El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, lanzó ayer un mensaje a su grupo, el PP, pero también a los socios de Vox, en el cierre de la primera sesión del debate de política general en las Cortes. «No nos podemos relajar, ni confiar. Queda mucho trabajo y mucha tarea» en una legislatura «muy intensa» a la que señaló le quedan «dos años y medio más».
Antes, el portavoz del Grupo Popular, Raúl de la Hoz, había contrapuesto la gestión «valiente, eficaz y alejada del cortoplacismo» del presidente de la Junta y la alternativa de «lo que queda» del PSOE de Castilla y León y su líder, Luis Tudanca, al que consideró un «zombi político».
Tras una larga sesión, De la Hoz sostuvo que tenía una «sensación extraordinariamente agridulce» por la actitud de la oposición, mientras destacó que la gestión avala al presidente de la Comunidad que asegura acude con la «cabeza bien alta», las «manos limpias» y sin ocultar y esconder «absolutamente nada».
Igualmente, el portavoz del Grupo Popular lamentó que se cuestionen la legitimidad del pacto que permite tener un gobierno autonómico y expresó que le hubiera gustado otra oposición «que jugara a la grande y no a la chica», que decidiera a abandonar el «lado oscuro» y aceptaran la «mano tendida» para hablar del futuro de Castilla y León.
En el PSOE, dijo De la Hoz, algunos siguen sin superar esa «frustración histórica y existencial» y se han acomodado en su papel secundario en la «trinchera» y en un escenario de «difamación constante» para ofrecer una «imagen decadente y convulsa» de esta tierra. Por ello, señaló llevan 36 años en la oposición y «lo que les queda».
También criticó la «escala de valores del sanchismo» y la actuación socialista cuando entran en colisión los intereses de la Comunidad y el PSOE. Como ejemplo citó el posicionamiento con la amnistía. «Ni siquiera el señor Tudanca tuvo la gallardía de enfrentar a sus propias contradicciones», dijo ante las «evasivas» y el «silencio cobarde» de la bancada socialista.
«Absténganse por pudor de darnos lección de amor a Castilla y León», dijo y añadió que menos aún de integridad, porque consideró que en el PSOE están del lado de Puigdemont y Otegui y no de Castilla y León, por sus pactos con los «golpistas, delincuentes y terroristas». Por ello, censuró su «cobardía» ya que aseguró no entender cómo el PSOE está más cómodo con estos partidos que con Vox, donde milita Ortega Lara, víctima de un secuestro de ETA.
Discriminación.
Igualmente, cargó contra un Gobierno que consideró que ha «discriminado» a Castilla y León, como a su juicio ha hecho con la automoción o con la «tropelía» del lobo, lo que señaló deja en evidencia a la «ridícula» oposición autonómica. Además, citó el «desagradable» espectáculo de la ley del sólo sí es sí. «Seguimos aún hoy sin la disculpa del PSOE», recordó.
«Sólo se puede avanzar», concluyó Raúl de la Hoz, cuando se sabe a dónde ir y cuándo se tiene un proyecto «claro» para afrontar «anhelos y fortalezas», y cuando se quiere al pueblo. Además, defendió el modelo fiscal de la Comunidad y las políticas para el campo, la calidad de los servicios públicos y el empleo, según informa Ical.
Finalmente, el portavoz popular ratificó la «confianza mutua» de PP y Vox para seguir trabajando por Castilla y León con «esperanza y optimismo», pero también con «honestidad y lealtad». «Nada está nunca cerrado, más que a nuestros ojos», dijo para añadir: «Tenemos ante nuestros ojos el futuro de Castilla y León».