Tras el rechazo de la oferta amistosa inicial para integrar al Banco Sabadell, el BBVA ha optado este jueves por lanzar una opa hostil para tratar de absorber al banco catalán, una reacción que ha sido censurada de inmediato por el Gobierno, que advierte de que él tiene "la última palabra".
El banco presidido por Carlos Torres Vila ha sorprendido este jueves a los mercados con una oferta pública de adquisición de acciones (opa) no pactada sobre todo el capital de Banco Sabadell, con un canje de 4,83 acciones del catalán por una del BBVA que valora a la entidad en 11.530 millones de euros.
La operación, que está condicionada a que sea aceptada por el 50 % del disperso accionariado del Sabadell, ha sido rápidamente rechazada por la entidad presidida por Josep Oliu, que asegura que infravalora "significativamente" a la entidad, cuya capitalización bursátil ronda hoy los 10.000 millones, así como su capacidad de crecer en solitario.
La Bolsa española ha reaccionado a la opa hostil, no inédita pero inusual en España, con una caída del 0,92 % en su principal indicador, el IBEX 35, que le ha hecho perder los 11.100 puntos por las bajadas del sector bancario, especialmente del BBVA, que se ha dejado un 6,71 %, el mayor batacazo de todo el IBEX, en contraste con el Sabadell, que ha recuperado un 3,17 %.
Oposición del Gobierno y de la Generalitat
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, no tardaba en reaccionar y expresaba su rechazo a la opa tanto en su "forma" como "en el fondo", por los "efectos lesivos" que puede tener.
También remarcaba que el Gobierno tiene "la última palabra" a la hora de autorizar una operación que debe contar con el visto bueno de los accionistas del BBVA, más de la mitad del capital del Sabadell, la CNMV y la CNMC.
Sin embargo, y según ha enfatizado Cuerpo, "la decisión final sobre la fusión de ambas entidades depende del Gobierno", que ha de velar por la estabilidad y competencia del sistema financiero y tendrá en cuenta "valoraciones adicionales de política económica y financiera".
El ministro ha enumerado otros argumentos para oponerse a la opa, como los costes en empleo y de actividad -especialmente en algunas regiones-, el paso atrás que sería en la agenda de inclusión financiera, o el aumento que supondría en la concentración bancaria, que situaría a España en el segundo puesto de Europa en este ámbito.
También se pronunciaba la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que advertía de que existe un marco normativo -la ley de ordenación, supervisión y solvencia de entidades de crédito- que permite parar la opa y dejaba claro que se va a aplicar.
Por su parte, la consellera de Economía de la Generalitat de Cataluña, Natàlia Mas, ha pedido a la vicepresidenta de la Comisión Europea y responsable de competencia, Margrethe Vestager, y a la presidenta de la CNMC, Cani Fernández, que eviten que salga adelante la opa.
BBVA: Una oferta "excepcionalmente favorable"
Sin embargo, BBVA (cuya capitalización supera los 56.5000 millones) ha insistido este jueves en que su oferta -que mantiene los términos de la propuesta amistosa presentada el pasado 30 de abril- es "excepcionalmente favorable".
En este sentido, recuerda que la oferta supone una prima del 30 % sobre los precios de cierre de las dos entidades del pasado 29 de abril y del 50 % sobre la media ponderada de los tres últimos meses. Además, los accionistas del Sabadell controlarían un 16 % del banco resultante de la fusión.
Esa entidad resultante supondría la creación de un gigante financiero con 986.924 millones de euros en activos, lo que le colocaría en segunda posición en España tras CaixaBank. Contaría con casi 135.500 empleados y una red de 7.115 oficinas.
Además, sería el tercer banco de Europa, después de BNP Paribas y el Santander, con una capitalización próxima a los 70.000 millones.
El Sabadell es muy fuerte en el negocio de pymes, mientras que el BBVA destaca en el de particulares y empresas. Juntos habrían ganado en los tres primeros meses del año más de 2.500 millones (2.200 el BBVA y 308 el Sabadell).
Aunque BBVA ha mantenido el precio de la oferta inicial, la opción de mantener dos sedes -en Barcelona y en Madrid- y el compromiso de mantener la marca Sabadell, ha eliminado su oferta de incorporar a tres miembros del consejo de Sabadell en el de BBVA, uno de ellos como vicepresidente.
El presidente del BBVA, Carlos Torres, ha explicado hoy en una rueda de prensa ofrecida para explicar la operación que si la fusión se acaba realizando, "puede haber reducción de empleo en un primer momento, pero siempre desde el diálogo y sin medidas traumáticas".
No obstante, ha recordado que en el pasado reciente, tanto el Sabadell como el BBVA han acometido sus propios ajustes de plantilla, trasladando la idea de que la cifra de despidos no tendría que ser tan abultada como si no hubieran hecho nada.
La opa hostil, un opción poco frecuente y raramente exitosa
Las opas hostiles exitosas son infrecuentes en España, pero existen, aunque la impresión generalizada es que siempre están abocadas al fracaso, quizás porque las más conocidas, como la de Gas Natural (ahora Naturgy) sobre Iberdrola, no llegaron a buen puerto.
En la mayoría de las ocasiones, estas operaciones han salido adelante gracias a la mejora de las condiciones iniciales o en medio de procesos competitivos de opas y contraopas.
También hay precedentes de opas y operaciones empresariales que han fracasado por la oposición del Gobierno o de los organismos reguladores, incluso contando con el visto bueno de la compañía opada, como la oferta que Unión Fenosa (ahora parte de Naturgy) presentó en el año 2000 sobre Hidrocantábrico (adquirida finalmente por la portuguesa EDP).
Si las opas hostiles exitosas son poco habituales, el rechazo simultáneo de la entidad opada y de la Administración -como ocurre ahora- dificultan en extremo cualquier operación.
Una buena muestra es la opa hostil que el Banco Bilbao presentó en 1987 sobre Banesto. La operación no fue admitida a trámite.