Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Punto de no retorno

13/04/2023

Si en el futuro se hace preciso determinar el momento de la ruptura entre Podemos y el proyecto Sumar que encabeza Yolanda Díaz, la publicación del video en el que el partido morado llama a la participación de la Fiesta de la Primavera, a celebrar este próximo fin de semana en Zaragoza, puede ser considerado el punto de no retorno, cuando las escaramuzas se convirtieron en guerra abierta. Si a la puesta de largo de Sumar en el polideportivo Magariños se llegó entre llamamientos a la unidad por ambas partes, aunque solo respondiera a convencionalismos políticos, las circunstancias han cambiado en apenas unos días.

Desde Podemos han comenzado a utilizar toda la artillería contra quien fue designada por el mismísimo Pablo Iglesias como su sucesora, y a la que el video de Podemos lanza continuas alusiones que solo tienen una lectura, que ha dejado ser de su pandilla, que no aceptan que se haya puesto de perfil, junto a Izquierda Unida en asuntos que son nucleares para su parcela de la izquierda – ley del solo sí es sí, y las cuestiones militares-, al tiempo que se reclaman los únicos herederos de los indignados del 15-M, que son los que no se callan. O sea, la única posibilidad de un acuerdo es que la vicepresidenta segunda pase por las horcas caudinas dispuestas por Podemos para seguir manteniendo la primogenitura de un espacio compartido por una quincena de formaciones, que según en qué lugar son socios o adversarios.

Del mismo modo, el video de Podemos, que no da ninguna posibilidad a la reunificación de la izquierda a la izquierda del PSOE, puede considerarse el momento en el que la izquierda comenzó a perder las elecciones generales al comparecer en las urnas fraccionada en tres grupos. Todo puede ocurrir y cambiar pero, a pesar de las palabras, la unidad no parece interesar ni a Sumar ni a Podemos. Los resultados de la elecciones del 28-M no pueden sino enconar el enfrentamiento entre ambos. Porque las previsiones son que Podemos siga adelgazando, que incluso pueda de dejar de tener presencia en lugares como Madrid, donde hace dos años el propio Pablo Iglesias salvó los muebles al dejar el Gobierno de coalición para encabezar la candidatura autonómica.

El partido dirigido por Ione Belarra y su factótum, Pablo Iglesias, se ha puesto a disparar en todas las direcciones, a Yolanda Díaz y al propio gobierno de coalición, de tal manera que están dispuestos a frustrar las intenciones de Pedro Sánchez de llegar a dos hitos, las elecciones del 28-M y la presidencia española de la Unión Europea, con el camino lo más despejado posible de polémicas internas. No va a ser posible. Podemos se atribuye la consecución de todos los avances sociales conseguidos a lo largo de la legislatura, y no deja pasar la oportunidad de marcar distancias con la pata socialista del Ejecutivo con nuevas reivindicaciones cada día, y ahonda en una división que puede provocar la ruptura de la coalición antes de tiempo, a lo que por ahora se niega Pedro Sánchez, desoyendo incluso voces de su propio partido que le animan a hacerlo ya. Belarra e Iglesias también saben que quien rompa la coalición pagará un plus de castigo. Por eso resisten dentro del gobierno y se defienden de Yolanda Díaz calificándola como la marca blanca del PSOE.