalación», asevera el entrenador del Blume Jorge Martín, que extiende su queja al estado de numerosos elementos de las pistas Antonio Prieto: «La pista lleva sin tocarse desde que se puso el material sintético allá por los años 80, las colchonetas de altura o de pértiga tienen ciertas carencias, los fosos de longitud no están con arena de playa, no tenemos 'foto finish'...  Va siendo hora de meter mano en muchos aspectos. No es por tirar flores ni nada pero el PP va a dar 15.000 euros para el gimnasio ahora».

En triple salto, José Luis Mayo es uno de los atletas mejor clasificados en el ranking nacional en la actualidad. «Un módulo ayudaría a su formación y a que sus entrenamientos fueran mejores y al final se viera repercutido en la competición. La velocidad también es muy explosiva, tiene amplias recuperaciones y los chicos  muchas veces se quedan fríos, les cuesta volver a entrar a hacer la serie y a veces conlleva algún riesgo de lesión», argumenta el entrenador del Blume.

Además, el módulo cubierto tendría utilidad durante todo el año. «Se le puede sacar mucho partido en competiciones oficiales que se están haciendo en otras provincias de pista cubierta. Por no disponer nosotros aquí de ella nos tenemos que desplazar a competir fuera. Además, hay pruebas que se entrenan tanto en verano como en invierno en pista cubierta. En verano por el calor, y en invierno por el frío», remacha el presidente del Sporting Segovia, Alberto Redondo.